Es posible que recordéis que, cuando éramos adolescentes y empezábamos a descubrir que la vida se extendía más allá del mero conocimiento académico, una de las cosas que más curiosidad nos despertaba era ver como funcionaban las relaciones de confianza entre las personas.
¿Como conseguir que nos presten esa bici nueva? ¿Como descubrir si nuestra novia nos la está pegando? ¿Como saber quien nos ha escondido el pantalón en el vestuario?
En aquellos tiempos se forjó el conjunto de reglas que ahora ya damos por sentado: cumplir la palabra dada otorga credibilidad, más de 3 excusas seguidas anuncian probable engaño, y el pantalón lo ha escondido el gordo Jeremías, porque siempre hace lo mismo y luego no puede aguantar una risita nerviosa.
Y tras las reglas más evidentes, también aprendimos algunas que no lo eran tanto. Eso se llamaba picardía. Una de las mejores, era que, al contrario de lo que hasta entonces nos había dictado nuestro instinto infantil, cuando te pillaban mintiendo, había que negarlo todo siempre, incluso en las situaciones más flagrantes. Y además, contraatacar inmediatamente.
En el mundo real, siempre hay cierta probabilidad de que termine colando hasta la excusa más inverosímil. Si pillan a un adúltero en pleno lance amoroso entre las sábanas, siempre puede argumentar que se estaba dando calor corporal a la otra persona, enferma o drogadicta necesitada. Y a continuación, el contraataque. Espetará fulminantemente: "¿Como puedes haber llegado a pensar otra cosa?". Por ilógico que parezca, siempre hay un porcentaje de personas que, por los motivos que sean, está dispuesto a creer cualquier barbaridad. Quien sabe cuanto juego ha dado esta regla en la historia.
Vamos con nuestro asunto. Ya conocéis cual es nuestro escenario económico central: quiebra de al menos una caja de ahorros mediana (ved el artículo "Empieza la Fase 2..."), recesión y destrucción de 2 a 3 millones de puestos de trabajo, de modo que el total de empleos (que tocó su pico en Julio de 2007 con 19,5 millones) quedará en unos 17 millones, tal vez menos (ved "Ya somos menos"). En total, estimamos que el proceso durará de 3 a 6 años.
También sabéis cual es el escenario político que prevemos. La consecuencia es que el PSOE no va a poder aguantar la presión toda la legislatura, lo cual va a llevar a la convocatoria de elecciones anticipadas en 2011.
Sin un argumento para ganar las elecciones, el desastre electoral del PSOE en 2011 está garantizado. Para entonces el país llevará ya 2 años de recesión, una caida brutal del empleo (alrededor del 15% de los empleados actuales estarán en la calle para entonces) y un profundo empobrecimiento de las familias (ved la explicación de esto último el artículo "Vendemos los muebles").
De modo que ya sabéis. Podréis decir que nos equivocamos, pero seguro que no podréis quejaros de que no nos mojamos.
Se conoce que a medida que pasa el tiempo, nuestra hipótesis va siendo compartida por más personas. Alberto Ruiz-Gallardón, de quien pueden decirse varias cosas, pero no que sea tonto, ni que no tenga amigos socialistas, hizo esta misma conjetura públicamente (en declaraciones a Onda Cero) en Junio de 2008.
¿Y a nivel autonómico? Pues el desaguisado para los socialistas es parecido. En Cataluña, el PSC, que no había conseguido vencer a CiU ni en la mejor de las circunstancias (mira que poner a Montilla de canditato...), tendrá que afrontar elecciones de incierto futuro también en 2010. Para entonces saldrá de un enfrentamiento con el Gobierno central que es imposible de ganar .
En Andalucía, es ya tradicional la política socialista de diluir la importancia de las elecciones autonómicas asociándolas a las generales. En esta ocasión, el dilema sería mayúsculo. Si Chaves anticipa también las andaluzas, compartiría esta vez el castigo electoral. Si no lo hace, tendría un año más de legislatura, pero no está claro que con un Gobierno central del PP sus opciones vayan a mejorar. Perdería por lo pronto el control de TVE, y quien sabe qué podría pasar si La Sexta perdiera su privilegiada (léase parasitaria) relación con el ente público, o de quien serán las lealtades de Cuatro si Gallardón va de número 2 de la candidatura popular ganadora.
También debe haber alguien que comparte nuestro punto de vista en el PSOE. Para empezar, José Blanco ya está "convenciendo" en estos días a Emilio Pérez Touriño en Galicia para que adelante sus propias elecciones antes de que sea demasiado tarde.
De nuevo, imagináos la perspectiva personal para los miembros del Gobierno: expulsados del poder de forma ignominiosa, sin poder refugiarse en las autonomías por haber perdido (o estar a punto de perder) las mayores de ellas, sin poder colocar a su ejército de altos cargos, cuya lealtad por lo tanto se diluiría rápidamente, con el partido financieramente quebrado (que esa es otra) y con la espada de Damocles que, una vez completamente desprovistos de cobertura política, pudiera incluso llegar a reabrirse alguna investigación penal peligrosa. Menudo drama.
Por lo tanto, a medida que nuestro escenario vaya pasando de "probable" a "cierto", es de suponer que el nerviosismo entre los miembros del Gabinete vaya aumentando. En esta situación, la demanda para que el Presidente haga algo, irá previsiblemente creciendo.
Naturalmente, ya os podéis imaginar qué carta se guarda Zapatero. Si se llega a un acuerdo con ETA rápidamente (parece que la frase que utiliza es "como sea"), la anticipación electoral puede ser mayor (generales incluso antes de 2011), y puede conseguirse un resultado que, como mínimo, será mucho menos malo y, quien sabe, tal vez se pueda incluso ganar. Recordad que este es el Gobierno que llegó al poder tras el 11-M, de modo que tiene experiencia en dar la vuelta a pronósiticos adversos.
A la vista de ello, esta Gacetilla cree que el Gobierno volverá a las andadas. Tampoco debemos de ser los únicos que lo creen, porque el dirigente del PNV Josu Erkoreka salió el 28 de Julio de 2008 de La Moncloa diciendo que Zapatero le había garantizado que el acuerdo antiterrorista suscrito con Rajoy no impedía que se alcanzara un "final dialogado" (a buen entendedor...).
Estando así las cosas, hace tiempo que la perspicaz Gacetilla viene olfateando el viento a la busca de indicios. Así, hemos visto algunos.
Los dos primeros son evidentes. Para empezar, el Gobierno no ha aceptado que sea revocado el solemne mandato de negociación con ETA que le dieron las Cortes. En segundo lugar, el Gobierno ya ha admitido que siguió negociando ("contactos", "toma de temperatura", etc.) tras la comisión de asesinatos por ETA, y a pesar de haberse comprometido a no hacerlo. Por lo tanto, es perfectamente posible que ahora esté sucediendo de nuevo.
Pero la existencia de un móvil y de precedentes no implica necesariamente que se vaya a perpetrar un crimen. De modo que necesitamos más datos.
Estos son los que teníamos hasta hoy:
1 - La fiscalía no es capaz de impedir que sean liberados Iñaki De Juana y Arnaldo Otegi. Ambas liberaciones se producen en Agosto, que es el momento en que menos daño mediático causan al Gobierno.
2 - El Gobierno libera a la etarra Elena Beloki, que no ha cumplido la condena que le había sido impuesta, y que no estaba enferma. En esta ocasión, la razón aducida ha sido el supuesto interés de la etarra por tener un hijo. El hecho de que la mujer tenga 47 años no ha dado lugar a que el Gobierno quiera dar por buena la hipótesis que se pueda tratar de una artimaña.
Bueno, pues hoy publica El Mundo el tercer dato.
3 - El Gobierno está terminando con la política de dispersión. Ha agrupado ya en la cárcel de Puerto III (que es una cárcel nuevecita en el soleado Puerto de Santa María) a Txikierdi, Henry Parot (este ha matado a 38 personas), Waldo, Kubati, José María Dorronsoro (ex-Director Financiero de la banda), Kantauri, Josu de Mondragón y Xabier Alegría, entre otros.
Alguno de los etarras citados ya tiene experiencia en beneficiarse de una amnistía y después volver a hacer más de lo mismo: Txikierdi fue amnistiado en 1977 y más tarde se convirtió, por méritos propios bien acreditados (como se acreditan estas cosas), nada menos que en jefe de los comandos operativos de ETA. En 1979 ETA asesinó casi a 100 personas. Pues bien, este hombre ha sido agrupado con sus compañeros en el Puerto de Santa María por el Gobierno.
Las personas que el Gobierno está utilizando para aplicar esta política tienen curriculums reveladores. Mercedes Gallizo, Directora General de Instituciones Penitenciarias, se hizo famosa por haber hecho construir para su hija (que tenía 27 años) un piso al lado de su propia residencia. Todo con cargo a los impuestos de los españoles. Cuando se descubrió el escándalo, el Gobierno la apoyó y la mantuvo en su cargo.
También son reveladoras las fechas en las cuales se producen los hechos. Más allá de la evidente "agosticidad" con la cual se han producido las liberaciones de De Juana y Otegi, no puede menos que llamar la atención que Elena Beloki, que llevaba en la cárcel desde el año 2000, haya esperado a pedir su excarcelación para tener un hijo hasta después de estas últimas elecciones. Concretamente, tramitó su petición el 4 de Junio de 2008. Con 47 años, como dijimos.
Dice la prensa que este último movimiento se deba a un intento del Gobierno por manipular a los presos de la banda en contra de sus actuales dirigientes. ¿Qué podríamos decir? ¿Nos creemos que el Gobierno está manipulando a Kubati, Henry Parot y al experimentado Txikierdi contra su propia banda?
Pues vaya, tampoco vamos a argumentar que hemos pillado al Gobierno el la cama con ETA. Pero desde luego que hace años que aprendimos a no dejar la bici nueva a los Rubalcabas del mundo, y a establecer un límite al número de excusas de Mercedes Gallizo que estamos dispuestos a tragarnos. Y es que ya hasta parece que al capullo de Jeremías se le está volviendo a escapar su risita nerviosa.
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