Ya sabéis todos que en la Gacetilla no tenemos pelos en la lengua y, parafraseando al mítico político socialista Alfonso Guerra, se nos entiende todo. Por lo tanto, nuestros lectores más asiduos saben ya qué opinión tenemos del Ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, porque cuando lo citamos en Abril de 2012, fue para expresar nuestra confianza en él, a pesar de que en ese momento apenas llevaba 4 meses en el cargo (podéis recordarlo aquí).
Por supuesto, nuestra fe estaba justificada en la experiencia. Durante su anterior etapa en el gobierno, Montoro había sido el principal artífice del milagro español de 1996 cuando, habiendo heredado un país económicamente en ruinas, consiguió contra todo pronóstico que España consiguiera incorporarse al Euro.
Credibilidad ganada
Desde su incorporación al Ministerio en Diciembre de 2011, Montoro ha sido el blanco del fuego artillero de la oposición. También dispararon contra él aquellas instancias internacionales que son menos partidarias de la supervivencia del Euro, y que veían en la España de José Luis Rodríguez Zapatero el principal eslabón débil de la moneda única. Como no puede ser menos, dada la ruina económica con la cual se ha encontrado de nuevo el MInistro a su vuelta al Gobierno de la nación, medidas contundentes que proporcionaran argumentos para la crítica no han faltado.
Para empezar, Montoro descubrió al tomar su cartera que el déficit de 2011 no había sido del 6%, sino del 9%, y tuvo que enfrentarse a quienes se negaban a creer esa desviación (hoy ya está todo el mundo de acuerdo). Luego, tuvo que enfrentarse a quienes querían forzar a que hiciese el presupuesto 2012 en 2 meses (se tomó 3). A continuación, tuvo que lidiar con la negativa de los socios europeos a revisar el irreal objetivo de déficit público de 2012, que estaba establecido en el 4.4%, sobre la lunática hipótesis que el PIB crecería el 2,3% (finalmente el objetivo se rebajó a un ya ambicioso 6,3%).
Luego tuvo que subier los impuestos, a la vez que forzaba a las Comunidades Autónomas a recortar gastos, con el fin de alcanzar el objetivo revisado (ni él ni nosotros creemos en los milagros). Entre tanto, se enfrenta a todos aquellos que todavía se niegan a admitir que España cumplirá ese objetivo de déficit revisado al 6,3%. Sin embargo, y a la vista de la credibilidad que ha ido ganando el Ministro, incluso sus críticos más ácidos no se atreven a postular ya más que una desviación de 7 décimas, es decir, de magnitud ridícula (su antecesor Miguel Solbes predijo un déficit del 1% en 2009, y luego resultó el 11%).
Parece pues que España va a hacer la machada de reducción de déficit que se había propuesto en 2012 (sin parangón en solo 1 año y con recesión económica), y que la confianza que teníamos en este excelente Ministro estaba justificada.
Análisis preclaro
Bien, pues eso era hasta ayer. Porque ayer habló Montoro en unas jornadas sobre administraciones públicas, organizadas por Analistas Financieros Internacionales, y nos dej ó embobados. Así que no hemos tenido más remedio que traeros el video íntegro de su intervención, que debería ser materia de estudio obligatoria en todas las escuelas del país (por no hablar de las tertulias radiofónicas, frecuentemente pobladas por absolutos ignorantes en estas cuestiones).
En su afán por promover la cultura económica entre las masas estultecidas, aquí os dej amos esta joya del análisis económico más preclaro. Aunque dura nada menos que 44 minutos, os recomendamos que no os la perdáis, porque Montoro no solo es un analista excepcional, sino que se da la afortunada circunstancia que también es nuestro Ministro de Hacienda (¡madre, qué suerte tenemos!).
Ni que decir tiene que el Ministro comparte al 100% el análisis económico de la Gacetilla. O la ha leído, o es que es igual de listo que nosotros, qué más da. El caso es que el tío lo tiene claro.
La Gacetilla en el MInisterio
Destaca Montoro la deuda externa neta como el principal problema económico de España (¿cuantas veces hemos dicho eso nosotros?). Y señala a continuación que esa deuda era en 2003 del 35% del PIB, pero que en 2011 había subido hasta el 90% del PIB, aunque evita conspicuamente apuntar que esos fueron justo os años durante los cuales estuvimos gobernados por José Luis Rodríguez Zapatero.
Sostiene luego Montoro que tal incremento de la deuda externa vino causado por un déficit externo (o por cuente corriente, que es lo mismo) insostenible, que ahora estamos reduciendo. Y ojo, porque en este sentido se descuelga sosteniendo la misma predicción que hizo su compañero de gabinete Luis De Guindos la semana pasada, y que ya os comentamos en su momento: que el déficit corriente se anulará ya en 2013 (en lugar de 2014 como estima la Gacetilla).
Aunque nosotros mantenemos nuestra previsión para 2014 (al menos de momento), tenemos que reconocer que el optimismo de De Guindos, pero sobre todo el de Montoro (más experto en esto), nos ha obligado a repasar nuestro modelo macroeconómico, para asegurarnos que no se nos hubiese escapado ningún gazapo (es que Montoro es mucho Montoro). No hemos visto error y, como os decimos, mantenemos la fecha de 2014. Aun así, lo importante, mes arriba o abajo, es que desde luego que compartimos visión con el Ministro.
Montoro tuvo cuidado expreso en evitar citar culpables. Según explicó, trata de evitar polemizar con nadie, para enfatizar por el contrario la idea que debemos “salir juntos de la crisis”. Imprescindiblemente, no obstante, su análisis tiene que apuntar a que la salida de la crisis no pasa por aumentar la demanda interna a base de seguir endeudándonos con el exterior, puesto que la deuda externa no puede crecer más. Por el contrario, debe buscarse el crecimiento sin déficit externo. De nuevo, idéntica postura a la que defiende la Gacetilla. Es como si no leyese otra cosa (y bien pensado ¿por qué habría de hacerlo?).
Al analizar responsabilidades por la crisis, Montoro acusó fallos de los agentes internacionales que también evitó nombrar. Pero citó el error en los objetivos de Maastricht, que no tuvieron en cuenta el sector exterior, añadiendo a renglón seguido que dicho error ya se corrigió, como os dijimos en su día en la Gacetilla.
También puso el énfasis en que el sector privado ya ha hecho su ajuste. Tras haber recortado poco menos de 3.000.000 de puestos de trabajo (concretamente 2.600.000, como sabéis por la Gacetilla) ahora tiene una capacidad de ahorro del 5% del PIB (otro punto de vista compartido con la Gacetilla). Por lo tanto, toca ahora ajustar al sector público.
Como os podréis imaginar, cuando oíamos a Montoro, es que se nos llenaban los ojos con lágrimas de puro gozo. Es como si le tuviésemos abducido cerebralmente. ¡Qué bien!
Un Ministro como la copa de un pino
Bromas aparte, parece que finalmente tenemos un Ministro que en primer lugar sabe qué hay que hacer, que después lo dice y que además se dispone a llevarlo a la práctica. ¡Qué gusto!
Por eso os decíamos que el video anterior debería ser de distribución obligatoria entre todas las facultades de Economía del país, por no hablar de las de Periodismo o Ciencias Políticas. Bien, pues ¿sabéis cuantas veces ha sido visto ese video en YouTube?
37 veces. No os lo perdáis y uníos pues al selecto grupo de privilegiados que saben de qué va esto.
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