sábado, 16 de mayo de 2009

Previsiones - La crisis se acorta

Ya ha llegado la hora de publicar nuestra habitual tabla de previsiones macro, para sacar al populacho de la indigencia intelectual de los economistas de prensa.

De nuevo, al rescate llega la Gacetilla con previsiones económicas para las masas. Como siempre, podréis no estar de acuerdo, pero no podréis quejaros de que nos mojamos, ni de que nos limitamos a daros un refrito de lo que vamos leyendo por ahí. En este restaurante, toda la cocina es estrictamente casera.

Bueno, pues allá van.



Aunque nuestro análisis básico no ha cambiado, nuestros más avezados lectores habrán notado en seguida como sí han cambiado algunos números de nuestra previsión este último mes.

Lo primero que llama la atención es que ahora somos considerablemente más pesimistas en la previsión de PIB de 2009. Pero no os dejéis engañar por las apariencias. En cuanto sigáis leyendo, veréis como más bien lo contrario es cierto.

De hecho, podéis notar como nuestra previsión para 2010, que era muy negativa hasta el mes pasado, ha mejorado sustancialmente. Lo mismo, aunque en grado menor, puede decirse de nuestras previsiones para 2011 y 2012. En otras palabras, ahora creemos que la crisis actual será más fuerte al principio y más suave después.

¿Y por qué este cambio de opinión?

Pues durante este mes se ha publicado el dato adelantado de PIB del primer trimestre de 2009, que ha sido pésimo. Pero no hemos estado solos. Durante ese período, los datos de PIB del resto de Europa y EE.UU. han sido igualmente paupérrimos.

Sucede pues que, en nuestra limitación, hemos estado haciendo previsiones sobre la economía española de forma casi aislada, prestando poca atención a la influencia que la salud financiera de nuestros socios comerciales podía tener en nuestros propios avatares.

Puesto que los otros países están atravesando sus propias dificultades, se ha producido en los últimos meses una situación que no habíamos visto desde hace tiempo, y las exportaciones españolas están comportándose muy negativamente. Esto hace más profundos los ya graves problemas que padecíamos.

Sin embargo, que la recesión sea más fuerte en esta fase, va a tener la consecuencia de amortiguar sus efectos más adelante. Básicamente, en la Gacetilla no pensamos que la crisis vaya a ser más profunda de lo que de otra manera habría sido, sino únicamente más rápida.

Por lo tanto, nuestras previsiones de caída del PIB en 2010 y 2011 son más suaves que anteriormente (muy especialmente en el primer caso), y para 2012 pronosticamos una economía plana, que puede crecer ligeramente e incluso volver en pequeña medida a la senda de creación de empleo.

Para decirlo claramente, nuestras expectativas generales en relación con la crisis son las que veníamos comentando desde hace tiempo: destrucción de unos 3.000.000 de puestos de trabajo, paro subiendo hasta los 5.000.000 de personas, y sin recuperación hasta 2012.

En este sentido, la previsión de la Gacetilla ya va coincidiendo con la de los organismos de previsión económica. Parece ya no somos los más pesimistas del mercado no sólo en 2009, como hasta ahora, sino incluso en los años siguientes. Por ejemplo, nosotros no creemos que la cifra de parados (4.000.000 en la actualidad) vaya a llegar a 6.000.000 en toda la crisis, como ya se ha especulado (aunque sí a 5.000.000).

Por otra parte, la fuerte variación del perfil de la curva de caída sí puede tener repercusiones políticas, si se confirma. Si el escenario político central de la Gacetilla (elecciones anticipadas a 2011) no se cumple, y el actual Gobierno consigue llegar a 2012, podrá contar con una economía que ya habrá tocado fondo.

Otra cosa es que eso sea suficiente para evitar la que desde la Gacetilla consideramos inexorable derrota electoral del partido en el Gobierno. Seguimos creyendo que no, incluso si pudiese recurrir a su principal as en la manga (es decir, algún tipo de acuerdo con ETA que pudiera presentarse como el fin del terrorismo).

Este Gobierno parece anatómicamente incapaz de dar una mala noticia a los electores. Hasta ahora, no ha habido solución para problema alguno (autonomías, televisión, paro, política industrial) que no haya pasado por un incremento del gasto del Estado. Sin embargo, la UE prevé que el déficit inevitablemente causado alcance el 9,2% del PIB este año.

Siendo esta la situación, el Gobierno tendrá únicamente la opción de empezar a dar disgustos a un electorado ya escéptico (vía aumento de impuestos o recorte de gastos), o bien no tendrá más alternativa que administrar los tiempos de los inevitables rapapolvos europeos y seguir trampeando hacia adelante, evitando tomar medidas reales.

Esta última ruta es, con mucho, la opción más probable. Y estando así las cosas, llega la hora de la oposición. ¿Será la oposición capaz de plantear una alternativa preferible a la del actual Gobierno?

Pero existe otro factor. Actualmente, traban 18 millones de personas en España, según la Seguridad Social. Según el INE, algo más de 3 millones de ellos son funcionarios. Por lo tanto, hay unos 15 millones de españoles que pagan los impuestos que sostienen el país.

Además de los 3 millones de funcionarios, hay 9 millones de pensionistas (también según la Seguridad Social) y 2,6 millones de parados que cobran subsidio (según el INEM), total 14,6 millones de personas viviendo de los impuestos que pagan los otros 15 millones.

Ahora, además, el Gobierno quiere extender los beneficios del paro 12 meses más, lo cual beneficiaría a unos 300.000 perceptores justo a tiempo para las siguientes elecciones generales.

Siendo esa la situación, y a pesar de como se ha gestionado el país ¿tendrán los electores los arrestos necesarios para votar a un Gobierno que coja el toro por los cuernos? ¿O habrá conseguido efectivamente el Gobierno ampliar a toda España el esquema electoral subsidiado que ha hecho inexpugnable su control de la Junta de Andalucía?

Ahí es donde se verá lo mejor de la democracia. O tal vez lo peor.

Seguiremos informando.