martes, 3 de julio de 2012

Análisis mensual - Seguimos adelante

Hoy estrenamos un nuevo servicio de la mítica Gacetilla:  el comentario mensual de macroeconomía.

Tradicionalmente, uno de los artículos más leídos de la Gacetilla es el de previsiones macroeconómicas anuales, que publicamos cada año alrededor Nochevieja.  Desde hace algún tiempo, hemos venido considerando la posibilidad de publicar actualizaciones periódicas, y a partir de hoy nos ponemos a ello.  Desde esta fecha, tenemos intención de actualizaros como va el país una vez al mes, de modo que ya sabéis:  podéis pasar el resto del tiempo leyendo tranquilamente el Marca.

Al principio del mes se publican 2 datos macro muy importantes, que son el déficit por cuenta corriente, y el dato de empleo (en ese orden).  Por ese motivo, hemos escogido la fecha de publicación del último de ellos para hacer nuestra actualización.  Pero antes, vamos a explicar por qué esos 2 datos son tan importantes.

Déficit corriente

Para empezar, el déficit de cuenta corriente representa cuanto se ha endeudado el país con el exterior.  Como es evidente que uno no puede pensar en estar endeudándose siempre, porque un día terminan los acreedores por cortarte el crédito, es esencial saber cuando vamos a dejar de endeudarnos o, lo que es lo mismo, cuando va a eliminarse el déficit por cuenta corriente.  Ya vereis como el día que eso suceda, y se vea que empezamos a devolver la deuda acumulada, cambia rápidamente la percepción de los mercados respecto a España.

Empleo

En cuanto al empleo, resulta curioso ver como casi toda la prensa se preocupa más por el paro.  Decimos esto porque, en principio, el bienestar del país no depende de cuanta gente esté en paro, sino de cuanta gente trabaje.  Y no creáis que solo se puede estar trabajando o en paro, porque también hay quien no trabaja (en el sentido legal de la palabra) ni tampoco está en paro.  Se trata de colectivos tales como amas de casa, estudiantes, jubilados o incluso simples vagos (alguno hay).  En España, por ejemplo, vivimos 46 millones de personas, de las cuales trabajamos 17, están en paro 6, y no trabajan ni están en paro otros 23 millones.

Como veis, en el caso de España (o de cualquier país), el dato que realmente afecta a la prosperidad de todos es el de empleo, no el del paro.  Está claro que si trabajásemos 20 millones en lugar de 17 millones, viviríamos mejor todos, incluso con los mismos 6 millones de parados, aunque solo fuera porque la mayor contribución fiscal de los que sí trabajan permitiría aumentar las prestaciones de desempleo.  Además, no siempre es fácil distinguir a quien está en paro de quien no tiene trabajo formal.  Por ejemplo, muchos parados se convierten en estudiantes o amas de casa por efecto del desempleo, y las estadísticas muchas veces los clasifican erróneamente.  Siendo esta la situación  ¿por qué todo el mundo se fija en el paro, en lugar del empleo?

En primer lugar, por un motivo puramente mediático.  El empleo se ve como una situación normal y no alarmante, de modo que atrae menos atención del público, de la misma forma que la inauguración de un colegio (o un puente) estupendo atrae menos atención que un asesinato cometido ese mismo día.  Pero en segundo lugar, porque gran parte de la literatura económica está escrita sobre el paro.  La razón es que en EE.UU., cuna de la mayor parte de la investigación en economía, es relativamente difícil acceder al dato de empleo, porque la estadística está muy fragmentada y se publica con cierto decalaje.  Por el contrario, los datos de paro se obtienen rápidamente, y eso hace más interesante su estudio.

Sin embargo, en España contamos con una Seguridad Social unificada para todo el territorio, que además publica datos mensuales casi al día siguiente de cada cierre de mes.  Pues contando con información sobre empleo tan buena, nos parece un contrasentido estudiar la del desempleo, de modo que en la Gacetilla solo analizamos esta última de forma muy secundaria.

Dicho lo anterior, hay que añadir otra puntualización.  Desde nuestro (sabio, por supuesto) punto de vista, y salvo en casos de catástrofe económica total (tales como una guerra), las consecuencias económicas de la evolución del empleo son limitadas porque, en realidad, el empleo evoluciona muy lentamente.  2011, por ejemplo, fue un año muy malo para el empleo.  Aun así, éste cayó poco más del 2%.  Pero su importancia todavía es menor porque, además, muchas veces a la vez que cae el empleo, aumenta la productividad, y eso amortigua el problema económico.  Siguiendo con el ejemplo anterior, la productividad en 2011 aumentó un 2,4% de modo que, a pesar de la fuerte caída del empleo, el año cerró con un ligero crecimiento económico.  ¿Para qué preocuparse pues por el empleo?

Pues por motivos muy distintos, como os habréis adelantado a adivinar.  En realidad, la principal influencia del empleo (y del paro) en términos económicos no es la que se refleja directamente sobre la producción, sino la que produce indirectamente, a través de la política.  Porque una evolución del empleo positiva o negativa puede, en un sistema democrático normal, encumbrar a un gobierno o hundirlo.  Y la consecuencia de tener un gobierno u otro, como por desgracia sabemos perfectamente en España por experiencia reciente, sí que puede tener consecuencias económicas importantísimas a medio plazo.

Bien, pues dado el extenso preámbulo  ¿qué tal han salido los números este mes?  Vamos a verlo.

Déficit corriente flojo

En primer lugar, el déficit por cuenta corriente está evolucionando algo peor de lo que esperábamos.  La razón es que las exportaciones están yendo en 2012 mucho peor que el año anterior.  En 2011 crecían al 13% anual.  Ya nos parecía que esa evolución tan favorable no iba a durar, de modo que esperábamos que la velocidad de crecimiento se redujese en 2012 al 8%.  Sin embargo, la realidad ha sido todavía menos favorable, y durante los primeros 4 meses (es decir, hasta donde abarca la cifra que se publicó el pasado Viernes), el crecimiento de exportaciones ha descendido al 4%.

Por fortuna, los recortes y reformas llevados a cabo por el gobierno entrante nada más tomar posesión también están haciendo su efecto, se reduce fuertemente el consumo y, por lo tanto, también las importaciones.  Mientras que en 2011 las importaciones crecieron el 7%, este año no solo no crecen sino que incluso están cayendo levemente.

Aunque la caída de las importaciones ha amortiguado el efecto del flojo crecimiento de las exportaciones, el resultado neto está siendo todavía algo peor de lo que esperábamos.  Estimábamos que las exportaciones de bienes y servicios españoles en los 12 meses hasta Abril de 2012 superarían ya a las importaciones.  Para no inducir a engaño, eso no habría significado que el déficit corriente estuviese ya liquidado, puesto que además de las importaciones, todavía hay que pagar con las exportacion otras 2 partidas más:  las rentas (básicamente intereses de la deuda, que son unos 27.000 MEUR anuales) y las transferencias (básicamente las remesas de emigrantes hacia sus países de origen, unos 6.000 MEUR anuales).

A pesar de ello, que las exportaciones sean superiores a las importaciones habría sido un buen comienzo.  De hecho, la última vez que eso ocurrió fue en tiempos de Aznar, cuando España fue admitida en el Euro (1998).  Sin embargo, al salir la cifra de Abril se ha visto que las importaciones todavía son algo mayores que las exportaciones (si bien no mucho, 330.000 MEUR contra 329.000 MEUR), y que el objetivo de que las exportaciones las sobrepasen queda aplazado 2 meses.  Una pena.

Empleo boyante

El empleo, por el contrario, nos ha dado una alegría inesperada.  Aunque no la publica habitualmente, la Gacetilla cuenta con una previsión de empleo mensualizada bastante fina.  Típicamente, las desviaciones de la cifra de empleo de cada mes, respecto a la previsión de la Gacetilla, son de menos de 10.000 empleos arriba o abajo (lo cual está bastante bien, tratándose de una cifra de alrededor de 17.000.000).  Bien, pues este mes (Junio) la cifra real ha sido nada menos que 65.000 puestos de trabajo por encima de lo que esperábamos, de modo que os imaginaréis nuestra sorpresa.

Pensamos que las razones para este comportamiento tan bueno son 2.  En primer lugar, parece que los sueldos pueden estar bajando finalmente.  Esto, que es lo que pasa normalmente en cualquier país con paro elevado, no sucediía en España.  La principal razón es el sistema de subsidio al desempleo que tenemos aquí es mucho más generoso, en relación con el salario básico, que en ningún otro sitio.

Un empleo básico paga en España unos 900 EUR mensuales.  Sin embargo, cuando ese mismo trabajador queda desempleado, recibe un subsidio de unos 800 EUR, con el cual puede contar, de forma casi automática, durante 2 años.  La consecuencia de esta relativa generosidad es que se desincentiva casi completamente la búsqueda de un nuevo empleo, puesto que los meros costes de transporte (por no hablar de otros adicionales) son superiores a la diferencia de ingresos que obtendría el trabajador que abandonase el paro y renunciase por tanto al subsidio.

Esta circunstancia, que no se da en otros países, es la que produce que el desempleo en España sea tan superior al de su entorno, incluso al de vecinos tan directamente comparables como Portugal.  Esa es también la razón por la cual en España se produce la curiosa circunstancia que el desempleo afecta más a los empleos con sueldos bajos que a los de sueldos altos, lo cual parece ilógico.

Pensadlo un poco:  ¿por qué iban las empresas a echar antes a los empleados más baratos que a los caros?  La respuesta es que no es tanto que a los empleados caros no los echen (que sí lo hacen), sino que estos tienen mucho más incentivo para buscarse otro trabajo, y generalmente lo encuentran mucho antes.  Eso sucede porque su subsidio de desempleo es casi igual que el que devengan los empleos básicos, y por lo tanto su pérdida de renta estando desempleados es mayor.

Como decíamos, el efecto de que los subsidios sean relativamente altos es que los trabajadores (sobre todo los que aspiran a empleos básicos, como vimos) tienden a permanecer más tiempo cobrando el subsidio y, por lo tanto, desempleados.  Aun así, el sistema español prevé que se agote el subsidio pasados 24 ó 30 meses (según los casos), de modo que  a partir de ese momento, los trabajadores recuperan el incentivo para buscar empleo.  Y una vez acuden al mercado de trabajo, provocan presión a la baja en los sueldos.  En otras palabras, el efecto del subsidio al paro en España es que se retrasa el efecto a la baja que el paro elevado ejerce sobre los sueldos.

¿Menores sueldos?

Sucede pues que en Junio de 2012 se han creado muchos más puestos de trabajo de lo previsto.  Tal vez se deba esto a que, una vez agotado el subsidio, la intensificación de la búsqueda de empleo por los parados está produciendo por fin una bajada de sueldos, la cual a su vez anima a las empresas  contratar, resultando en una superior creación de nuevos puestos de trabajo (peor pagados, pero más numerosos).

Otros datos parecen reforzar esta interpretación.  Desde que el inicio de la crisis se han destruido unos 2.400.000 puestos de trabajo, de los cuales más de la mitad (concretamente 1.300.000) entre Junio de 2008 y Junio de 2009.  Todos esos parados han ido agotando sus subsidios entre Junio de 2010 y Diciembre de 2011 (según tuviesen derecho a 24 ó 30 meses), de modo que ya llevan en promedio algo más de 1 año sin subsidio, y es razonable que vayan aceptando contratos con sueldos menores.

Por otra parte, la inflación en España está en el 1,9% anual, contra una media del 2,4% en la Eurozona, de modo que se aprecia que las empresas también están ajustando sus precios, lo cual lleva a pensar que estarán probablemente también amarrando sus costes (incluidos los salariales) simultáneamente.

Mayor estacionalidad

Hay una segunda cuestión que parece estar influyendo en el buen dato de creación de empleo de Junio, y es el incremento de la estacionalidad del empleo en España.  Aunque siempre ha habido más empleo en verano que en invierno, parece que la caída del consumo interno ha llevado a una mayor absorción de mano de obra por las industrias exportadoras estacionales, particularmente el turismo.  El resultado es que, desde que comenzó la crisis, el empleo se ha reducido unos 300.000 puestos más en los meses otoño (Octubre, Noviembre y Diciembre) que en los de verano (Julio, Agosto y Septiembre).  Es pues posible que al menos parte de la causa del inesperadamente positivo de Junio sea una acentuación adicional de la estacionalidad.

En cualquier caso, no permitais que los árboles os impidan ver el bosque:  que suba el empleo más de lo previsto es bueno, aunque se trate de puestos pero pagados y más estacionales.  De hecho, es preferible que la fuerza laboral esté trabajando en sectores exportadores, como el turismo porque, aunque sean estacionales, los ingresos que generan son en realidad más seguros que otros, puesto que dependen del mercado exterior.  Es posible pues que la construcción estuviera mejor pagada que la hostelería, pero lo cierto es que los 2.000.000 de trabajadores de la construcción que se quedaron en paro entre 2007 y 2010 ahora no pueden sino envidiar la relativa bonanza laboral de los trabajadores de la hostelería.

Alargamiento del ajuste

De modo que ya veis, los dato conocidos este mes indican que la exportación está yendo algo peor de lo que esperábamos, pero la generación de empleo está indiscutiblemente yendo algo mejor.  A la vista de estos nuevos datos, creemos que nuestra previsión para el final del ajuste se desplaza desde el final de 2013 hasta el año siguiente.  Sin embargo, ese retraso va es menos grave de lo que puede parecer, por 2 razones.

En primer lugar, porque nuestra previsión depende de como evolucionen las exportaciones, y ya veis como puede cambiar la película al cabo de 6 meses:  si en Enero pensábamos que crecerían el 8%, ahora pensamos que lo harán el 6% (todavía esperamos que reboten al alza un poco desde el 4%, particularmente si el BCE baja los tipos de interés este mes).

En segundo lugar, porque debéis tener en cuenta que el final del ajuste va a ser muy suave de modo que, aunque estadísiticamente lo demos cerrado un día o 6 meses más tarde, en realidad se va a notar muy poca diferencia.  De hecho, estimamos que puede que comience a crearse empleo (en términos interanuales, que son los que hay que mirar) ya alrededor de Mayo de 2014.  Esto, a su vez, puede llegar a tener alguna importancia política, ya que ese mes justamente se celebrarán las elecciones municipales y autonómicas, que pueden revalidar o atajar el actual dominio del PP sobre esas instituciones.

Hala, chavales, ya veis lo que tenemos:  las exportaciones algo más flojas, el empleo algo más fuerte, la recuperación un poco más tarde y, si vuelve a haber malas noticias, la reválida en 2014 del actual dominio municipal y autonómico del PP podría llegar verse afectada.  Pero bueno, seguimos pensando que el año 2014 ya va ser moderadamente bueno a pesar de todo.

¡Ya os contaremos el mes que viene!