Hace tiempo que entre los españoles empieza a cundir la sensación de que el crimen en España no se castiga. Básicamente, tienen razón.
Es difícil comparar la criminalidad internacionalmente, porque las definiciones de muchos delitos varías de un país a otro. Lo que constituye un robo en Inglaterra puede no pasar de simple hurto en España, por no hablar de la diferencia en la tipificación de los delitos sexuales entre Arabia Saudí y Nicaragua.
Además, muchos países (incluida España) no cuentan con un sistema de estadísticas criminales decente. Si los argentinos desconfían del dato de inflación oficial (que indica 9%, cuando la realidad debe ser más bien el 25%), los españoles desconfiamos (con razón) de las estadísticas de criminalidad oficiales. A pesar de que lo contrario es evidente, nuestras estadísticas permiten sistemáticamente a cada Ministro de Interior "demostrar" que la criminalidad desciende durante su "brillante" gestión.
Sin embargo, hay un crimen cuya definición internacional sí es muy homogénea, y sobre la cual es más fácil tener información estadística buena: los asesinatos.
Los asesinatos son relativamente pocos en los principales países, se siguen con más cuidado que otros delitos (por su gravedad), y son fáciles de definir (la víctima no respira).
De nuevo, los sucesivos gobiernos españoles han hecho lo que han podido para diluir las estadísticas de asesinatos. Para empezar, los han dividido en múltiples definiciones penales (asesinato, homicidio doloso, homicidio, parricidio, infanticidio, eutanasia activa, etc.).
Para los lectores novatos, en la Gacetilla llamamos al pan, pan; y al vino, vino. Por lo tanto, en este artículo llamaremos asesinato al crimen que consiste en que un individuo quita la vida a otro intencionadamente. Para evitar dudas, no incluiremos las eutanasias (a menos que no estén motivadas efectivamente por un deseo de favorecer a la víctima) ni los abortos (definidos como muerte del bebé dentro del seno materno). Pero no vamos a distinguir entre asesinatos planificados o "espontáneos" (asesinato/homicidio), no vamos a considerar la relación familiar entre los involucrados (parricidio) ni en la edad de las víctimas (infanticidio). En otras palabras, emplearemos el castellano viejo.
Volviendo a las cifras, veréis que nuestros gobernantes se han asegurado que no haya ningún organismo que publique estadísticas sobre asesinatos. Curiosamente, el INE, que publica con toda puntualidad una detalladísima estadística de precios cada mes (esa que atribuye el incremento de precios al pollo o a al gasoil), desglosada a nivel autonómico, no tiene ninguna estadística sobre asesinatos.
¿Quien de vosotros sabe cuantos asesinatos se produjeron en 2007? Nadie, seguro.
Para determinar el número de asesinatos nos tenemos que fiar de las muy poco manejables estadísticas de la Policía Nacional y la Guardia Civil. Estas sólo reportan los crímenes que investiga cada cuerpo. Por lo tanto, no incluyen los crímenes que investigan las policías autonómicas. Además, tienen duplicidades entre ellas, cuando se trata de crímenes que investigan ambas.
También tenemos las estadísticas que elabora el Poder Judicial. Sin embargo, el Poder Judicial no es un organismo estadístico, y como herramienta estadística sus cifras son muy malas. Salen tarde, no son completas, son difíciles de interpretar y al final nadie las sigue.
Bueno, pues a pesar de todas las dificultades, está claro que la situación empeora a largo plazo.
En 1966, España fue el país con menos asesinatos del mundo (respecto a su población, naturalmente). En total, murieron unas 30 personas. Cuarenta años más tarde, hay provincias españolas que suman más de esa cifra en sólo 6 meses.
¿Y cuantos asesinatos tenemos hoy? Pues nosotros creemos que entre 500 y 800. No es muy preciso que digamos, pero así funciona el país. Si queréis podemos deciros la inflación de Julio de 2008, con 1 décima de precisión, que no le importa a nadie. Pero no podemos deciros cuantos asesinatos hubo, que le importa a todo el mundo mucho más.
¿Y por qué no se mejoran las estadísticas sobre asesinatos? Pues nos parece evidente que se pretende ocultar que la tendencia lleva años siendo muy negativa.
¿Y para qué ocultar que la tendencia es negativa? Pues esta Gacetilla considera una hipótesis que se haga con la intención de evitar que se debata la cuestión. Según esta hipótesis, el motivo sería que existe la intención no declarada de conseguir que aumente la criminalidad, para que se cree una situación de inseguridad. Y la única ventaja de que exista inseguridad física en la cual podemos pensar es reducir el volumen de la economía informal.
Resulta que el volumen de la economía informal (también llamada economía sumergida) española lleva una vida siendo probablemente el más alto de la Unión Europea.
Por su propia naturaleza, dicho volumen no puede cuantificarse. Sin embargo, existen indicadores más o menos fiables. Por ejemplo, puede establecerse la relación entre el gasto en gasolina (que siempre paga impuesto) y las ventas minoristas generales (que no siempre pagan IVA).
Recientemente (en 2006), fue célebre el hecho de que el 25% de los billetes de 500 EUR en circulación en toda la Eurozona estaban en España. La cuestión era tan palmaria que resultaba que en España circulaban más billetes de 500 EUR que de 5 EUR. O sea que algo de economía sumergida sí parece que había.
Naturalmente, la mejor manera de combatir el fraude fiscal y, en general, la pérdida de control de la población por parte del Gran Hermano gubernamental, consiste en reducir la actividad que tiene lugar más allá de los límites de lo que el gobierno alcanza a ver. De ahí que el aumento de la criminalidad sea, en este sentido, provechoso para el gobierno.
Puntualizamos, en este caso, que esta observación no se refiere únicamente al Gobierno actual, sino que es extensiva a todos los últimos gobiernos españoles.
En sumario, la Gacetilla maneja la hipótesis (no probada, ni mucho menos) que en España el crimen no se castiga por decisión intencionada. El motivo sería el de reducir el volumen de la economía informal.
¿Descabellado? Pues puede que sí. Pero desde aquí os animamos a proponer hipótesis alternativas que justifiquen los siguientes datos concretos
1 - Detenido el delincuente Angel Amor P.M. (curioso como la ley protege la intimidad de este homicida condenado), alias "Sabonis" en Abril de 2005 cuando intentaba asaltar el bingo Canoe, en plena Castellana de Madrid. Al ser detenido, intentó arrollar a varios policías con su BMW.
De esta misma forma fue como Sabonis había matado años antes al policía José Antonio Maricalva. José Antonio era una buena persona. Su familia y sus amigos le echan mucho de menos. Pensad en ello.
Sabonis es un tipejo, que no dudó en matar a José Antonio para evitar ser detenido. A pesar de ello, fue detenido igualmente, llevado ante el juez, juzgado por homicidio, probada su culpabilidad y condenado a... ¡7 años! ¡Qué ridículo!
En esta ocasión, la excusa para no entretener mucho a Sabonis en la cárcel fue que cuando mató a José Antonio, Sabonis tenía 17 años. Uno no puede menos que preguntarse si alguien cree que un muchacho de 17 años no sabe que matar a un policía está mal.
Pero da igual, porque en cualquier caso Sabonis no llegó a cumplir su condena. Simplemente no la cumplió.
Por el contrario, Sabonis siguió libre y aprovechó los años siguientes para cometer los siguientes delitos: tenencia ilícita de armas, robo de vehículos, atentados, robo de joyerías, asalto a furgones blindados, asalto a chalets, etc.
El caso es que finalmente le detuvieron cuando intentaba perpetrar un atraco (armado con una pistola de 9mm cargada) al bingo Canoe, en plena Castellana. En consecuencia... lo volvieron a dejar libre.
Naturalmente, Sabonis (que probablmente no se podía creer su propia suerte) volvió a lo suyo (como era de esperar), y 7 meses más tarde ya le habían vuelto a detener, esta "robo con violencia a personas". ¿Consecuencia? Otra vez a la calle.
Hasta que volvió a ser detenido (claro) en Mayo de 2006, en esta ocasión tras (aparentemente) atracar una joyería, si bien la justificación formal de la detención fue la orden de busca y captura que tenía pendiente por no haber cumplido su condena original, la que le habían impuesto por haber matado a José Antonio. A buenas horas.
Si esta vez Sabonis cumple íntegramente su mini-condena (cosa que nos permitimos el lujo de dudar mucho), entonces le tendremos de nuevo en la calle en 5 años. Entonces, Sabonis tendrá 35 años y estará en la flor de su vida. ¿A qué se dedicará?
2 - Antesdeayer, un hombre se metió a toda velocidad con su coche por una calle peatonal de Málaga y arrolló a los viandantes. Afortunadamente (pero sólo gracias a Dios, que no a nuestra "justicia"), el hombre provocó varios heridos, pero no mató a nadie. Esto sucedió antesdeayer.
Resulta que este individuo, igual que Sabonis, estaba efectivamente condenado por "homicidio doloso", es decir, por haber matado intencionadamente a alguien. Sin embargo, la "justicia" había decido que, en lugar de la cárcel, era bueno tener a este delincuente al volante de su automóvil por Málaga.
En esta ocasión, la excusa para tenerlo en la calle era que estaba bajo tratamiento psiquiátrico.
Una vez que se ha determinado que el delincuente efectivamente atropelló a todas esas personas, la "justicia" ha decidido protegerlo de nuevo. No sabemos su nombre. Sólo tenemos derecho a saber sus iniciales, que son A. B. M..
Mirad, desde la Gacetilla os proponemos un juego. Vamos a ver quien puede proponer hipótesis alternativas a la nuestra para explicar por qué la justicia española es tan laxa. Por otro lado, nosotros vamos a proponer nuevos ejemplos que respalden nuestra propia hipótesis.
¿Quien os parece que lo va a tener más fácil?
1 comentario:
Señor.
Su articulo me ha sido de gran ayuda. Tengo todo el santo dia buscando las estadisticas de criminalidad (no solo homicidios/asesinatos) de los diferentes paises, incluyendo España, para un comparativo con relacion a nuestro pais Republica Dominicana.
Ya se me hacia extraño que no encontraba nada de España; me decia "me estoy poniendo bruto"..
Ya ahora se que no las encontrare ni hoy ni mañana.
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