Algo huele a podrído en la Universidad Complutense de Madrid
José Carrillo, decano de la Universidad Complutens e hijo del posible criminal de guerra Santiago Carrillo (la correspondiente investigación judicial fue bloqueada por el juez Baltasar Garzón, posteriormente inhabilitado por prevaricación), fue elegido para su cargo en 2011, como representante de una opción continuista con la gestión del anterior decano, Carlos Berzosa, de quien Carrillo había sido vicedecano.
Al poco de acceder Carrillo al cargo, nombró gerente de la Complutense a Begoña Aisa, vinculada en prensa con un oscuro affaire inmobiliario que afecta a Berzosa. Sucede que la Cámara de Cuentas de la Comunidad de Madrid descubrió que faltan 11 MEUR, sin justificar, en una promoción inmobiliaria organizada por la Complutense. Preguntado por el affaire, Carrillo admite que ha habido mala gestión, pero argumenta que quiere pensar que no se ha producido desviación de fondos.
La falta de esos 11 MEUR, no parece haber deteriorado la situación económica de la Complutense tanto como para detener algunos proyectos favoritos de Carrillo, tales como el levantamiento de un monumento en homenaje a las Brigadas Internacionales. Los críticos del decano se preguntaron qué razón académica tiene la Universidad para promover un homenaje a una formación armada extranjera, organizada por el Partido Comunista francés, que acudió a España para participar en la guerra civil, o qué la hace diferente de del Batallón Irlandés que acudió en apoyo de los católicos del bando nacional.
Y mientras el dinero universitario tiene tales destinos, la noticia de hoy es que anuncia el decano Carrillo que ha decidido pedir 150 MEUR al ICO, no para ningún proyecto concreto,sino simplemente porque no puede atender los compromisos financieros que ha adquirido.
¿Algún voluntario para prestar ese dinero a Carrillo?
Maestros explotados
Hoy descubrimos en prensa que la Comunidad de Madrid se dispone a exigir que los maestros permanezcan 30 horas semanales en sus centros educativos.
La sorpresa para muchos es grande. ¿Pero cuanto tiempo permanecían en los centros hasta ahora? ¿Y donde se van el resto del tiempo? ¿A sus casas? ¿Y como se controla qué hacen durante el tiempo que no están en sus centros de trabajo? ¿Podemos apuntarnos para hacer lo mismo los demás trabajadores?
Julán García Valverde es un ex-presidente PSOE de Renfer, que fue investigado (y absuelto) en su día del caso de las comisiones del AVE.
A pesar de lo antiestético que resulta que un alto funcionario investigado por cobros se dedique a estas cuestiones, García Valverde montó a su salida de Renfe un grupo de empresas, Imathia, que se dedica a pillar contratos del AVE con Renfe. Hay que ver que es casualidad, con lo grande que es España.
Bien, pues parece que, de forma sorprendente y por primera vez en la carrera de este famoso socialista, un artículo de prensa nos revela lo que parece un mérito suyo. Según el ABC, García Valverde habría sido el exitoso muñidor del contrato del AVE de La Meca a Medina, recientemente ganado por un consorcio español frente a la dura competencia francesa.
De modo que, como en la Gacetilla tenemos a gala la coherencia, solo puede ser cierta una de dos: o nos hemos estado equivocando con García Valverde, o nos estamos equivocando con el contrado del AVE árabe, que tiene pinta de ser un éxito sin paliativos.
Lo veremos.
PSOE en RTVE
La sorpresa para muchos es grande. ¿Por qué hay que esperar a que un partidio político dirima sus asuntos internos para actuar en un ente público? ¿No elige el Gobierno al Presidente de RTVE? Y si no lo elige el Gobierno ¿como se explica la línea ideológica de los Telediarios del ente? ¿Y los contratos multimillonarios a las empresas de Jaume Roures, el amigo de José Luis Rodríguez Zapatero?
Fin del cuento en Grecia
Tras mucho teatro, por fin aprobó el parlamento griego el plan que permitirá que los acreedores quiten 100.000 MEUR de deuda al país (unos 9.000 EUR por habitante), y que les presten 130.000 MEUR más (unos 12.000 EUR más por habitante). Gracias, Grecia, por tu generosidad.
El llamativo juego de poses para la galería de los políticos griegos ha provocado que este plan solo tuviera 200 votos de los 300 posibles (ved nuestro artículo al respecto).
Pero los alemanes (y no solo ellos) ya empiezan a estar hartos de tanto griego posando. El Ministro de Hacienda alemán, Wolfgang Schauble, verdadero arquitecto de la defensa del Euro ante la crisis, no tuvo ayer pelos en la lengua para declarar que los griegos deben pensar en ir planteándose un referéndum para decidir si quieren quedarse en el Euro o no. Y por si había quedado alguna duda, el Ministro de Economía alemán, Philip Rossler, ha añadido hoy que a partir de ahora, ya no hay más aprobaciones de planes que valgan, y que lo que Grecia tiene que hacer es aplicar de una vez las medidas aprobadas.
Murdoch trincado de nuevo
Rupert Murdoch es un magnate de prensa judío, nacido en Australia y que adquirió nacionalidad estadounidense para poder controlar medios de comunicación en ese país. Puede decirse de él que es el principal inversor en prensa anglosajona.
Hace unos meses, se descubrió que uno de sus tentáculos (el diario “News of the World”) había estado pinchando teléfonos en Gran Bretaña. Puesto que se trataba de una trama organizada, y prolongada en el tiempo, es difícil concebir que estas cosas se monten sin que se entere el jefe. También es difícil asegurar que los pinchazos se limitaron a asuntos de crónica social, y que no alcanzaron esferas más delicadas en política y negocios.
Y dado lo anterior, cabe pensar que un asunto así le habría costado la cabeza a cualquiera menos poderoso que Murdoch. Sin embargo, él tomó un avión a Gran Bretaña, tuvo unas reuniones, y salvó la situación cerrando el News of the World. ¡Pfiuu...! ¡Por poco!
Bien, pues resulta que la Policía inglesa este sábado ha arrestado a otros 5 periodistas de otro tentáculo de Murdoch, en este caso el diario “The Sun”, por sobornar (supuestamente y tal) a policías y otros funcionarios públicos. De nuevo, Rupert Murdoch se ha cogido un avión para Gran Bretaña a toda velocidad.
Debemos pensar que, si consigue convencer a sus amigos ingleses que esta vez él tampoco conocía el montaje, hay que decir que lo que sí de demuestra es que el bueno de Rupert trae bastante mala suerte...
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