sábado, 7 de febrero de 2015

Vivienda - ¿Se acabó el mal rollo?

La sabiduría popular, que debe respetarse porque surge de la decantación del sentido común, dice que la ignorancia es valiente.  Pues tal vez por ignorantes, pero hoy nosotros sí que vamos a ser valientes:  nos disponemos a predecir la evolución de los precios inmobiliarios en España, con fechas y todo.  ¡Toma ya valor legionario!

Tenéis que tener en cuenta que los precios de la vivienda son a los aficionados a la predicción económica, lo que el cuádruple salto mortal sin red a los trapecistas.  Primero, porque todo el mundo mira a la pista central del circo:  hay pocos indiferentes a los pronósticos sobre la evolución de los precios de la vivienda, porque suele ser el principal activo de la mayoría de las familias.  En segundo lugar, porque ese ejercicio acrobático lo entiende todo el mundo: puede que la tía Anacleta no sepa si la acción de Indra debería valer 10 ó 15 EUR, pero seguro que sabe que si su casa vale 250.000 ó 300.000 EUR.  Y finalmente, porque un posible error acabaría con el arriesgado acróbata en el hospital:  en la Gacetilla no borramos nuestras predicciones antiguas, de modo que un error en asunto tan principal nos perseguirá durante generaciones.

¡Pero ya sabéis nuestro lema!  ¡Podréis no estar de acuerdo con nosotros, pero no podréis decir que no nos mojamos!  ¡O sea que redoble de tambores, y vamos allá!

De donde venimos

El censo de 1991 decía que en España había 17.000.000 de viviendas.  Sus precios habían subido en los '80, pero luego se habían estancado.

A partir de 1996, el país los precios volvieron a subir, a medida que el país iba emergiendo de la anterior crisis económica.

En Mayo de 1998, se decidió que España entraría en el Euro, y a partir de entonces empezó a llegar un aluvión de dinero alemán (por simplificar), listo para aprovechar los mejores rentabilidades que podían obtenerse en España.  Los particulares españoles, armados de hipotecas cada vez más ventajosas, que se financiaban con ese dinero, pujaron llevando los precios de la vivienda todavía más arriba.  Y el incremento de precios llevó a un fuerte tirón en la construcción de viviendas.

Por fin, en 2004, se montó el lío.  El gobierno Zapatero, agobiado por la investigación del 11-M y la negociación con ETA, decidió ahogar las críticas forzando una inundación de crédito fácil.  Si hasta entonces había entrado dinero alemán a un ritmo del 3% del PIB, el nuevo gobierno sustituyó al Gobernador del Banco de España por un hombre del partido (Miguel Angel Fernández Ordóñez), y disparó la cifra hasta el 10% del PIB.

Se desató la locura.  Los promotores parecían capaces de vender cualquier cosa a un público borracho de crédito.  Solo en 2006 se empezaron a construir más de 800.000 viviendas, más que en Alemania, Francia, Italia y Gran Bretaña juntas.

Hasta que, como tristemente sabemos, se produjo en Agosto de 2007 la crisis de las hipotecas subprime en EE.UU..  Los mercados se asustaron, el flujo de dinero alemán hacia España paró de golpe, y la fiesta se quedó de repente sin música.

A partir de ese momento, los promotores ya no fueron capaces de vender ni una escoba.  Al terminar 2007, se les había acumulado un stock de 1.010.000 viviendas, entre terminadas y medio construidas, al que no podían dar salida.  Y entonces llegó el tío Paco con la rebaja, claro.

 ¡Oh, sielos, Leoncio!

Muchos observadores se vieron inicialmente atrapados en un estado de negación:  los precios de la vivienda probablemente ya no subirían, pero tampoco caerían, porque eso nunca había sucedido históricamente.

Sin embargo, al acabar 2008 esa fase estaba esencialmente superada y ya todo el mundo sabía que los precios bajarían.  ¿Pero cuanto?  Conscientes de nuestra incapacidad para responder a esa pregunta, en la Gacetilla optamos por quedarnos calladitos (muy bien hecho).

Más tarde, en Julio de 2009 sí que nos mojamos algo, pero en otro sentido, y no estuvimos de acuerdo con quienes predecían un ajuste rápido.  Dijimos que la caída de precios no sería breve, sino que acompañaría al proceso de liquidación del stock acumulado, y que duraría hasta 2015.  Claro, ahora estamos en 2015 y el desestocaje todavía no ha terminado, pero no os pitorreéis demasiado, porque entonces estábamos en 2009, y nuestro mensaje era claro:  teníamos muchos años de crisis inmobiliaria por delante.

En Septiembre de 2010, ya más sueltos, predijimos que los precios no subirían hasta 2015.  No podemos decir que fuésemos a tumba abierta, pero no fallamos.  Ah, la prudencia es una gran virtud.

Y por fin, en Junio de 2012, dijimos nuestra última palabra al respecto hasta hoy:  el desestocaje se alarga, y previmos que llegaría hasta 2017.

¿Y qué tenemos que añadir ahora?

¡Valor, mi querido Tristón!

Como en los dibujos animados, todo Tristón pesimista va acompañado de un Leoncio optimista y adivinad qué:  ¡Hoy es el día de Leoncio!

A la vista de que 2017 ya está a la vuelta de la esquina, se nos hizo ya urgente revisar nuestra última predicción para actualizarla y afinarla, porque entonces nos valía con apuntar a 2017, mientras que ahora ya pretendemos ser algo más precisos.

Afinando la puntería

Así pues, comenzamos por el dato de partida, es decir, el número de casas en construcción, o terminadas, que estaban en poder de las inmobiliarias al final de 2007, que es el momento en el cual el stock de casas sin vender tocó techo.  A partir de ahí ha venido bajando paulatinamente.

Al contrario de lo que podría pensarse, por tratarse de un dato tan importante, en realidad no hay estadísticas buenas sobre el stock de casas en construcción y terminadas pendientes de venta.  Así pues, nunca tuvimos un dato propiamente referido al cierre de 2007, sino que a efectos de cálculo partimos en su día de una estimación casera nuestra, referida al cierre de 2008.

Hace unas semanas, sin embargo, descubrimos que el denostado Ministerio de Vivienda del gobierno Zapatero, que era una creación para la galería prácticamente inútil o incluso contraproducente (recordad los millones que se pulió el amiguete de partido Alejandro Inurrieta), sí había hecho una cosa útil durante su breve, pero infausta existencia.

Resulta que el Ministerio publicó un estudio estadístico sobre el stock de viviendas terminadas y en construcción al cierre de 2008, que es de lo más completo que hemos visto hasta ahora (tal vez haya algo mejor, pero nosotros no lo hemos visto).  Bien, pues ese estudio decía que el total de viviendas era 997.000, en lugar de las 1.200.000 (o incluso 1.300.000) que decía nuestra estimación casera.

El error de la estimación casera no fue importante en su día, porque entonces quedaban años de desestocaje por delante.  Sin embargo, ahora que el ese proceso puede estar terminando, un error de 200.000 ó 300.000 viviendas sí importa mucho.  Así que en la más rancia tradición gacetillera, admitimos nuestro error, rectificamos (que es de sabios), y vamos adelante.

Una vez establecido el stock inicial (1.010.000 viviendas en 2007 y 997.000 en 2008), seguir su evolución es mucho más fácil.  De hecho, hay estadísticas muy precisas es de cuantas viviendas empiezan a construirse cada año, porque los Colegios de aparejadores tienen que emitir un visado, y los llevan muy contados.  Y también las hay de cuantas viviendas nuevas terminadas se registran a favor de sus primeros dueños, porque eso lo lleva igualmente bien contabilizado el Colegio de Registradores.

Así pues, ved como ha evolucionado el desestocaje de viviendas durante los últimos años:


¿Crisis?  ¿Qué crisis?

Como podéis apreciar, 2007 todavía fue un año de juerga salvaje, aunque la crisis hubiera empezado en Agosto de ese año, y hubiera provocado que los bancos españoles se quedaran sin crédito en los mercados.  En gran medida, ello se debió al gobierno de entonces, encabezado por el socialista José Luis Rodríguez Zapatero.

Preocupado por sus perspectivas electorales, Zapatero maniobró para que la fiesta se prolongara todo lo posible.  Así, salió públicamente ante la prensa en Noviembre, pidiendo a los bancos que dieran crédito a las inmobiliarias.  Luego supimos que había estado reuniéndose en La Moncloa con Fernando Martín y otros grandes inmobiliarios.

En Diciembre fue incluso más lejos.  El director de la Oficina Económica de Zapatero, David Taguas, montó la famosa "Operación Nochebuena", para intentar que las Cajas de Ahorros de Andalucía dieran un préstamo a Inmobiliaria Colonial, una gran promotora afín al partido, que suspendió pagos poco después.

En fin, que como veis, el país ya estaba en crisis, pero 325.000 pisos más se apilaron solo en ese año, llevando el total sin vender hasta 1.010.000.  En 2008, los bancos ya se pasaron el año entero secos, pero todavía se iniciaron 265.000 viviendas más (recordad que Zapatero se negó a pronunciar la palabra "crisis" hasta el 3 de Julio de ese año), de modo que la solución del problema se retrasó otro año más.

¡Vendan!  ¡Vendan!  ¡Vendan!

Una vez admitido públicamente que había crisis, veis que en 2009 ya empezó a liquidarse el stock en serio.  La anécdota política de entonces es que en Mayo de ese año la (perfectamente inútil) ministra de Economía, Elena Salgado, nos aseguró que ya había sus famosos "brotes verdes".  Así funcionaba esta gente, que es que se nos olvida.

Lo cierto es que 6 años y varios millones de parados más tarde, el desestocaje todavía continúa, y todavía quedan unas 351.000 viviendas por vender, ya sea en construcción o terminadas.  Bueno  ¿y ahora qué?

Escampan los nubarrones

Pues aquí vienen las buenas noticias.

La primera es bastante evidente, y es que el fin del desestocaje está más próximo de la última cifra de stock en la tabla parece indicar, porque el proceso se detendrá antes que ese stock llegue efectivamente a cero.  Como es natural, siempre habrá algunas casas en construcción, o en cualquier caso pendientes de venta en algún sitio de España.

¿Cuantas?  Pues quien decide qué stock es el oportuno son, naturalmente, las inmobiliarias.  Y éstas saben que para construir una vivienda se viene tardando unos 18 meses, de modo que parece razonable pensar que dejarán de limitarse a vender stock viejo, y empezarán de nuevo a construir, cuando vean que corren riesgo de quedarse sin nada que vender en 18 meses.

Por ejemplo, en 2014 se vendieron 121.000 casas nuevas.  Como al final del año quedaban a las inmobiliarias otras 351.000 casas por vender, tenían stock para atender más de 2 años de ventas y por lo tanto parece razonable que sigan desestocando en lugar de construyendo.

¿En qué situación darían por concluido el desestocaje y volverían a construir?  Naturalmente, no esperarían a liquidar todo el stock, sino que empezarían a construir si el stock de viviendas descendiese por debajo de 18 meses de ventas, es decir, 180.000 casas.  Ya veis pues que el fin del desestocaje está mas cerca de lo que un stock restante de 351.000 casas puede en principio sugerir.

Pero aun hay otros factores que aproximan el fin del desestocaje todavía más.  Por ejemplo, creemos que las ventas de casas nuevas van a empezar a subir este año.  Por lo tanto, cuando acabe 2015, el stock mínimo que las inmobiliarias buscarán no será ya 180.000, sino unas 200.000 viviendas.

En 2016 sucederá lo mismo.  Las ventas de viviendas nuevas volverán a subir, y para cuando acabe ese año las inmobiliarias estarán pensando en un stock mínimo de 235.000 viviendas.  Sin embargo, entre tanto el stock habrá seguido bajando, y podría para entonces estar cerca de las 200.000 viviendas, es decir, menos de lo que las inmobiliarias querrían.

En otras palabras  ¡habrá terminado por fin el desestocaje de nunca acabar!  ¡Taa-chaaán!

Tomad pues nota que acabamos de haceros partícipes de una de nuestras más esperadas predicciones.  El proceso de desestocaje de vivienda nueva en España, que empezó en 2007, terminará por fin a mediados de 2016.  ¡Parecía imposible, pero lo conseguimos!

Entretiempo

Nuestros lectores más avezados ya sabéis desde 2009 que en la Gacetilla pensábamos que el desestocaje de vivienda duraría más que la crisis económica.

En Enero de 2013, preveíamos que creciera el PIB y se creara empleo a partir de 2014, a pesar de lo cual contábamos con que el desestocaje de vivienda se prolongara algún un tiempo más.  Concretamente, os decíamos que "entre 2014 y 2017 se dará un período durante el cual la crisis habrá terminado, y sin embargo todavía se estará liquidando el sobrestock de vivienda acumulado en años anteriores".  Como veis, habéis tenido la ventaja de saber qué va a pasar con cierta antelación, en este caso un par de años.

Bueno, pues ahora sabemos que ese período previsto empezó realmente en Febrero de 2014.  Creemos que terminará alrededor de Julio de 2016 o sea que, de nuevo, contáis con información adelantada.

La verdad es que el Gobierno lo está haciendo de miedo, y nos quitamos el sombrero.  Lo que de verdad nos sorprende es lo poco que les está luciendo.  Desde el punto de vista de la oposición, está claro que la labor de zapa (nunca mejor dicho) del Gran Wyoming y sus mini-Wyomings secundarios es impagable (es un decir, que el tío se está forrando).

En fin, así son las cosas.  Volviendo a lo nuestro, ya sabéis que estamos en un interim en el cual la economía ya va bien (parece que desde el mes pasado lo pueden decir también los socialistas, porque Pedro Sánchez ya ha dado permiso), pero los precios de las casas todavía no suben.  La noticia de hoy es que esta curiosa situación va a durar solo unos 18 meses más.

Caminando con pie firme

¿Por qué estamos tan seguros?  Pues para empezar, porque el empleo va de miedo.  En 2014 se crearon más de 400.000 empleos.  Eso no se percibe mucho por el "efecto Wyoming", pero también porque mucha gente agotó ese año la subvención del paro, de modo que una cifra prácticamente compensó a la otra.

En 2015 se crearán 500.000 empleos más, pero el número de personas que agotarán la subvención al paro será mucho menor.  Esa tendencia se acentuará todavía más en 2016, de modo que preparaos para ver como va arraigando en la sociedad una sensación de que vuelven los buenos tiempos.  Por supuesto, Wyomings de distintos tamaños harán lo que esté en su mano por impedirlo, pero el clima de confianza mejorará, y eso afectará a la demanda de vivienda.

Existe otro factor adicional, el regreso del crédito hipotecario.  Si, como os decíamos al principio del artículo, en 1991 había 17.000.000 de viviendas en España, lo cierto es que para 2009 la cifra había ascendido ya a casi 26.000.000.  Esos 9.000.000 de viviendas nuevas se financiaron sobre todo con hipotecas (esas que los bancos fondeaban con dinero alemán).

La consecuencia fue una explosión del crédito hipotecario sin precedentes.  Al final de 2009, el saldo agregado de todas las hipotecas de España era de 1.100.000 MEUR.  Esa cifra sola no dice mucho, pero a partir de ahí los bancos empezaron a amarrar, y para el final de 2014 ya solo quedaban unos 725.000 MEUR.  En otras palabras, en 5 años los españoles pagamos el 34% de todas las hipotecas del país (alucinante  ¿no?).

Ahora que la economía va bien los bancos, que durante años se habían estado negando a dar hipotecas, están volviendo a concederlas paulatinamente (incluso hacen publicidad de ellas, acción que estuvo conspícuamente ausente durante años).  Pero la reapertura de las ventanillas bancarias va muy lentamente, de modo que el saldo hipotecario sigue reduciéndose a pesar de todo.

Sin embargo, va cayendo cada vez más despacio.  Al principio del año bajaba a un ritmo del 11% anual, mientras que al final del ejercicio lo hacía al 7%.  Nosotros estimamos que para mediados de 2016 el saldo hipotecario deje por fin de caer, y empiece a subir de nuevo.

Agudeza visual

Y luego hay 2 datos muy curiosos en la tabla de desestocaje que pusimos arriba.  Son estos dos:


¿Los veis?  Fijaos bien.

Para empezar, llama la atención la cifra de viviendas nuevas vendidas en 2014.  En un año que ha sido económicamente el mejor desde 2007, la venta de casas nuevas ha bajado.  ¿Y eso?

El dato es todavía más llamativo cuando nos damos cuenta que, en ese mismo año, la compraventa de casas de segunda mano se ha disparado.  Mientras que la venta de viviendas nuevas bajó el 15%, la de viviendas usadas subió el 15%, es decir, hizo justo lo contrario.  Qué raro  ¿no?

Y luego prestad atención al dato de viviendas iniciadas:  ¡Exacto!  ¡Ha subido un poquitísimo, pero ha subido!

Efectivamente, se trata de una subida ridículamente pequeña.  Sin embargo, tenemos que decir que es también estable.  Es decir, que las cifras mensuales de los últimos 3 meses publicados, todas apuntan hacia arriba, aunque sea muy ligeramente.  ¿Y qué importancia tiene?

Nosotros creemos que mucha.  Vereis, al hacer las cuentas sobre el estado del mercado inmobiliario en España, hemos tratado únicamente las cifras agregadas, como si el mercado no distinguiese entre un piso en Baracaldo y un chalet en Ibiza.  Naturalmente, eso está bien para simplificar los cálculos, pero en realidad el mercado inmobiliario no es unitario en España (ni en ningún otro país similar), sino que está dividido por zona y tipo de vivienda.

Eso quiere decir que, en realidad, es perfectamente factible que el desestocaje termine antes en una zona del país que en otra, o en un tipo de vivienda antes que en otro.  Así pues, esta ligera mejoría de la construcción de viviendas viene a decirnos que en otoño de 2014 ya había algunos tipos de vivienda que empezaban a agotarse en ciertas zonas y que, por lo tanto, alguna inmobiliaria ya daba por concluido el desestocaje de ese tipo de casa, y se animaba a construir.  Es la primera vez que tal cosa ocurre desde 2007.  Por eso el cambio de tendencia de 2014 es importante.

Pero ese dato es todavía más significativo en conjunción con la caída de ventas de viviendas nuevas que ha sucedido simultáneamente.  Pensadlo, mientras algunas inmobiliarias se empiezan a animar a construir porque ven demanda, otras inmobiliarias están, en realidad, vendiendo menos vivienda nueva que antes...  ¿por qué?  ¡Si parece evidente que hay demanda!

Como habéis adivinado, la razón de que no vendan más vivienda nueva, es que se les empieza a agotar el stock.  De nuevo, con un stock al cierre de 351.000 viviendas, es seguro que todavía lo hay para dar y tomar en muchas localizaciones y tipos de inmueble...  ¡pero claramente no en todos!

Y habiéndose dado estas 2 curiosidades científicas (aumento de la construcción y caída de las ventas de vivienda nueva)  ¿qué sucedió en 2014 con los precios?

Mentiras, mentiras cochinas y estadísticas

Pues en esto sí que hay estadísticas de calidad en España.  Las 2 mejores son las que hacen el INE, que no está nada mal, y el IPVVR que hace el Colegio de Registradores de la Propiedad, y que es todavía mejor.  Según el INE, el precio por metro cuadrado de vivienda nueva todavía cayó en 2014.  Sin embargo, el IPVVR ha dejado de caer y está plano desde el segundo trimestre de ese año.

Estando bien hechas ambas estadísticas, es curioso que discrepe lo que dice una de lo que dice la otra.  Lo hemos mirado, y nos quedamos con el IPVVR por razones técnicas que ahorramos a vuestra paciencia.  Sin embargo, tomad nota que muchos analistas que siguen el índice del INE creen que los precios siguen bajando (y se equivocan, claro).

I have a dream...

Bueno, pues ahora situaos, y pensad que ya estamos en Julio de 2016.  La temperatura es cálida, el cielo azul y los pajaritos vuelan por el bosque.

El país lleva ya más de 2 años creando empleo rápidamente y la población se encuentra crecientemente optimista.  En esta situación, los bancos terminan por fin de abrir la mano y el crédito hipotecario empieza a crecer.  Casi simultáneamente, la mayoría de las inmobiliarias empieza a preocuparse por quedarse sin stock, y lanza nuevas promociones.  Así las cosas  ¿qué creéis vosotros que sucederá con los precios de la vivienda a partir de entonces?

¡Exacto!  El año que viene subirán los precios de la vivienda en España.  Maravilloso  ¿no?

Podemos aguar la fiesta

Ruido desagradable de aguja rayando disco de vinilo, y vuelta a la realidad.

Lamentablemente, no vemos probable el escenario de los pajaritos del bosque.  Ya sabéis que nuestro escenario político central es que al final de 2015 abandonará el PP La Moncloa, y el actual Gobierno será sustituido por uno respaldado por un tripartito PSOE / Podemos / IU.  Y ese nuevo gobierno tripartito nos hundirá en la miseria de nuevo.  De modo que nada de recuperación de precios de vivienda.

En la Gacetilla tenemos opiniones fuertes.  Hay ministros que nos parecen buenísimos y otros unos cantamañanas, y así lo decimos (a veces nos equivocamos).  Pero también sabéis que el principal objetivo de esta inmarcesible publicación no es el de expresar opiniones, sino hacer predicciones económicas acertadas.  Y también sabéis que las predicciones no se nos dan nada mal.  Bien, pues la predicción de que entre un tripartito y hunda la economía es eso, la predicción de lo que nos parece más probable que ocurra.  Creemos que al final del año, el Gobierno actual, que nos parece muy bueno (y que ha tenido mucho éxito en lo económico) será sustituido por uno muy malo, que nos arruinará otra vez.

Hecho el pliego de descargas, seguimos con el punto del artículo, que es prever qué sucederá con los precios de la vivienda el próximo año.  Porque hemos explicado por qué deberían subir, antes de tener en cuenta el escenario político.  Sin embargo, y desgraciadamente en este caso, el escenario político tiene una importancia enorme.

Dando con el hacha

En vivienda, como en el resto de la economía, el adviento del nuevo gobierno tripartito acabará con lo que podría haber sido un período de bonanza de 4 ó 5 años de vacas gordas, y nos meterá en un fregado económico de marca mayor.  Como ya sabéis también, creemos que la cosa será relativamente breve, porque el tripartito no será capaz de agotar la legislatura, y que habrá elecciones anticipadas en 2017 ó 2018.

Pero antes de irse, el tripartito causará daños.  Ya os explicamos que ese gobierno estará encabezado por Pedro Sánchez, con apoyo desde Podemos y lo que quede de IU.  También os dijimos que su acción de gobierno vendrá marcada por una contínua pugna entre PSOE y Podemos, donde el primero intentará inutilmente aplacar al segundo con concesiones contínuas, que marcarán las políticas gubernamentales.

El resultado será una escalada rápida y monstruosa del déficit público.  Aunque los datos tarden en salir, lo cual permitirá al tripartito ganar tiempo, los mercados financieros se anticiparán a ellos, de modo que lo que realmente podemos (chiste triste) prever es un abrupto cierre de la disponibilidad de financiación, tanto para el Estado como para los bancos españoles.  Será una versión a cámara lenta del lío en el que se está metiendo Grecia, que en menos de un mes ha conseguido que le cierren todas las líneas de crédito menos una.

Como os podéis imaginar, la consecuencia de la falta de crédito, y del desplome de la confianza económica (nadie con inteligencia invertirá un duro para que Podemos se entretenga expropiándoselo entre insultos) frenarán en seco la recuperación de los precios inmobiliarios.

Por lo tanto, ya veis, en nuestro escenario político central, los precios desde luego que no se recuperan en 2016.  Qué hagan después no resulta posible predecir, porque dependerá de cuanto dure el gobierno tripartito, y cuantos años produzca.  A quien parezcamos tímidos proponemos que intente hacer una predicción económica en Grecia o Venezuela, y que nos la envíe (mucha suerte).

¿Es un lago o un espejismo?

Afortunadamente, 2 noticias de las últimas semanas nos permiten ver algo que parece brillar entre las dunas inertes del desierto económico del tripartito.

La primera es que Syriza, el partido hermano de Podemos que está arruinando Grecia, va progresando mucho más rápidamente de lo esperado.  Tras contratar a miles de funcionarios que no necesita ni puede pagar, Syriza se ha quedado sin más financiación que la línea para emergencias del Banco de Grecia.  Con un poco de suerte, la probable implosión de Grecia con Syriza permitirá a los electores comprobar como funcionan en la práctica las recetas bolivarianas de Podemos, y tal vez eso evite su acceso al poder.

La segunda es de orden contrario, y se refiere al sorpasso de Podemos al PSOE.  Como os adelantamos en Noviembre de 2014, Pedro Sánchez estuvo en EE.UU. en Enero de 2015, presentándose ante sus poderosos patrocinadores locales (Madeleine Albright y demás).  Suponemos que tuvo que contarles como conseguirá evitar que los bolivarianos de Podemos tomen el control de otro país de la OTAN, tras Grecia.

Nuestra hipótesis gacetillera (sin base, absurda y todo eso, ya sabéis) es que les prometió que, si no saca suficientes votos como para verse fuerte para controlar a Podemos, entonces pactará una Grosse Koalition y gobernará con el PP.

Bien, pues la noticia es que la última encuesta del CIS (muy seguida porque se hace con mucha pasta y es muy fiable) dice que Podemos ha pasado al PSOE en intención de voto.  Coincidiendo con la presentación de este largamente esperado dato (la anterior encuesta ya dejaba a Podemos un suspiro por debajo del PSOE), se dio la curiosa coincidencia que Pedro Sánchez admitió que la economía va bien (es un lince) y se dejó hacer una foto firmando un acuerdo de Estado con el PP (el pacto antiyihadista).

¿Tenemos pues fumata blanca?  ¿Quiere eso decir que habrá Grosse Koalition en lugar de tripartito después de todo, y que tendremos nuestra anhelada bonanza económica?

Demasiado bueno para ser cierto

Pues nos tememos que todavía no.  Para empezar, Pedro Sánchez se tomó muchísimo cuidado de dejar abiertas sus opciones para volver al tripartito, por la vía de criticar inmediatamente el mismo pacto antiyihadista que estaba firmando (la excusa fue la cadena permanente revisable para los yihadistas, que se ve que su sensibilidad humanista liberal no le deja dormir, pobre hombre).

En segundo lugar, y a pesar de las presiones de los amigos internacionales del partido, los poderosos amos de los medios de comunicación que nutren al PSOE en España, están muy enfrentados al PP, no ven forma de reconciliar sus intereses con los de una Grosse Koalition, y siguen disparando contra ella.  Si os fijais en la línea editorial de El País, por ejemplo, no deja de enfatizar que el PP sigue siendo culpable hasta de haber sido el toro que mató a Manolete, mientras que las actividades económicas paralelas de los dirigentes de Podemos (parece ser que todos están en alguna), son beneficiarias a ultranza del derecho a la duda, incluso cuando otros periódicos publican los correspondientes extractos bancarios.

Y finalmente, es perfectamente posible que Podemos termine por ceder en las encuestas.  Es cierto que ese partido cuenta con una base electoral fiel de jóvenes no estudiantes de entre 18 y 30 años, que alternan desesperados entre un paro del 40% y una enorme precariedad laboral un año tras otro.  A pesar de ello, el probable destino de Grecia, manejada sin ninguna destreza por un orador hueco rodeado de varias capas de colaboradores sin experiencia ni preparación suficiente, puede marcar a Podemos.  Cabe esperar que aplique aquel refrán sobre quien ve las barbas del vecino mesar.  Si eso sucede, Podemos pierde fuelle y el PSOE consigue recuperarse, entonces volverá a verse en posición de liderar el tripartito y volveremos al escenario político central.

Así que ya sabéis, solo hay 2 posibles situaciones:  tripartito, a la porra el país y otro tanto con los precios de las casas, o bien (la menos probable) Grosse Koalition, bonanza económica y arriba los precios desde Julio de 2016.

Y nosotros, que creíamos no ser ignorantes, resulta que tampoco somos tan valientes...  ¡y menuda emoción vamos a pasar!

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