Atención chavales, frase para la historia:
En el
día de hoy, desactivado y neutralizado el desastre socialista, han alcanzado
las macromagnitudes nacionales sus últimos objetivos económicos.
La crisis ha terminado.
La
verdad es que Mayo es un gran mes.
Pasadas las lluvias de Abril, el sol de primavera convierte a Mayo en el
mes de las flores, en el de la Virgen María para los católicos, y en el de los
grandes eventos para los lectores de la Gacetilla (un grupo pequeño, pero bien
informado).
Fue en
Mayo de 2007 cuando publicamos el artículo que, yendo en contra de toda la
tendencia del momento, predecía el principio de la crisis (como curiosidad
especial de primavera, os incluimos ese valioso documento histórico al pie de
este artículo).
Y en Mayo de 2010 fue
también cuando Zapatero fue por fin forzado a emprender el ajuste que os
anunciamos nos sacaría de ella (“Zapatero
dobla la rodilla”). Bien, pues ya es
otra vez Mayo y, 6 años más tarde, estamos encantados de encontrarnos en
posición de confirmaros que la crisis por fin terminó.
Para
aquellos de vosotros que ante noticia tan dichosa se sientan tentados de
acercarse a un cajero inmediatamente, para comprobar si el fin de la crisis
significa que ya tienen más dinero, tenemos que pedir templanza y sosiego. Que la crisis haya terminado por fin no
significa que ya seamos todos ricos, sino solo que el año próximo seremos un poco
más ricos que hoy.
Comprendemos vuestra
desilusión, pero fijaos como ha cambiado el cuento, puesto que hasta ahora
habíamos venido notando que cada año iba siendo inexorablemente peor que el
anterior.
¿Qué es
lo que ha cambiado entonces?
Pues bien, como sabéis, la crisis
fue consecuencia de la orgía económica organizada por el gobierno Zapatero
entre 2004 y 2007, mientras luchaba por enterrar rápidamente el 11-M y
negociaba desesperadamente con ETA.
Siempre es más fácil hacer lo que te da la gana cuando los vecinos están
ebrios, en este caso de dinero.
La vía
utilizada para montar la fiesta fue la eliminación de las barreras al gasto
autonómico y el continuo aumento de la financiación a las Comunidades Autónomas
pero, sobre todo, la organización de un espectacular incremento del crédito al
sector privado. Las cajas de ahorros en
particular, que estaban controladas políticamente, lideraron una explosión de
la concesión del crédito, forzando al resto del sistema bancario a seguirlas
(aunque fuera a cierta distancia), para no perder negocio.
El resultado es el desastre que os podéis imaginar. En este video ilustramos lo que pasó usando datos del Banco de España (vedlo a toda pantalla, o no podréis leer los letreros que contiene).
¿Y por qué estamos tan seguros pues de que terminó la crisis?
Pues porque el principal problema que causó la borrachera de crédito de Zapatero fue una explosión del déficit corriente, porque gran parte del dinero que prestaban los bancos venía del extranjero. Así pues, la primera misión del Gobierno que sustituyó a Zapatero fue acabar con el déficit exterior. Y parece que por fin ya lo han conseguido. Vedlo aquí:
El último dato es nuestra estimación, la cifra real se publicará a fin de este mes. Pero Euro arriba o abajo, está claro en qué sentido se están moviendo las cifras dentro del último año, y ahí estamos.
Eso es muy importante, porque quiere decir que ahora la nación ya no se financia con dinero extranjero, sino doméstico. Y esa independencia da la confianza en el país que los bancos necesitan para poder volver a acceder al crédito en los mercados.
No será inmediato. Durante la crisis, el Banco Central Europeo tuvo que acudir al rescate de los bancos españoles con 400.000 MEUR. Aunque los bancos han estado devolviendo el dinero a buen ritmo, y la deuda ya está en 260.000 MEUR, todavía quedan unos 10 meses hasta que la hayan bajado a un nivel aceptable. Hasta entonces, es improbable que el crédito crezca mucho. Pero también es innecesario que siga cayendo al ritmo actual.
Eso, además, también tendrá efecto en el empleo. Tras el ajuste que fue necesario en 2012 (el año en el que por poco tienen que intervenir a España), la destrucción de empleo se aceleró, pero desde Enero de 2013, el ritmo se ha venido relajando. Vedlo en este gráfico:
El gráfico mira a la destrucción de empleo de los últimos 12 meses. Sin embargo, la situación es bastante mejor de lo que indica, porque si hiciésemos con la destrucción de empleo esperada para los próximos 12 meses (es decir, de hoy hacia el futuro), veríamos que la cifra esperada es casi cero.
Así, frente a los 3.100.000 empleos destruidos desde que empezó la crisis, solo quedan por destruir menos de 100.000, una cifra comparativamente pequeña. Y a partir del próximo invierno, España empezará a crear empleo neto.
Ese día sí que veréis como muchos empiezan a mirar sus cuentas corrientes para descubrir como, por fin, vuelve a haber dinero en ellas.
De modo que finalmente
terminó la crisis. Según os adelantamos, cerramos este artículo con la re-publicación de nuestra edición de Mayo de 2007, en plan conmemorativo.
Felicitaciones a
todos los supervivientes.
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25 de Mayo de 2007
Gacetilla Panfletaria - Edición alarmante.
Estimado populacho:
Allá va un tratado de
macroeconomía para el consumo de las masas necesitadas.
Hace 2 años
pronosticábamos que en 2007 vendría el tío Paco con la rebaja. Sin embargo, aquí estamos y España todavía va
bien ¿o no?
Todos los
comentaristas económicos destacan el fuerte crecimiento económico, la explosión
de la inversión en obras públicas, la vivienda, las oleadas de cientos de miles
de inmigrantes que se incorporan felizmente a la fuerza laboral... la pera, vamos. Pero
¿de verdad vamos tan bien?
Ahora está feo
decirlo. Ningún analista quiere oponerse
frente a la beatífica corriente imperante, y levantar el dedo para decir: "¡Ejem!
En realidad no vamos tan bien.
Sólo sucede que gastamos mucho dinero, que no es lo mismo".
Fijáos en esto. En 1992 y 1993, tras un desmadre de gasto
impresionante (recordad la Olimpiada y los festejos del Quinto Centenario),
alcanzamos un déficit corriente del 4,5% del PIB. Es decir, que comprábamos más de lo que
vendíamos porque vivíamos por encima de nuestras posibilidades. Como la cosa era evidentemente insostenible,
sufrimos 3 devaluaciones prácticamente seguidas, que redujeron el valor de la
peseta en un 25% en total, más o menos.
La correspondiente crisis mandó al paro al 20% de la población
activa. En 1991 eramos 12 millones trabajando,
y al final de 1993 sólo quedábamos 10 millones con trabajo, el resto al paro o
prejubilados, que es una forma elegante de decir lo mismo.
Pues ved lo que pasa
ahora. En 2006 hemos tenido un déficit
corriente del 8,5% del PIB, es decir, casi el doble que en 1992. Y a estas alturas de 2007, el déficit
corriente ya está alrededor del 10% del PIB.
Si la fiesta era insostenible entonces, pensad ahora.
La diferencia es que
ahora estamos en el Euro, y ya no hay devaluación que valga. Básicamente podemos seguir puliéndonos la
pasta hasta que los inversores extranjeros que nos financian la fiesta
(encabezados por el arquetípico ahorrador que es el dentista alemán) vean que
ya estamos demasiado endeudados y se harten de prestarnos dinero.
¿Pero cuanto nos
endeudamos? He aquí las noticias. La deuda exterior bruta de España aumentó en
225.000 millones de EUR (MEUR) en 2006.
Es verdad que también aumentaron los activos de España en el exterior,
pero aun así la deuda neta aumentó en 131.000 MEUR. Para que podáis comparar, el consumo total de
los 44 millones de personas que vivimos en España ese mismo año (es decir, todo
lo que gastamos en gasolina, comida, teléfono, calefacción, vino, porros, papel
de fax, taxis, camisetas, viajes de placer y todo lo demás) fue de 738.000
MEUR. Es decir, que la deuda externa
el año pasado financió el 18% de todo lo que consumimos los españoles. La foto puede complicarse más, pero este
resumen no está mal, y los datos son los que son.
¿Y por qué nos
endeudamos tanto? ¿No será para pagar
tanta vivienda y tanto túnel? Pues no, o
al menos no sólo para eso, porque en 2006 se construyó en España por valor de
106.000 MEUR.
¿Y hasta cuando nos
van a seguir prestando? Pues no se, porque a estas
alturas ya nos hemos juntado con un 1.365.000 MEUR de deuda externa bruta
(565.000 neta). Pero sí se que un
buen día sucederá será lo siguiente:
1 - El dentista
alemán seguirá dejando su dinero en el Commerzbank (por ejemplo).
2 - El Commerzbank
recibirá a continuación, como de costumbre, una petición de CajaEspaña (por
ejemplo, ya que tiene fama de estar gestionada por una panda) para que le
aumente las líneas de interbancario.
3 - En ese momento,
la bolsa (como le pasa a veces) estará bajando.
4 - La bajada de la
Bolsa provocará que ciertas empresas, que tenían pensado ampliar su capital
para tapar unos agujerillos, no consigan hacerlo.
5 - Entonces quebrará
alguna, por ejemplo una inmobiliaria grande, digamos Astroc (ya que ha estado
tanto en la prensa últimamente), y que (oh, sorpresa) tenía mucha más deuda de
la que declaraba, que es lo que suele suceder siempre en estos casos.
6 - El mercado
descubrirá, boquiabierto, que en realidad a Astroc le habían estado dejando
mucho más dinero de lo razonable ciertas cajas de ahorros, por motivos
políticos y por efecto de la avaricia de algún directivo medrador carente de
escrúpulos. CajaEspaña resultará ser una
de las principales afectadas.
7 - Ante la
incertidumbre, y al acumulársele los problemas a CajaEspaña (supongamos que ya
la hubieran pillado en un par de líos más), Commerzbank dudará de la solvencia
de CajaEspaña y, por si acaso, denegará el aumento de líneas. El dinero del dentista alemán acabará
entonces por lo tanto financiando a Renault en Francia.
8 - El mercado, a la
vista de las malas noticias sobre CajaEspaña, empezará a dudar de la calidad de
todo el sistema financiero español, en particular de las cajas de ahorros, que
son manejadas por políticos autonómicos famosos por su afición a comer gambas
"gratis total". Como
consecuencia, muchas otras cajas verán recortadas sus líneas igual que
CajaEspaña.
9 - Ante la falta de
acceso a financiación nueva, las cajas empezarán a no renovar los créditos a
sus clientes más flojos, y a pedirles que devuelvan la pasta. Lo que les faltaba a éstos: unos cuantos de ellos se irán a la porra acto
seguido, dejando a sus empleados en la calle.
Tendremos un Delphi en cada pueblo.
10 - El aumento del
paro provocará una caida en el consumo, y éste una contracción de los
beneficios de las empresas más sanas, las cuales por lo tanto dejarán de
contratar a nuevos empleados.
Y así se montará
un círculo vicioso que nos meterá en una crisis. Esta durará hasta que nos hayamos
apretado el cinturón lo suficiente como para ser capaces de vivir ajustándonos
a lo que producimos, que es lo que sucedió en 1994 (ese año, después de que se
quedara en la calle el 20% de los asalariados españoles, se acabó el déficit
corriente. mira tú).
¿Cuando va a suceder
esto? Pues los que no recordéis
la anterior crisi (que seréis la mayoría, porque hace ya 14 años), seguid
las noticias de prensa sobre empresas demasiado endeudas (por ejemplo las
inmobiliarias) y bancos demasiado pillados (por ejemplo las cajas de ahorro
pequeñas y medianas). Por cierto,
que en 1994 el banco que se fue a la porra fue el Banesto de Mario Conde, que
yo recuerdo particularmente bien.
Y entonces ¿cuales
son las buenas noticias? Pues que tal
vez no nos la peguemos. Puede que
simplemente las familias dejen de comprar casas (parece que ya está pasando),
que dejemos de construirlas (ordenadamente), que se vayan los obreros al paro,
que los que sean inmigrantes se vuelvan a sus países (o a Alemania, que tampoco
es mala idea), que los sueldos se pasen sin subir unos 6 años, que durante ese
tiempo las exportaciones españolas sigan creciendo al 10% anual (es decir, unos
25.000 MEUR más cada año) y que al cabo de ese tiempo nuestra deuda externa
neta deje de crecer (25.000 x 6 = 150.000).
Hablamos de que en este escenario optimista nos pasamos 6 años
prácticamente sin obras nuevas (ni AVE, ni trasvases), y sin subidas de
sueldo. Caray con el optimismo.
Saludos,
La Redacción.