martes, 6 de marzo de 2012

Grecia - Rescate en marcha

Ya os explicamos en un artículo de Juilo de 2011 qué iba a pasar con Grecia. Entonces se discutía si la Eurozona garantizaría que Grecia pagase a sus acreedores a toda costa, como defendía el Presidente del Banco Central Europeo, Jean Claude Trichet, o bien si exigiría que los acreedores asumiesen una quita (una reducción de la deuda), posición que sostenía la Canciller alemana Angela Merkel.

Os dijimos también entonces que el problema de la posición de Merkel es que dejaría a los bancos europeos muy tocados. A pesar de los inconvenientes, os adelantamos que el plan de Merkel sería el que se llevase a efecto y, además, defendimos que era la opción correcta.

Plan Merkel

Como suele suceder (bueno, no siempre), estábamos en lo cierto. La opción de Merkel fue la elegida efectivamente, y ese mismo mes se puso en marcha. Para ello, primero hubo que sustituir al gobierno griego de entonces por uno capaz de llevar a efecto los recortes de gastos que el plan exigía. En Noviembre de 2011 el eurotecnócrata Lucas Papademos fue elegido Primer MInistro de Grecia.

Una vez cubierta esta imprescindible etapa previa, y ya en Diciembre, el Banco Central Europeo comenzó a inundar de liquidez el sistema bancario de la Eurozona. El BCE empezó a hacer préstamos a 3 años al 1%, a cualquier banco de la Eurozona que lo pidiese, y sin límite de importe. El efecto de esta medida fue, como cabía esperar, el de estabilizar el sistema bancario entero rápidamente.

A continuación, hubo que conseguir que el parlamento griego, dominado todavía por los mismos políticos demagogos que han arruinado al país, aprobase los recortes. Además, debían hacerlo contra la oposición de las todavía más demagógicas posturas de las centrales sindicales, que transformaron el país entero en poco menos que un campo de batalla. Tras mucha demora y mucha pose para la galería (ved nuestro artículo al respecto), los políticos griegos finalmente se avinieron a los recortes en Febrero de 2012.

Una vez los políticos griegos se hubieron retratado, pero todavía en Febrero, la Eurozona aprobó el rescate de Grecia y, una vez hubo acuerdo a nivel de la Eurozona, el Parlamento alemán aprobó a su vez la imprescindible participación de ese país en el mismo.

A pasar por caja

Bueno, pues ahora queda el siguiente paso, no menor, y es que los acreedores de Grecia aprueben la dolorosa (sobre todo para ellos) quita (es decir, perdón) de parte de la deuda que tienen con Grecia. Se trata de un recorte del 53% del valor de la misma, es decir, que solo cobrarán el 47% de lo que se les debía, y que se despiden del resto. Además, no cobrarán lo que les reste inmediatamente, sino que Grecia les pagará en cómodos plazos, y encima el interés que se devengue mientras los acreedores esperan será bajo, como de amigo. En fin, que los acreedores no van a olvidar fácilmente qué puede pasarle a uno por prestar alegremente a un gobierno incompetente (que parece que justamente es lo que pretendía Merkel, con buen criterio en nuestra opinión).

Esta aceptación por los acreedores es la que está teniendo lugar en estos días. La cosa iba mal al final de la semana pasada (con Grecia siempre hay emoción), porque habían firmado pocos acreedores, y es necesario que firmen más del 90% de ellos, porque los que acepten, lo hacen a condición de no ser los únicos pringaos, como parece lógico. A pesar de las dificultades, parece que esta semana los principales acreedores se van animando, y más les vale, porque el 14 de Marzo Grecia tiene que hacer un pago enorme y, como no hayan llegado al 90% a tiempo, Grecia no podrá hacerle frente.

Ya estamos como siempre

Como os podréis figurar, los sindicatos griegos (que pelean para consolidar su reputación de ser de lo peor de Europa), colaboran votando en contra de la quita cada vez que pueden. Y pueden, porque se sientan en los consejos de administración de los fondos de pensiones públicos griegos.

Como comprenderéis, se trata de una de las habituales poses para la galería de los políticos (sindicalistas en este caso) jetapálidas que tanto abundan en ese país. Sostienen que están defendiendo los intereses de los pensionistas griegos que participan en los fondos. Pero claro, lo que no dicen es que si los propios griegos no participan en la quita ¿como esperan liar a los extranjeros para que ellos sí se avengan a participar? Hay que ser sindicalista griego para no captar el leve problema.

No obstante, no os preocupéis más de la cuenta, porque en la Gacetilla creemos que al final la aprobación saldrá adelante después de todo.

Democracia griega

No creais tampoco que la quita es el último paso de este largo proceso. En Abril de 2012, hay elecciones en Grecia, y el gobierno que salga de ellas será el que tenga que poner en práctica real los recortes que el país aceptó hacer en Febrero de 2012 sobre el papel. De modo que, si los griegos ponen en el gobierno a uno de los numerosos jetapálidas que tanto abundan por sus lares, puede perfectamente suceder que el interesado se busque una excusa y se niegue a aplicar los recortes pactados.

Si eso sucediera, Grecia perdería inmediatamente acceso al plan de rescate aprobado en Febrero, la Eurozona dejaría de prestarles dinero, y el país suspendería pagos ipso facto. Naturalmente, eso no es lo que los jetapálidas dicen, pero si queréis conocer los inventos y milongas que se les van ocurriendo como excusas, tendréis que pinchar en otra web, porque en la Gacetilla no tenemos mucho tiempo para cuentistas.

¿Y quien va a ser tan memo como para llevar a su país a la suspensión de pagos? Pues ya hay unos cuantos voluntarios. De hecho, solo 2 de los 6 principales partidos griegos (uno derechista y uno izquierdista) han dicho que hay que hacer los recortes y dejarse de tonterías, mientras que 3 de los otros han dicho que si ellos gobiernan se cargarán (“renegociarán” es el eufemismo) el acuerdo de Febrero. Bien, pues las encuestas dan a los 2 partidos favorables entre el 40% y el 45% del voto total, o sea que es bien fácil que no consigan formar gobierno. En tal caso, lo formarán los contrarios al acuerdo, no aplicarán las reformas, Grecia suspenderá pagos y adiós muy buenas.

Como veis, al final del proceso, las cosas están bien claras, y en última instancia la solución queda en manos del electorado griego. Ahora votarán lo que quieran, y sucederá lo que ellos elijan. ¿Serán capaces de poner a un memo en el gobierno? ¡Emoción!

Una solución razonable

Ahora fijaos. Hay que ver cuanto se ha avanzado desde Julio de 2011, no digamos desde que se aprobó el primer rescate de Grecia (que, digámoslo en voz baja, indirectamente era el rescate de España también) en Mayo de 2010.

Hemos pasado de una situación de caos, donde se ponía en duda la viabilidad de los gobiernos nacionales de la Eurozona, de sus sistemas financieros e incluso del propio Euro, a otra donde ya está casi lista y empaquetada una solución, que va a ser sometida a refrendo popular, a ver qué tal.

La solución prevista castiga al país dilapidador, por haberse dejado meter en este lío. También a sus políticos (el ex-primer ministro Yorgos Papandreu está políticamente muerto), por haberle conducido hasta ahí. También castiga a los prestamistas que colaboraron con el tinglado, para que aprendan a tener más cuidado. Sin embargo, la solución también salva al sistema financiero, lo cual que el país llegue a bloquearse. También permite que Grecia no abandone el Euro (si quiere).

Y finalmente, no olvidemos el pequeño detalle que, para que la solución funcione, los socios de la Eurozona han debido prestar a Grecia un total de 240.000 MEUR, es decir, más de 20.000 EUR a cada bebé, mujer, hombre y anciano del país. En otras palabras, que en lugar pedir solidaridad adicional, Grecia podría darse ya con un canto en los dientes.

De modo que ya veis, chavales: salvamento aprobado por los políticos, la Eurozona, próximamente los acreedores y... ¿los electores griegos?

Pues todavía hay dudas. ¡Veamos qué pasa en Abril!

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