lunes, 26 de marzo de 2012

Elecciones andaluzas - Punto y seguido

Ayer se celebraron elecciones autonómicas en Andalucía y, como a estas alturas ya sabéis todos, nada ha cambiado:  el PSOE seguirá en el poder otros 4 años más.  Este resultado, que parecía improbable (aunque tampoco imposible, la verdad), ha sorprendido sin duda a muchos observadores, y nos despierta varios comentarios.

Ni corrupción ni vainas

En primer lugar, y aunque el PSOE ha perdido 1 tercio de los votos que obtuvo en 2008, se ha demostrado que la resistencia del votante socialista a la sucesión de escándalos de corrupción es mucho mayor de lo previsto.  Hablamos ya de niveles casi espectaculares.

Además de casos anteriores (el mayor de los cuales, Mercapital, manejaba ya cifras de 3 dígitos en MEUR), se da el caso que, pocas semanas antes de las elecciones, el director general de Trabajo de la Junta de Andalucía, Francisco Javier Guerrero, fue detenido bajo acusación de desviar a usos espurios (incluyendo su propio provecho personal) una gruesa parte de un fondo de 647 MEUR, destinado a los parados andaluces.

El hecho de que las acusaciones incluyan la de haber venido gastando, de forma supuestamente rutinaria, unos 25.000 EUR mensuales procedentes del fondo, en compras de cocaína para consumo recreativo de los allegados de Guerrero, dan a este caso un aspecto particularmente miserable.

Pues bien, tal vez no tanto como podría haberse anticipado porque lo cierto es que, llegado el día de las elecciones, 2 tercios de los votantes del PSOE no estimaron que dichas acusaciones fueran motivo suficiente para cambiar el sentido de su voto.  Esto resultó bastante extraordinario, e incluso imprevisible, para muchos analistas.

Ideología desatendida

Otra cuestión que, sin embargo, no debe escapar a la atención de los lectores de esta inmarcesible publicación, es que el PP no solo no consiguió captar el voto del PSOE, sino que además el PP incluso perdió parte (más del 10%) de los votos que había obtenido en la anterior conocatoria electoral andaluza, celebrada en 2008.

Este dato es muy importante, porque de él puede desprenderse que el PP ha resultado incapaz de constituirse en una alternativa que los electores valoren como atractiva y deseable, lo cual levanta viejas dudas sobre las ventajas que en política otorga prestar atención suficiente a la creación de un discurso ideológico bien asentado.

¡Puf, qué alivio!

El tercer comentario se refiere al alivio con el cual el PSOE ha recogido la posibilidad de mantener el control de las ingentes cantidades que la Junta de Andalucía maneja, en términos de número de cargos de confianza a nombrar, volumen de contratas a gestionar y cifra de funcionarios públicos a controlar que el gobierno de la Junta de Andalucía otorga.

Se escapa a muy pocos que, en una situación de práctica sequía de poder en toda España, el partido dispone de un asidero donde ofrecer refugio, al menos para parte de los miles de personajes de su entorno que las recientes derrotas electorales han privado de puerto alternativo donde recalar.

Recordad como la prensa afín al partido anunciaba que un resultado así sería un alivio, antes de que se produjera (así lo explicaba El País), y ved como constata ahora que así ha sido efectivamente, una vez conocido el resultado efectivo (he aquí el artículo del también izquierdista diario 20 Minutos).

Minoría de edad

Nuestra cuarta observación se refiere a la exclusión de UPyD del parlamento andaluz.  Aunque haya superado el 3% del voto, las normas electorales le han impedido alcanzar ninguno de los 109 escaños en liza, lo cual es decepcionante para un partido joven y al alza, que se ha convertido en el cuarto en Andalucía por número de votos.

Esta exclusión retrasará la confirmación de UPyD como alternativa a nivel nacional, dentro de la izquierda, de modo que he aquí otro motivo de alivio para el PSOE.

Montando una jaula de grillos

El quinto punto no es tan positivo ya para el PSOE, puesto que tiene que ver con la distribución de poder dentro del propio partido.  Es público que José Antonio Griñán, quien a tenor del resultado de ayer probablemente repita como presidente de Andalucía, está personalmente distanciado del secretario general del partido, Alfredo Pérez Rubalcaba.  Y llueve sobre mojado en ese sentido, porque parece a Rubalcaba se le suceden los incendios organizativos como requero de pólvora.

En Madrid, el partido ha confirmado recientemente como secretario general a Tomás Gómez, otro rival interno de Rubalcaba, con quien incluso se enfrentó públicamente en su día.  En Cataluña, el PSC dió su respaldo cerrado nada menos que a la rival interna de Rubalcaba en primarias, Carme Chacón.  En la Comunidad Valenciana, subsiste la insalvable división del PSPV en 2 facciones contrapuestas, aparentemente irreconciliables entre si.  En Galicia, donde parecía haberse consensuado fatigosamente el nombre de Pachi Vázquéz como secretario general del PSdG, este resultó al poco de ser elegido afectado por ciertas acusaciones vertidas en sede judicial, lo cual podría reabrir la sucesión local.  Y para guinda, en Ibiza el partido se ha visto, tras sufrir un motín interno, en la necesidad de montar directamente una gestora.

De modo que el resultado de las elecciones andaluzas, aunque favorable para el partido en sentido amplio, podría acabar por convertirse indirectamente en la puntilla para su disciplina orgánica.  Ya veremos como acaba este asunto.

¡Ojo al balón!

Y finalmente, el futuro, por supuesto (no cabía esperar menos, tratándose de la Gacetilla).  Está claro que el resultado de ayer ha sido malo, tanto para el PP, como para quienes confiamos en que España sea capaz de tomar el toro de la economía por los cuernos, atajar los malos hábitos del pasado, disciplinar el gasto público (recortando particularmente las partidas a cocaína, si fuera posible), reducir el déficit y zanjar por fin la crisis.

A partir de ayer, por el contrario, está claro que habrá un importante gobierno autonómico con un fuerte incentivo para seguir haciendo lo de siempre, y para jugar además a la contra con las propuestas que partan del Gobierno central.  No hay ninguna duda de que eso hará más difícil la aplicación de las medidas que permitar superar la crisis.

Pues qué le vamos a hacer.  Sin embargo, no perdais de vista el balón, porque las elecciones andaluzas fueron ayer, pero el partido sigue jugándose hoy.  Esta semana se va a producir una huelga general, se van a presentar los muy esperados Presupuestos Generales del Estado para 2012, y se van a publicar las cifras de déficit por cuenta corriente correspondientes a 2012.

Si el seguimiento de la huelga fuera bajo, los presupuestos creíbles y las cifras de déficit prometedoras, entonces sería posible que la semana próxima nos encontremos ya de vuelta en la senda de la recuperación de la confianza.  En tal caso, puede que para entonces la percepción de la repercusión del resultado de las elecciones andaluzas evolucione rápidamente.

Quien sabe si este resultado pueda, a la postre, incluso acabar quedando en poco más que la llamativa, pero igualmente anecdótica, expresión de la aversión al cambio de la región más económicante atrasada del país.  Un mal dato, pero no uno irremontable.

De modo que ya sabéis, chavales:  las reformas se han llevado un ojo morado, pero seguimos jugando.  ¡Ojo, y al balón!

jueves, 22 de marzo de 2012

Entrelíneas - Corrupción policial en Sevilla

Hace tiempo que Sevilla viene destacando por un degradamiento espectacular de la efectividad policial.  Para decirlo directamente, no tenemos datos que nos permitan decir que hay corrupción policial pero, desde hoy, sí tenemos un nombre propio sobre quien irnos informarndo:  el del comisario jefe Manuel Piedrabuena.

Esta Redacción empezó a preocuparse por Sevilla a raíz del caso de Marta Del Castillo.  Como es sabido, en 2009 unos pandilleros de corta edad tal vez violaron (esto no está probado), pero con certeza mataron, a la amiga de uno de ellos, Marta Del Castillo.  Hasta aquí nada anormal, dentro del sórdido ámbito de las noticias de sucesos.

El quinqui que sabía latín

Sin embargo, inmediatamente se produjo un hecho que hizo saltar un muelle en el sensible sistema de alarmas periodísticas de la Gacetilla.

Sucede que, inmediatamente después de ser detenidos, los delincuentes juveniles organizaron una defensa perfecta, la mejor posible dada la delicada situación penal en la cual se encontraban.  Nos llamó la atención tanto lo fina que era su defensa (digna, como decimos, de haber sido preparada por el mejor experto), como lo rápidamente que habían sido capaces de ponerla en pie.  Se diría que la tenían ya preparada antes incluso de tenido ocasión de hablar con su abogado.

En sus primeras declaraciones policiales estos delincuentes, a quienes presumíamos inexpertos y mucho menos capaces de coordinarse entre si, fueron capaces de hacer desaparecer el cadáver, y luego de sostener contra viento y marea una pantalla de pistas falsas, que bien podrían haber estado directamente pergeñadas para causar un dispendio estratosférico, y por ende gran fatiga a la investigación.

Los delincuentes primero declararon haber arrojado el cadáver al río Guadalquivir, lo cual obligó a dragar 70 km de río navegable, y después haberlo arrojado al mayor vertedero de Andalucía, lo cual obligó a revolver 40.000 toneladas de basura.  Una pesadilla que parecía diseñada por un experto en frustrar investigaciones de asesinatos, radicado en Sevilla.

Y todavía resultaba más llamativo que los delincuentes mantuviesen la coordinación suficiente entre ellos para sostener ambas pistas falsas el tiempo necesario para que causasen el efecto pretendido.  Era como si los muchachos (el mayor de ellos tenía 20 años) tuviesen una fe poderosa, en relación a la forma como se estaba conduciendo el caso.

Pero lo mejor de todo fue la optimización.  El propio padre de Marta, Antonio Del Castillo, había puesto a la policía sobre la pista del asesino, Miguel Carcaño, al poco de desaparecer la niña, de modo que este tenia dificil la creación de una coartada sostenible.  Por el contrario, en los críticos días que separaron la denuncia de Del Castillo y la efectiva detención de Carcaño, este se ocupó de hacer desaparecer todo rastro del cadáver.

Lo más sorprendente es que, una vez detenido, Carcaño confesó inmediatamente el crimen, si bien negó la violación y describió el suceso como involuntario.  A falta del cadáver, ambos extremos se hacían plausibles, y eso abría, a su vez, la posibilidad de que nos encontrásemos ante un homicidio (menos grave que un asesinato) confeso (lo cual puede atenuar la pena) y sin violación (no hay pues un segundo delito).

Por si fuera poco, la falta de pruebas abría la puerta (casi literalmente) a la excarcelación de todos los demás acusados.  Táctica perfecta, vamos.

En cuanto al delito de homicidio, en España se pena relativamente poco (unos 12 a 14 años típicamente), la pena que se cumple de verdad es todavía menor (unos 8), y eso suponiendo que no se consiga acortar la condena mediante recurso.  Es decir, lo probable era que, gracias a la desaparición del cadáver, Carcaño volvería a estar en la calle a los 28 años (de hecho, luego no le fue tan bien, porque el juez le impuso 20 años y él recurrió para que le quiten 5 e ellos).

Teniendo en cuenta la que le podía caer (solo por violación, que está muy penado en España, iban a ser otros 7 u 8 años), amén de las condenas a sus cómplices, pues óptima defensa en cualquier caso.  Y, de nuevo, todo por haber hecho desaparecer el cuerpo, y luego haber mareado diestramente la investigación.  Cuanta habilidad.

Como decimos, la cosa nos dejó pensando si no podría haber recibido Carcaño ayuda desde el interior, a la hora de pergeñar su acertada defensa.  Y más todavía, al ver que, efectivamente, uno tras otro sus cómplices iban siendo excarcelados, lo cual la hacía todavía más vistosa.  O eso, o si no tenemos que averiguar el teléfono de su angel de la guarda, para ficharlo como sea.  ¡Qué tío!

Cocaína en fuga

En paralelo, se produjo otro caso en Sevilla que nos llamó la atención.  Se trata de la desaparición en 2008 de decenas de kilos de cocaína y heroína decomisados por la Policía (unos 100 kilos), nada menos que desde una  mazmorra de la Jefatura Superior de Policía en Sevilla, donde se encontraban almacenados.  De nuevo, un caso que sugería corrupción policial en esa ciudad.

En la Gacetilla tendemos a pensar que estas cosas no suelen producirse por mera coincidencia.  Tampoco hay tantos policías en Sevilla, ni parece razonable pensar que estén corruptos todos ellos, sino más probablemente solo unos pocos.  De modo que estábamos con las orejas tiesas y la nariz al viento, para ver si nos llegaban más pistas.  Bueno, pues hoy nos ha llegado lo que podría ser una.

Acusado de corrupción


La acusación está hecha nada menos que por el propio Francisco R. B. (otro importante policía, por lo tanto), en un escrito interno que obra en poder de la propia policía:  La acusación parece pues del todo seria, y apuntaría a que el policía Miguel Piedrabuena estaría corrupto.

¿Sabéis quien es MIguel Piedrabuena?  Efectivamente:  es el policía que se encargó de la investigación del caso de Marta Del Castillo.  Pero qué pequeño es el mundo.

No solo, sino que durante la investigación del caso de Marta del Castillo, Miguel Piedrabuena ya había sido acusado de inoperancia por Antonio Del Castillo, el padre de Marta.

Cosas del partido

No nos pasó desapercibido el hecho de que, en ocasión de las acusaciones hechas por Del Castillo, el SUP, sindicato policial de la órbita del PSOE, salió inmediatamente en defensa de Piedrabuena.

Bueno, pues se da el caso que la acusación que hace Francisco R. B. sobre Piedrabuena, tiene justamente que ver con el PSOE, porque se trata de la investigación de corrupción que se llevaba a cabo sobre Iván Chaves, hijo del presidente de ese partido, Manuel Chaves.  Qué casualidad casual casualera.

La investigación sobre Iván Chaves tuvo, al parecer, tres elementos interesantes.  En primer lugar, el expediente de una denuncia relacionada con el caso fue asignada, de forma por lo visto extraordinaria, a una comisaría sevillana distinta a aquella a la cual habría correspondído normalmente.  Tufillo pues a manoseo interno.

En segundo lugar, sucede que Iván Chaves denunció el robo de ciertos documentos de su oficina, sin valor económico, pero que podían haberle inculpado.  En otras palabras, justamente el tipo de maniobra que podría haber pergeñado alguien con información precisa sobre como se mueven las investigaciones policiales que pueden afectar a Chaves.  Requetetufillo, ya familiar para nosotros, a que se estuviera recibiendo ayuda desde el interior.

Y finalmente, el denunciante Francisco R. B. fue destituído en Noviembre de 2011, es decir, justamente el mes en el cual el PSOE perdió las elecciones generales y, por lo tanto, el control sobre la Policía Nacional.  Vaya, hombre, otra casualidad.  ¿Cuantas van ya?

Bueno, pues como veis tenemos un robo de droga, un quinqui increíblemente hábil en su defensa penal, y un policía investigador que parece incapaz, pero que luego resulta estar acusado de ser corrupto, a favor del PSOE.  Se diría que a este rompecabezas le falta todavía alguna pieza.

Segunda sevillana

Allá va otra noticia sevillana más.  El ex-director general de Trabajo de la Junta de Andalucía, nombrado por el PSOE, está en la cárcel, acusado de haber desviado fondos destinados a paliar el desempleo.  Parece que el dinero desviado en comisiones podría hacer alcanzado hasta el 25% del volumen de un fondo para EREs, que ascendía a 647 MEUR o, lo que es lo mismo, un máximo de 171 MEUR en comisiones.

Al dinero desviado en comisiones habría que añadir aquella parte del resto del dinero que fue destinada a otros usos espurios, tales como a financiar proyectos de amigos (el chófer de Guerrero ha confesado haber recibido personalmente 900.000 EUR por este concepto) o incluyendo intrusos en los EREs (ha aparecido una larga lista de ellos), algunos de ellos familiares, conocidos, vecinos, compañeros del PSOE y sindicalistas, que supuestamente (ya sabéis) recibían “indemnizaciones” sin haber trabajado nunca en las empresas correspondientes.

Total, 171 MEUR por un lado, más lo que resulte por otro.  En otras palabras, que podemos estar hablando de un desvío de fondos enorme, de tipo que puede hacer tambalerse a un partido entero.

¿Y qué tiene que ver esto con la desaparición de cocaína en Sevilla, la extrañamente exitosa defensa de Carcaño, las acusaciones de corrupción policial a Piedrabuena, y sus vínculos con el PSOE?

Pues, que nosotros sepamos, nada de nada.

Ah, por cierto.  Según otra de las confesiones del chófer de Guerrero, otro de los varios vicios de su jefe era la cocaína.  Os seguiremos informando.

miércoles, 21 de marzo de 2012

Angulo Ciego - Acabando con la crisis

Desapalancamiento empresarial

Ya sabéis que en la Gacetilla venimos defendiendo que la crisis terminará en España en el último trimestre de 2013 (¡por fin!).

Pues bien, la fuerza con la que España salga de la crisis dependerá de cuanto haya conseguido reducir su deuda para entonces.  Si la deuda no se reduce, saldremos de la crisis igualmente, pero permaneceremos a paso de tortuga durante 5 a 10 años.

También sabéis que los números dicen que, de las cuatro partes de la economía española que deben reducir su deuda (sector público, banca, familias y empresas) son las empresas las que, con mucho, destacan como las más endeudadas.  Acumulan las empresas 1,4 billones de EUR de deuda cuando, dado el tamaño económico de España, su deuda debería ser más o menos la mitad de esa cifra.  En otras palabras, las empresas deben reducir su deuda en unos 700.000 MEUR.  Y finalmente, añadimos que una gran parte de esa deuda (puede que más de la mitad) fue prestada por bancos extranjeros.

Hemos venido comentando que la deuda empresarial no está distribuida uniformemente, sino que está concentrada en determinados sectores, y que los principales deudores están ahora organizando a sus lobbys para presionar al Gobierno para que les saque del apuro.  Lo malo es que tal ayuda vendría, en su caso, otorgada con cargo al contribuyente, y la Gacetilla cree que eso no solamente es injusto, sino que además es malo para la economía nacional.

Muchas de esas empresas (inmobiliarias, renovables, autopistas, etc.) deben simplemente quebrar, y quienes les prestaron el dinero deben aceptar las correspondientes quitas (es decir, perdonar parte de la deuda, que resulte incobrable).  De modo que veamos pues qué hace el gobierno ante la presión de los lobbys rapiñadores.

Los primeros pasos gubernamentales están siendo prometedores.  Ya os contamos que, para abrir boca, este Gobierno canceló una línea de crédito otorgada por el ICO (banco que opera con garantía del Estado y, por lo tanto, con dinero de los contribuyentes) a las inmobiliarias.  Fue un buen comienzo.



Bueno, pues explicamos esto último.  El déficit de tarifa es un artificio contable inventado por el anterior gobierno, en función del cual acordó con las eléctricas que no subieran las tarifas, pero de forma que éstas pudieran a la vez seguir apuntándose los correspondientes ingresos igualmente.  ¿Y de donde iba a salir el dinero entonces?  Pues de la emisión de unos bonos, que se colocarían en el mercado con garantía del Estado.  En otras palabras, las eléctricas ganaban, el gobierno anterior quedaba de guay del Paraguay, porque no subía la electricidad, y el muerto se le endilgaba a los contribuyentes (vaya, hombre).

Gracias a este artificio, las eléctricas podían seguir ganando dinero y aumentando alegremente su endeudamiento.  Entre ellas, por cierto, se encontraba Endesa, vendida a la italiana Enel como resultado del fallido intento de asalto pergeñado por el entorno del anterior gobierno.  Tal vez como prueba de mal disimulado agradecimiento (o tal vez no, vosotros mismos), Endesa después reclutó como generosamente retribuidos consejeros a ambos ex-ministros de economía del PSOE, Miguel Solbes y Elena Salgado.  Es que no tienen ni el mínimo pudor.

Bueno, pues se ve que ahora las cosas han cambiado, porque ha dicho el nuevo Ministro de Industria, José Manuel Soria, que se paraliza el chollete, y que se pone en revisión todo el gigantesco tinglado rapiñador.  Y para dejar clarito de qué va este rollo, el pasado Viernes el Secretario de Estado de Energía, Fernando Martí, declaró que el lobby de las eléctricas, Unesa no es quien “para dictar la política energética del Gobierno”.  ¡Di que sí Fernando!  ¡Leña al mono!

Bueno, pues ya veis que, al menos de momento, el Gobierno está haciendo justo lo que debe.  Qué gusto.  Y qué diferencia.

Sigue el ajuste

Volviendo a nuestras previsiones sobre la crisis, para que termine esta es necesario que se complete el indispensable ajuste económico, y que el país acabe de purgar los excesos que acumuló durante la borrachera de 2004 – 2007.  En aquellos años, el déficit corriente español pasó desde 27.000 MEUR hasta 105.000 MEUR, gracias a una política económica desmadrada, que coincidió en el tiempo con la negociación con ETA y el enterramiento del 11-M.

Desde entonces, el ajuste inducido por la crisis (a la fuerza ahorcan) ha reducido el déficit de nuevo hasta 40.000 MEUR en 2011.  De modo que de nuevo, toca al Gobierno entrante devolver al sector español al equilibrio.  La previsión de la Gacetilla era, en el habitual cuadro que publicamos cada Nochevieja, que el déficit caería hasta 25.000 MEUR ya en 2012.

Lo malo es que eso exige ahondar el ajuste, lo cual, como sabéis también, no es muy agradable.  De modo que nada más entrar el nuevo Gobierno, acordó una inesperada (también para nosotros, lo confesamos) subida de impuestos.

Inesperada e impopular sería, pero parece que efectiva también.  Porque ayer publicó el Ministerio de Economía los datos de balanza comercial (que es parte, aunque no todo, de la balanza por cuenta corriente) correspodiente a Enero de 2012, y resulta que ese mes las exportaciones crecieron (poco) y las importaciones bajaron (otro poco).

Poco a poco, pero en la dirección correcta, muy bien, muy bien.  Como consecuencia del nuevo dato (así como de otros anteriores, que se han venido publicando desde Año Nuevo), hemos ido revisando nuestras previsiones de déficit para este año, y ahora pensamos que un recorte del déficit hasta 10.000 ó 15.000 MEUR este año es posible.  ¡Qué ilusión!

Seguiremos informando, pero ojo, porque el dato es bueno.  Si cuando cierre 2012 podemos confirmar esta previsión ajustada, será el primer año desde hace muchos que podamos cerrar el ejercicio sin tener que oír que el gobierno vuelve a encontrar responsable de sus propios fracasos a Franco, a los obispos y a Bush.

Qué gusto.  Y qué diferencia, muchachos.

martes, 20 de marzo de 2012

Angulo Ciego - Israel y deuda empresarial

Israel contra Obama

Parce que Obama considera que EE.UU. no puede permitirse la sangría económica (amén del coste en vidas humanas) que supone la interminable sucesión de guerras en las que el país se ve involucrado en Oriente Medio, en buena parte como consecuencia directa o indirecta del apoyo que presta a Israel.

Tal vez por este motivo, Obama presionó al gobierno israelí a partir de 2009, para que cejase en la construcción de nuevos asentamientos en los territorios que mantiene ocupados, y para que procurase en su lugar alcanzar un acuerdo de paz con los palestinos.  Con propósito de enfatizar ese interés, Obama envió en 2010 a su propio Vicepresidente, Joe Biden, en viaje oficial a Israel.

Sin embargo, no parece que consiguiera Obama del todo su propósito, porque nada más llegar Biden a Israel, el gobierno de aquel país anunció la concesión de permisos para construir otras 1.600 viviendas más en los territorios ocupados.  Aunque luego hubo las protocolarias matizaciones y tal, no pudo estar más claro que Israel había hecho el equivalente diplomático de una pública pedorreta a Obama, y ante la prensa del mundo para mayor ofensa.

Si bien Joe Biden se tomó la molestia de aparecer 90 minutos tarde por la cena que a continuación tenía previsto compartir con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, la reacción presidencial no pareció ir mucho más allá.

Se ve que cuando Netanyahu se sabía bien respaldado en Washington, algo debía haber realmente porque, de hecho, no solo no recortó el Presidente la ayuda militar a Israel sino que incluso duplicó al año siguiente la partida correspondiente a defensas antibalítisticas.  Además, EE.UU. consiguió laboriosamente permiso del gobierno islamista turco, para instalar en ese país un radar antimisiles americano, que se usará para proteger a Israel.  E igualmente labró el consentimiento de España para, en este caso, situar en la base de Rota un sistema antimisiles, embarcado en 4 destructores americanos que, como os podreis imaginar, tiene idéntico uso.

Ahora bien, que una cosa es que EE.UU. colabore en defensa, y otra distinta que Obama se ponga a la orden cuando se trata de salir al ataque.  Porque, a pesar de la insistencia israelí, EE.UU. no solo no ha atacado a Irán en relación con el programa atómico de ese país, sino que además ha bloqueado la venta a Israel de las nuevas bombas revientabunkers, impidiendo de esa forma que este último pueda usarlas en un posible ataque en solitario.

Adicionalmente, no solo se ha negado Obama a intervenir en la guerra civil de Siria (cuando la ocasión la pintaban calva), sino que incluso se ha abstenido de armar a la oposición de ese país, con el resultado que el bando oficialista, denostado por Israel y apoyado por Irán, se está imponiendo militarmente.  En resumidas cuentas y como veis, parece la relación del Presidente Obama con Israel podría ser mejor, por decirlo suavemente.

Bueno, pues ahora puede incluso decirse que algunos empiezan a perder la paciencia.  Hoy publica el Financial Times que el millonario judío norteamericano Harold Simmons ha donado 16 MUSD al Partido Republicano de EE.UU. haciendo, en pleno año electoral, un gesto vistoso que muchos interpretan como el equivalente político de colocar un poster de “Wanted”, con la foto de Obama y 16 MUSD de recompensa.

¡La cosa está que arde, muchachos!

Crédito a empresas

Ya sabéis que en la Gacetilla venimos defendiendo que debe evitarse cargar sobre el contribuyente español el coste del excesivo endeudamiento de muchas empresas de este país (ved nuestro artículo de la semana pasada).

En nuestra opinión, los números no solo demuestran que el sector público no tiene, en realidad, una deuda excesiva (es bien sabido que la deuda pública española es, en realidad, menor que la media de la Eurozona), sino que también dicen que la deuda de las familias es no tan grande y que, para sorpresa de muchos, tampoco lo es la de los bancos españoles.

La que sí está completamente descontrolada es la deuda de las empresas, que además tienen como acreedores, en buena parte, a prestamistas extranjeros.  No solo eso, sino que sostenemos que los 1.400.000 MEUR de deuda de las empresas españolas están, por otra parte, muy concentrados en unos pocos sectores concretos, que fueron los que se apalancaron enormemente durante la borrachera económica de 2004 – 2007 (inmobiliarias, autopistas, renovables, etc.).

Pensamos (y en esto coindiden casi todos los economistas) que como condición previa indispensable para que comience la recuperación, es necesario que se reduzca el nivel de deuda global de la economía española.  En nuestra opinión, eso se refiere particularmente a  la deuda de las empresas.  Para ponerse en el volumen normal que correspondería a un país del tamaño de España, la deuda empresarial debería bajar más o menos a la mitad de su valor actual, es decir, las empresas deberían reducir su deuda en unos 700.000 MEUR.

Como os podéis imaginar, la reducción de deuda solo puede hacerse de 2 formas:  devolviendo la ya contraída, o bien si los acreedores la perdonan.  A pesar de que estos últimos suelen ser reacios a perdonar nada (obviamente), el caso de Grecia prueba que sí pueden llegar a hacerlo, siempre y cuando no tengan más remedio.  En el caso español, ese momento irá llegando a medida que vayan cayendo las empresas deudoras, dando lugar a los correspondientes concursos de acreedores, y éstos a su vez a los acuerdos de reducción de deuda (lamados “quitas”), que sean menester para reconducir la situación.  Pues cuanto antes suceda eso, mejor para todos.

No conviene dramatizar demasiado el efecto social de que se produzcan quiebras porque, de hecho, las empresas afectadas son relativamente pocas y, además, emplean a relativamente pocos trabajadores.   No solo eso, sino que lo probable es que muchas de ellas sigan empleando a los mismos trabajadores incluso después de haber entrado en concurso, ya que los acreedores querrán evitar que las empresas en concurso se paralicen. Pensad en el caso de las empresas de autopistas de peaje, o las de energía renovable.  Está claro que los acreedores preferirán que se sigan cobrando los peajes, y que se sigan manteniendo activos los aerogeneradores, porque esa será la única forma de que ellos mismos consigan recuperar al menos algo del capital prestado.

En cuanto al efecto de las quiebras en la banca española, pues puede efectivamente ser duro, pero incluso así será mucho (¡pero mucho!) más barato rescatar a algún banco que pudiera llegar a caer, que a las empresas deudoras causantes.  Pensad que la reducción de deuda empresarial necesaria debe ser de unos 700.000 MEUR (no toda ella a través de quitas, por supuesto), mientras que el coste del salvamento del sector financiero español completo ha estado hasta ahora por debajo de los 100.000 MEUR.

El remedio para evitar que haya quiebras es mucho peor que la enfermedad.  Para evitar que las empresas sobreendeudadas quiebren, el Estado se puede ver tentado de acabar cargando el muerto, de una forma u otra, al sufrido contribuyente, como si éste no tuviese bastante ya.  Ved sino como, poco a poco, los lobbys que representan a las grandes empresas deudoras, se han puesto en marcha para demandar que el Gobierno dicte planes de rescate de cada sector quejica (con cargo al erario público, naturalmente).

Las eléctricas quieren que se amplíe el reconocimiento de déficit de tarifa (que el Estado acabaría pagando más adelante), o bien que se suba al consumidor la tarifa eléctrica directamente.  Las inmobiliarias quieren que se recobre la desgravación fiscal a la inversión en vivienda (a costa de subir otros impuestos, claro, porque está claro que el déficit debe terminarse).  Las renovables quieren que se amplíen las subvenciones que reciben, y así un sector tras otro.

Naturalmente, los contribuyentes debemos negarnos rotundamente, y asegurarnos que nadie trinque nuestro dinero.  Bastante tenemos ya con lo nuestro, para ir encima haciendo favores a las empresas sobreendeudadas y, ya de paso, a quienes tan irresponsablemente les hicieron esos préstamos en su día.


Lo dicho, ni un duro para ellas.  Ya tuvieron suficiente cuando les fue bien.  De modo que ahora, que se las arreglen con sus bancos, y que cada palo aguante su vela.

viernes, 16 de marzo de 2012

Crisis - Enterrando a Zapatero

Caminaba cierto caballero por un parque, cuando encontró a un amigo, que paseaba una camella uncida de un ronzal. Sorprendido, el paseante preguntó al amigo por su extraña mascota. “Por supuesto que tengo una camella”, contestó el orgulloso dueño del animal. “Tú no sabes como es esta camella”.

Al parecer, la camella no solo era muy cómoda como transporte para ir de compras al centro (podía aparcarse en cualquier lugar, sin miedo a que se la llevase la grúa), sino que resultaba una joya en casa. Llevaba a los niños al colegio, sacaba la basura, lavaba los platos, tendía la ropa... una maravilla.

“Lo que me apena es tener que venderla”, terminó por confesar el dueño. “Me voy a vivir a Canarias, y no me la dejan subir al avión”. A lo cual contestó entonces encantado el paseante: “¡Déjamela a mi! Te la compro”. Dicho y hecho, acordaron un precio de ganga (600 EUR), se acercaron inmediatamente a un cajero automático, y el paseante se fue muy contento con su camella a casa.

Una semana más tarde, volvieron a cruzarse ambos por la calle, y el paseante ya no estaba tan contento (ni su amigo en Canarias, después de todo). “¡Canalla!”, espetó el primero, a grito pelado. “¡La camella que me vendiste es un asco! Ni saca la basura, ni barre, huele que apesta y va dejando cagarrutas por toda la casa. ¡Vaya porquería de animal!”. A lo cual contestó el vendedor, sin inmutarse: “¡Tú sigue dando esas voces, y ya veremos si vendes la camella!”.

Cuidar la imagen

Naturalmente, el chiste es una caricatura, pero está falto de sustancia, porque la importancia de saber vender la mercancía es clave. Y en esto, el Gobierno actual, y el PP en general, están años luz por detrás del PSOE. Ved sino lo que sucedió ayer.

Anunció el Gobierno ayer que cerraría 27 entidades públicas para ahorrar dinero. “Pues qué bien”, pensamos todos, “así evitaremos algunos recortes en servicios básicos”, y seguimos a lo nuestro.

Bueno, pues la falta de mínima destreza en el manejo de la comunicación gubernamental ha evitado que el gran público se de cuenta de qué es lo que en realidad ha sucedido ayer. Tras años de descontrol y despilfarro, el país va ahora por fin a enterrar los platos rotos provenientes de la gestión del anterior gobierno, encabezado por presidente José Luís Rodríguez Zapatero.

Ideas brillantes

Fijaos en la historia de 1 de las 27 entidades públicas que ahora se cierran, en particular la Sociedad Pública de Alquiler.

Fundada en Octubre de 2005, la Sociedad Pública de Alquiler se dotó con una inversión de 20 MEUR de dinero público, y se le dio el mandato de intermediar para conseguir activar el mercado de alquiler en España. La previsión inicial es que ese dinero permitiría mantener la SPA activa durante 10 años.

Era esta una iniciativa para la galería del Ministerio de Vivienda, un ministerio entero creado a su vez para la galería, atendiendo a una competencia (vivienda) que, en realidad, estaba transferida a las comunidades autónomas.

La propia ministra, María Antonia Trujillo, contribuía ella misma como número estadístico a otra de las políticas para la galería, en este caso la paridad de hombres y mujeres en el Consejo de Ministros.

Y más aun, contribuía además que como número, incluso con su propia imagen, puesto que protagonizó junto con el resto de sus compañeras ministras un posado (divino de la muerte) en las páginas de la revista Vogue (se ve que ninguna de ella tenía asuntos más importantes que atender ese día).

La SPA era el proyecto estrella del Ministerio. Otra de sus iniciativas había sido la entrega de unas zapatillas, bautizadas como Kelifinders, a los jóvenes que se quejaban de que no podían encontrar vivienda. La idea (brillante, como veréis) consistía en proponerles que se las calzaran y saliesen a la calle a buscar.

No conforme con el éxito entre el público alcanzado con esta genialidad (nulo, claro), la ministra Trujillo sugirió que, en lugar de viviendas para jóvenes que también había anunciado, promovería “soluciones habitacionales”, consistentes al parecer en apartamentos de 30 metros cuadrados. Para su sorpresa, la acogida entre los electores del privilegio de vivir en un cuchitril de 30 metros cuadrados tampoco fue óptima.

Los amigos de mis amigos

De ahí la importancia de la SPA. Inmediata e inevitablemente, sin embargo, emergió también en la SPA el modus operandi típico del gobierno anterior, y por lo tanto se puso al frente de la sociedad a una persona sin experiencia alguna en gestión inmobiliaria.

Se trataba de un joven analista de una casa de bolsa de tercera fila, Intermoney. La explicación de esta extraña decisión puede tal vez buscarse en que se da la circunstancia que Intermoney es propiedad del amigo de Zapatero Carlos Arenillas, a su vez marido de la entonces Ministra de Educación Mercedes Cabrera. Recordaréis que esta última ya había destacado por haber liquidado la Ley de Calidad de la Enseñanza nada más llegar al poder, y por incendiar su sector al forzar la implantación obligatoria de la asignatura Educación para la Ciudadanía, de contenido fuertemente doctrinario.

Volviendo al amigo Carlos Arenillas, sucede que él había sido una pieza clave de la mayor conexión oscura del PSOE en aquellos años, la gran promiscuidad con La Caixa. Las consecuencias de esa promiscuidad fueron, por un lado, la entrega de la Inmobiliaria Colonial (propiedad de La Caixa) al empresario del entorno socialista Luís Portillo (implicado, entre otras, en la Operación Malaya) y, paralelamente, el apoyo del gobierno a la OPA que otra participada de La Caixa (Gas Natural) había lanzado por Endesa.

El apoyo del gobierno a la OPA por Endesa había sido tan descarado que el Presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, Manuel Conthe, se vio obligado a intervenir. En ese momento, el gobierno destituyó a Conthe, dejando la CNMV en la práctica bajo la influencia su número 2, nuestro inefable Carlos Arenillas.

El poder de Arenillas se hizo entonces tan omnímodo, que el gobierno no se atrevió a echarlo incluso cuando la prensa puso de manifiesto que estaba usando su puesto para hacerse invitar a una cena de más de 1.400 EUR por el dueño de una agencia de valores, que luego además contrató a su hermano, o que mantuvo cargos en sociedades de inversión, actividades ambas no solo incompatibles con su puesto, sino incluso investigables. Pero Arenillas era intocable.

Bueno, pues de este Arenillas y su Intermoney salió, como decíamos, Alejandro Inurrieta, que fue colocado al frente de la SPA, con 20 MEUR en fondos asignados y ninguna experiencia relevante. Así funcionaba ese gobierno.

Alejandro el Grande

El resultado de la gestión de Inurrieta fue bastante predecible. Para cuando llegó Mayo de 2008 (es decir, justo después de que pasaran las elecciones generales de Marzo de 2008), se supo que la SPA había perdido todo el dinero asignado, de modo que el gobierno ha tenido que entregarle imprevistamente 4 MEUR más para evitar su cierre. Para entonces, había alquilado 6.804 viviendas, lo cual quería decir que, sin contar los últimos 4 millones, los gastos de gestión de cada uno de esos alquileres ascendieron a un promedio de 2.939 EUR. ¿No está mal, eh?

Bueno, pues eso no es todo, porque además, resulta que los contratos formalizados por la SPA alcanzaban una morosidad sin precedentes. Aunque para entonces el contrato medio tenía únicamente 15 meses de vida, los que ya estaban en mora eran más del 10%.. El nivel de mora era tan extraordinariamente alto que la correspondiente aseguradora, DAS, ya había comunicado oficialmente que no iba a abonar ninguna indemnización por el seguro que la SPA había pagado.

Como os podréis imaginar, Inurrieta fue finalmente apartado de la gestión de la SPA. A pesar de ello, parece evidente que el PSOE no quería que se disgustase, de modo que lo nombró al poco tiempo concejal en el Ayuntamiento de Madrid, a pesar de que no se había presentado en la lista electoral. No solo, sino que el diario del grupo Prisa Cinco Días, afín al partido, le contrató algunas columnas.

Inurrieta aprovechó inmediatamente su nuevo cargo para poner de manifiesto sus dotes personales. En cierta ocasión, se identificó como concejal para enviar a la Policía Municipal a inspeccionar un bar de copas que le había denegado la entrada alegando, entre otras cosas, que estaba borracho.

Al poco tiempo, no tuvo mejor idea que criticar al secretario general del PSOE en Madrid, Tomás Gómez, diciendo que con él el partido iba “sin cerebro”. Como podéis suponer, Gómez se tomó la crítica con buen humor y gran deportividad, sin por ello privarse del placer de expulsar a Inurrieta del partido al año siguiente. Que lo cortés no quite lo valiente.

Inmuebles agrietados

La operación de Colonial, entre tanto, también iba como era previsible. Tanto es así que el presidente Zapatero tuvo que enviar con toda urgencia al director de la Oficina Económica de La Moncloa, David Taguas, para que evitase que la compañía se colapsara antes de las elecciones de Marzo de 2008.

En un intento desesperado, David Taguas reunió a las cajas de ahorros andaluzas en Nochebuena de 2007, para pedirles dinero con el cual sostener a Colonial, pero fue inútil y Colonial tuvo finalmente que ser rescatada “in extremis” por La Caixa.

Tras el fracaso, David Taguas abandonó la Oficina Económica de La Moncloa, y fue acogido por Seopan, la patronal de las muy amistosas empresas constructoras, que grandes contratistas con el gobierno. En cuanto el PSOE abandonó La Moncloa, la estrella de Taguas se apagó repentinamente, y fue rápidamente sustituido al frente de Seopan por alguien con menos marchamo socialista. Otro más al paro.

De éxito en éxito

¿Y lo de Endesa? Pues eso ya lo sabéis casi todos: al final la operación Gas Natural fue otro desastre, y no solo no consiguió Gas Natural quedarse con Endesa, sino que el resultado de la catastrófica maniobra fue que la compañía, hasta entonces una de las principales multinacionales españolas, acabó finalmente siendo comprada por Enel, una compañía extranjera mucho peor gestionada que la propia Endesa, pero que evidentemente contó con mejor apoyo político.

Por cierto, que no se escapa a ningún observador que, tras quedarse con Endesa, la amistosa Enel contrató como consejeros a los dos ex-ministros de Economía de Zapatero, Miguel Solbes y Elena Salgado.

Enterrando muertos

De modo que ya lo veis, las cosas pueden presentarse de maneras distintas. Uno puede decir fríamente que el Gobierno liquidará 27 entidades públicas para ahorrar, y no estará faltando a la verdad. Pero hay mucho más que eso. Una sola de las 27 entidades liquidadas, la SPA, encierra el caso de Endesa, el de Colonial y la gestión de la propia SPA.

Era una épocoa en la cual se urdían OPAs, se pergeñaban rescates preelectorales de inmobiliarias afines, y se tiraban lastimosamente millones de Euros en proyectos absurdos como la SPA, y en la cual los protagonistas de aquellos enjuagues pasaban su tiempo pegándose cenas opulentas con el dinero de los demás y metiendo a la policía en sus escándalos de discoteca.

Al final, resultó que, mientras ellos daban espectáculo posando para el Vogue e imponiendo una educación sectaria, se les iban frustrando las OPAs, se les iban cayendo caído las inmobiliarias y, al final, se les iba arruinando el país entero.

Pero a pesar de ello, y sorprendentemente, cuando llega la hora de anunciar que finalmente va a enterrar una época entera, el nuevo Gobierno se limita a dar el frío dato de que va a liquidar 27 entidades. Por eso os decimos que no tienen ni idea sobre como gestionar su imagen.

¿A qué creéis que viene sino tanta discreción? Al entrar en La Moncloa ¿la han encontrado tan llena de cagarrutas que tienen miedo de levantar la voz, no vaya a ser que luego no consigan vender la camella?

jueves, 15 de marzo de 2012

Entrelíneas - Cortocircuito en China

¿Recordais como se fue a la porra la Unión Soviética?

Pues en China acaba de saltar una noticia que, por algún motivo difícil de explicar, nos ha retrotraído a la caída de la URSS en 1989. Curioso.

El fin de la historia

Hubo un tiempo en el cual la población mundial entera estaba convencida de haber llegado al fin de la historia. Al poco de terminar la Segunda Guerra Mundial, los soviéticos consiguieron desarrollar su propia versión de la bomba atómica, luego ellos y los norteamericanos se armaron hasta los dientes y, al poco tiempo, el mundo se había dividido en dos bloques políticos, perfectamente definidos alrededor de cada uno de los 2 países.

Desde Europa, que había quedado partida en 2 entre ambos bloques (cuya frontera dividía incluso la propia Alemania en 2 mitades), no veíamos como podía tener final la politica de bloques. Por primera vez en la historia, 2 rivales políticos (EE.UU. y la URSS) controlaban medio mundo cada uno y (este era el elemento definitivo) además tenían capacidad militar (nuclear) como para destuir cada uno al otro medio mundo en cuestión de minutos.

En esas condiciones, nadie se atrevía pues a enfrentarse a las 2 superpotencias, ni estas podían en forma alguna imponerse la una a la otra, de modo que la situación se había estabilizado en lo que se conocía como el “equilibrio del terror”, que parecía tener potencial para durar eternamente.

Puesto que la tecnología militar para llegar a esta situación nunca existido anteriormente, todos dábamos por sentado que no había razón para pensar que esa situación no se fuera a mantener congelada así para siempre, y considerábamos por lo tanto que el mundo había llegado poco menos que al fin de la histora. Tendríamos americanos y rusos dominando al mundo para toda la vida.

Bye, bye Lenin

Sin embargo, un buen día la Unión Soviética se hundió, se deshizo en 15 repúblicas independientes, su zona de influencia se disgregó y, 20 años más tarde, es difícil pensar que el equilibrio del terror hubiera existido nunca. ¿Como fue posible?

Los que recordeis aquella época, evocaréis fácilmente el nombre del último presidente de la Unión Soviética, Mikhail Gorbachov, que fue el responsable del hundimiento del país que gobernaba. Su historia es interesante.

Durante los años ’70, la Unión Soviética, liderada por Leonid Breznev, obtuvo éxito tras éxito en política exterior, incorporando a su esfera pequeños países tercermundistas, hasta entonces dominados por EE.UU. o las antiguas potencias coloniales europeas. Sin embargo, la incorporación a la escena política de la Primera Ministra británica Margaret Thatcher en 1979, y del Presidente norteamericano Ronald Reagan en 1980, produjo un repentino cambio de escenario.

Los dos líderes, que sintonizaban ampliamente entre si, lanzaron al poco de llegar al poder una fuerte ofensiva política interna, reivindicando la superioridad del modelo democrático capitalista de sus países. En política exterior, Reagan se embarcó en una enorme carrera armamentista (llamada la “Guerra de las Galaxias”), con la intención de desfondar a la Unión Soviética, un país económicamente menor y mucho más pobre que EE.UU:, el mantenimiento de cuyo poderío militar exigía enormes sacrificios a la población civil.

En 1982 murió Breznev. Su sucesor fue un viejo enfermo, Yuri Andropov, que también murió poco después, en 1984. Andropov fue, a su vez, sucedido por Konstantin Chernenko, y lo que aconteció a Chernenko fue bastante más interesante.

Chernenko también palmó apenas a los 13 meses de llegar al poder. Aunque tampoco era ningún chaval (tenía 3 años menos que Andropov), parece que el tipo murió de un enfisema pulmonar con cirrosis. Lo raro de esta combinación clínica, combinado con las intrigas palaciegas que se desataron, mosquearon a muchos observadores (puede que algunos recordeis la cualificación de “Kremlinólogo”, que lucían algunos periodistas políticos de la época).

Nuestro hombre en Moscú

Y aquí viene lo bueno. Tras la muerte de Chernenko, entra en escena un tipo mucho más joven, Mikhail Gorbachov, que decide recabar el apoyo de la calle en lugar del proveniente del partido. Hace promesas de democratización y transparencia (la bautizó como “Perestroika”, para la prensa), se dota de una imagen fácil de identificar (su característico sombrero de fieltro) y se hace el ídolo de las masas. Más tarde, aprovecha ese apoyo para hacerse con el control omnímodo del partido y, una vez controlado el sistema, lo vuela desde dentro. ¡Pum!

Vamos, que a Reagan y la Thatcher les resolvió el problema entero. Una vez destruida la Unión Soviética, las potencias occidentales no tuvieron pudor alguno en colmar de las mayores alabanzas a Gorbachov, desde el Nobel de la Paz en 1990, hasta el papel protagonista de un pijo-anuncio de Louis Vuitton en 2007. ¡Te queremos, Gorby!

¡Pues sí que tuvieron suerte Reagan y Thatcher! ¿O no fue suerte? Aaaah... ¡Misterio! Pero el caso es que, si lo pensáis, la cosa tiene su lógica. Un sistema político prácticamente militarizado tiene grandes ventajas de eficiencia, porque nadie discute las órdenes, pero también presenta el considerable inconveniente que, justo por ese motivo, se vuelve muy vulnerable si las órdenes vienen mal dadas. En una situación así, meter a un amigo en el cerebro de la bestia puede ser un arma formidable, por lo menos en pura teoría conceptual.

Bien, pues damos un salto de 20 años en la historia, y llegamos al caso de China hoy. Ved como mola.

Regreso al futuro

Resulta que China, fíjate tú por donde, tiene un sistema político autoritario, muy parecido al de la Unión Soviética de los ’80. Igual que en el caso de la Unión Soviética, cada vez que hay que elegir a un líder nuevo, y a falta de campaña electoral con debates televisivos, lo que se desata es el frenesí conspirador palaciego. Y adivinad qué: en estos días estamos en plena fase de cambio de líder chino.

El actual Presidente de China, Hu Jintao, se pira, y su sucesor, Xi Jinping, se prepara para pillar cacho. Hasta aquí todo normal. Sin embargo, resulta que a Xi Jinping, que lleva un par de años currándose el ascenso, le había salido un grano: un tal Bo Xilai.

No creais que no comprendemos que, en esto de China, la primera dificultad es aprenderse los nombres. Pero debéis entender vosotros que 1 de cada 5 personas del mundo vive en China, de modo que si tenéis que aprenderos 3 nombres, pues tampoco es excesivo. Así que haced un esfuerzo, y nosotros procuraremos no nombrar a ningún chino más por hoy.

Ah, por cierto, dato para los menos versados: en China los nombres de dicen al revés que en España (y que en casi todo el mundo), es decir, allí se dice Apellido Nombre (en lugar de Nombre Apellido).

El hombre del pueblo

Bueno, total que est Bo Xilai es un tipo relativamente joven, alcalde de Chongquing (¿mande?), un pueblecillo chino de nada más que 10 millones de habitantes. Puede que no hayáis oído hablar de Chongqing hasta ahora, pero resulta que se trata de una de las ciudades chinas más dinámicas económicamente (lo cual, tratándose de China, es mucho decir).

Parece que el tal señor Bo había estado granjeándose el afecto de sus paisanos, por la vía de sacudirle duro a las mafias locales. Una campaña contra el crimen que llevó a cabo recientemente, se saldó con 13 ejecuciones por la vía rápida (rápida para ser China, es decir, más que rápida), lo cual desató algunas dudas sobre si el señor Bo no habría aprovechado que el Pisuerga pasa por Valladolid (o el Huangpu pasa por Shangai, que viene a ser lo mismo), para liquidar a algún enemigo político, ya que estaba en ello.

El caso es que la campaña antimafia surtió el efecto deseado, y el tío Bo se convirtió en el ídolo de las masas. Bueno, esa campaña, otra de promoción de viviendas populares, otra de otorgamiento de coberturas sociales a los inmigrantes rurales, otra de proyectos de infraestructuras. Uuuuh... malo, malo.

La cosa empezó a oler como si Bo estuviese preparándose para postularse él mismo como sucesor de Hu Jintao. De modo que el sucesor designado, Xi Jinping (quien justamente no ha llegado ser nombrado a sucesor chupándose el dedo), se puso manos a la obra y, al poco ¡bingo!

¡Pies, para qué os quiero!

Resulta que Bo tiene un socio, un amigo de toda la vida, que ha estado con él en todos los enjuagues (una simbiosis como la que tenían Alberto Ruiz-Gallardón y Manuel Cobo en España). Bueno, pues dicho socio de repente empezó notar el aliento de Xi sobre su nuca, se puso a sudar frío y... ¡sorpresa! Pegó un grito, salió corriendo hasta el Consulado de EE.UU., se metió dentro y se pasó allí el día entero (lo del día entero no es broma, es cierto).

Aunque los americanos no dicen ni “esta boca es mía” sobre el incidente, todo apunta a que lo que el amigo de Bo hacía en el consulado era pedir asilo político de emergencia. Lamentablemente para él, al final del día, despues seguramente de haber hablado con sus superiores, y con mucha amabilidad, el cónsul americano cogió al presunto refugiado de una oreja, lo sacó hasta la calle y allí lo entregó a la policía china. ¡A la trena!

Bo-nito mientras duró

Bien, pues el resto de la historia ya os lo podéis imaginar. Hoy ha anunciado el Partido Comunista chino que Bo se va a su p... casa, y que le sustituirá otro señor chino gris, de nombre imposible de recordar.

Y una vez despejada la polvareda, lo más curioso del caso es como trata a Bo la prensa anglosajona. “Carismático”, “el político más popular de China”, etc., ya sabéis. Vamos que no les ha faltado más que darle el Nobel de la Paz y un papel en un anuncio de Louis Vuitton, y...

¿Comprendéis ahora por qué nos ha recordado tanto este asunto al viejo Gorbachov? ¡Y vosotros leyendo el Marca!

miércoles, 14 de marzo de 2012

Crisis - ¡Queremos ver quiebras!

Hace unas semanas se produjo un suceso trágico en La Coruña, que por su dramatismo ocupó las portadas de los periódicos de todo el país, durante varios días. Sucedió que Tomas Velicky, un joven eslovaco que cursaba una año de estudios en la ciudad, decidió tras una noche de juerga bañarse en la playa del Orzán.

Al poco, notó que se ahogaba y, a sus gritos de auxilio, acudieron varios policías al rescate. Ese valiente gesto, por desgracia, no solo no sirvió para salvar al muchacho, sino que tres de los rescatadores perdieron además su propia vida durante el frustrado rescate.

Esa historia de heroismo altruista es tremenda y ciertamente conmovedora. No obstante, más allá de eso, también da el suceso pie a la reflexión, porque es poco menos que imposible evitar preguntarse hasta qué punto tiene sentido que tres hombres que trabajaban se hayan visto en situación de perder sus vidas, para intentar salvar la de un juerguista imprudente.

Un país que reconstruir

Sin acercarse por supuesto a esa tragedia, la crisis ha puesto a España se encuentra ante una situación similar. Tras haber sufrido un largo período de gestión manifiestamente mejorable, a cargo de un gobierno claramente infracualificado, el país está hundido, hay quien clama para que le salven y, aunque no sea evidente pensarlo, tal vez podría ser mejor dejar que se ahogue.

La borrachera económica vivida entre 2004 y 2007, dejó tras de si la inevitable resaca. Para cuando llegó el año 2011, el país había pasado de tener una deuda externa neta de 290.000 MEUR, a otra que supera el billón de EUR; desde un déficit público cero, a otro equivalente al 8,5% del PIB; de crear 450.000 puestos de trabajo anuales, a destruir 400.000 y, lo peor de todo, desde 2.000.000 hasta 5.000.000 de parados.

Con esa situación llegamos a Diciembre de 2011. A partir de entonces, el país se ha dado otra oportunidad. Ha elegido a un gobierno nuevo, ha aceptado una subida de impuestos, ha iniciado una potente reforma laboral, ha impulsado una reforma financiera, ha acordado con los socios de la Eurozona una fuerte reducción del déficit público, y se dispone a soportar un seco recorte del gasto público.

El país sabe que va a ser duro, pero está mirando a los problemas a la cara y, por primera vez en mucho tiempo, los observadores tienen la sensación de que de nuevo el país merece confianza.

No hay más narices

Para llegar hasta aquí, ha sido necesario que los españoles afronten todavía más recesión, más paro, más impuestos y menos servicios a cambio de ellos. Colectivamente, España ha acordado que los sacrificios son necesarios para mantener en pie las administraciones públicas, porque no puede permitirse carecer de ayuntamientos que recojan la basura, comunidades autónomas que sostengan escuelas y hospitales, y Estado que pague las pensiones.

Con mucho más esfuerzo, porque un extremo del arco político tiene severas dificultades ideológicas en este sentido, el país también ha aceptado que deben ser salvados los bancos, porque igualmente no puede permitirse carecer de un lugar donde los ahorradores puedan depositar sus ahorros con confianza.

Alto ahí

Pero mucho ojo, porque hasta aquí hemos llegado. Porque el siguiente paso en este camino de rescates a cargo del contribuyente es uno que no debemos dar. Nos referimos a los rescates de empresas no financieras. Puede que esto no sea evidente, pero lo mejor para el país es dejar que quiebren todas aquellas que no puedan sobrevivir sin ayuda. Lisa y llanamente.

Vamos a explicarnos algo mejor, porque es fácil ser víctimas de sesgo ideológico, y que no siempre tengamos tan claro eso de que por un lado sea lógico ayudar a los malvados banqueros, pero por otro no lo sea hacer lo mismo cuando se trata de los esforzados trabajadores del metal.

Menos lobos, Caperucita

Para empezar, el dato es que justamente la mayoría de los trabajadores del metal no necesitan que les salve nadie, gracias. Las empresas españolas que producen bienes exportables van, de hecho, de maravilla. Las ventas de bienes y servicios alcanzaron, según el Banco de España, los 324.000 MEUR en 2011, tras haber crecido 40.000 MEUR respecto al año anterior. Para que podáis comparar, las ventas de 1990 fueron 51.000 MEUR.

Lo que aquí se discute realmente es, si acaso, si hay que sangrar todavía más a esos mismos trabajadores del metal, para rescatar a otras empresas muy distintas. Y eso es justamente lo que hay que evitar.

Datos curiosos

Fijaos en este gráfico, perteneciente a un informe publicado hace 2 meses por el McKinsey Global Institute.


El gráfico compara la composición de la deuda en varios países principales, en función de quien sea el deudor: hogares, compañías no financieras (las empresas, vaya), instituciones financieras (es decir, los bancos) o administraciones públicas (los gobiernos). ¿No os llama algo la atención?

Pues, más allá de los vivos colorines de las banderitas (que fue lo primero que pensamos nosotros), también encontramos muy interesante un dato algo más discreto, pero que creemos es clave. En los tres países de la Europa latina, es decir, Francia, Italia y España, la deuda de los bancos es menor que la de las empresas. Ahora pensad ¿qué quiere decir eso?

Es evidente para todos que los bancos usan la deuda que toman para financiar, a su vez, a las empresas, las familias y los gobiernos. Por lo tanto, si la deuda de los bancos es, en algún país, menor que las de las empresas del mismo país, eso significa que parte de la deuda de esas empresas no es con los bancos, sino directamente con las familias (porque emiten bonos) o con bancos extranjeros.

He aquí la cuestión, porque los países latinos tienen tradicionalmente un sector financiero más pequeño que los anglosajones, y sus empresas tienen generalmente más deuda que las alemanas y escandinavas.

Spain is different

En el caso de España, es bastante evidente que las empresas no emiten bonos casi nunca. ¿Cuanta publicidad habéis visto últimamente de “compre bonos de El Corte Inglés”, o de “invierta en bonos de Inditex”? Probablemente casi ninguna, y desde luego mucha menos que la que hacen los bancos para captar ahorro. Lo cierto es que las empresas españolas emiten muy pocos bonos.

Por lo tanto, toda la deuda de las empresas españolas que no proviene de las familias, proviene de la banca extranjera. ¿Y cuanta deuda es? Pues, como también podéis ver en el gráfico anterior, hablamos de mucha deuda. No, de mucha no, de muchísima. El gráfico muestra que la deuda de las empresas españolas equivale al 134% del PIB, es decir a la friolera de 1,4 billones de EUR.

Obviamente, parte de esa deuda es perfectamente normal. Aunque el país no estuviera en crisis, las empresas españolas tendrían una deuda comparable a la de otros países, digamos el 70% del PIB. Eso quiere decir que las empresas españolas tienen unos 650.000 MEUR de puro exceso de deuda.

Ya, pero ¿no ha sido así siempre? Pues no señor. Ved si no este otro gráfico, procedente igualmente del mismo informe que el anterior.


¿Qué os parece? ¿Notais el detalle? Pues claro que sí. Como veis, la deuda de las empresas españolas se disparó al entrar España en el Euro en 2000, y luego de nuevo, como veis, al entrar el gobierno anterior en Abril de 2004.

Eccolo quà!

Pero no solo eso, sino que, además, el primero de los dos gráficos mostraba claramente que el problema de la deuda española está fuertemente concentrado en las empresas, puesto que ninguno de los otros 3 grupos tiene una deuda significativamente alta, en comparación con otros países.

Eso, a su vez, quiere decir que el problema de deuda del país no está en el sector público (si es que realmente se ataja el deficit público), en los hogares o en los bancos, sino que está concentrado en las empresas.

¿Y cuales son pues esas empresas tan endeudadas? ¿Se trata de los restaurantes, los fabricantes de peines, las industrias químicas? Pues no señor, como os habreis imaginado no se trata de ninguna de esas. Claro, ya os parecía a vosotros.

De los 1.400.000 MEUR de deuda que tienen las empresas españolas, sabemos que más de 300.000 corresponde a las inmobiliarias. A esa cifra habría que añadir la de otros sectores sobreinvertidos, de los cuales no tenemos cifras (pero las tendremos, ya nos conocéis).

Los sectores en los que pensamos son todos aquellos que han exigido fuertes inversiones de capital en los últimos años, de modo que la lista de los sospechosos habituales os sonará mucho: autopistas, empresas de generación eléctrica alternativa (eólicas, fotovoltáicas, termosolares, etc.). Ya os daremos nombres y cifras.

Bien, pues resulta que tenemos una pila de unos 650.000 MEUR de exceso deuda en las empresas, que está concentrada sobre un grupo, más o menos identificado, de compañías que participaron en la borrachera de 2004 – 2007, se embarcaron en gigantescos proyectos de inversón de imposible realización, se llenaron de deuda hasta las orejas, proporcionada por bancos españoles y (crucialmente) en buena medida también extranjeros, y que ahora resulta que no pueden devolver lo que pidieron prestado.

¿Solución? No tengáis duda alguna: que quiebren. Por varios motivos.

La regla del 5

Primero, por simple justicia. No tiene sentido que quien se metió en deudas buscando lucrarse, espere ser ahora rescatado. Bastante han hecho los contribuyentes españoles rescatando a las cajas de ahorros, pero es verdad que eso era inevitable.

Sin embargo, salvar a las empresas no solo es perfectamente evitable, sino que además creará un buen precente (y evitará que se cree uno malo, no lo olvidéis).

Segundo, porque tampoco se pierde mucho. No creais que si una autopista quiebra la cerrarán y se la llevarán a otro lado. Simplemente, resultará que sus accionistas perderán lo invertido (así son los negocios), sus acreedores tendrán que perdonarle la parte de la deuda que no pueda pagar (así son los préstamos), y luego se quedarán con el resto.

Pero desde luego que la autopista de marras seguirá abierta porque, en cualquier caso, lo que está claro es que lo que seguro que no quiere ningún acreedor, por dolido que esté, es provocar que encima cierre la autopista y entonces se pierda la totalidad de lo prestado, en lugar de solo una parte.

Tercero, porque así se acelerará la recuperación. La recuperación exige que la deuda global del país se reduzca y, en el caso de España, eso significa en particular la del sector privado. Y claramente una buena quita, ocurrida tras la correspondiente quiebra, es una forma rápida y justa de conseguirlo.

Cuarto, porque el país no puede estar pagando los costes de los errores de los prestamistas extranjeros. Bastante grave es que los españoles tengan que pedir favores a la Eurozona para salvar a sus propios bancos, como para además salvar a los bancos de los demás. Si un banco de Singapur prestó dinero a una autopista española, que se chupe una quita como está mandado. Aquí, que cada palo aguante su vela.

Quinto y último, pero tal vez lo más importante, para garantizar la primacía de la ley. El caso de las autopistas es, de nuevo, palmario. Resulta que ahora reclaman las autopistas que el coste de las expropiaciones que tuvieron que hacer fue demasiado alto. Pues que no las hubiesen hecho, en lugar de venir ahora con cuentos.

En opinión de la Gacetila, está claro que el Gobierno debe resistir con uñas y dientes cualquier petición para cambiar cualquier contrato, o para pagar cualquier exceso sobre el absoluto mínimo que marque lo ya firmado. Y para demostrarlo, cualquier reclamación deberá hacerse por la correspondiente vía judicial.

No es lo mismo

¿Y si las quiebras de empresas se llevaran por delante a algún banco español? Pues entonces habría que plantearse salvar al banco, con los mecanismos habituales para estos casos. Pero solo al banco, no a las empresas que impaguen. No os engañeis, hablamos de 650.000 MEUR de exceso de deuda, y todo el dinero dedicado hasta ahora a salvar bancos no llega a 100.000 MEUR. Es que no hay comparación.

De modo que mucho ojo, chavales. Cada vez que veais a un señor de una patronal diciendo que si las fotovoltáicas tienen que cobrar más, que si las eléctricas quieren seguir con el cuento del déficit de tarifa, que si hay que salvar a las radiales de Madrid, o que no se puede dejar caer a las inmobiliarias, ya sabeis: ¡Mano a la cartera y ni un duro al pedigüeño!

Una cosa es que en la Gacetilla tengamos claro que hay que hacer sacrificios para que este país vuelva a ser lo que siempre mereció, y otra muy distinta que nos dejemos la puerta abierta y se cuele por ahí cualquier caradura. Salvando las distancias, pero en cierto modo igual que en el caso de la playa del Orzán, a ver si resulta que van a acabar palmando un puñado de buenos trabajadores, para salvar a algún vivales imprudente.

¡Vigilancia, chavales, que llegan los nuevos jetapálidas!