lunes, 22 de octubre de 2012

Elecciones gallegas y vascas - Comentario político

Niños y niñas, ayer se celebraron elecciones en el País Vasco y Galicia, no hubo sorpresas y ganaron los que parecía que iban a ganar.  A pesar de ello, ahora que ya no hablamos de encuestas, sino de voto real, se impone sacar algunas conclusiones.

Elecciones autonómicas

La primera es que, afortunadamente (eso al menos creemos en la Gacetilla), se percibe como los electores distinguen bien unas elecciones de otras, y voto-oveja, del tipo que se entrega siempre al mismo partido, ya caiga lluvia, nieve o truenos, está en franco retroceso.

Si se especulaba con las repercusiones de un posible desgaste del PP, tras 10 meses de gobierno a nivel central, lo cierto es que en Galicia ha subido y en el País Vasco ha bajado, de forma que lo único que parece haber quedado claro es que los electores sabían que en esta ocasión se determinaba la composición de los gobierno autonómicos, no la del gobierno central, y son capaces de distinguir más allá de los meros colores políticos.

La segunda conclusión también es alentadora, porque se ha demostrado que los electores sí prestan atención a los resultados de la gestión de cada partido en sus correspondientes responsabilidades de gobierno.  Y, para que no haya duda, nos referimos a la gestión en su aspecto más puramente técnico, más allá de los elementos ideológicos que definen a cada opción política.  El PP, cuya gestión en Galicia ha sido excelente, ha salido premiado.  Y en el País Vasco, el PNV ha triunfado capitalizando su historial de gestión, una vez que se enfrentaba a otra alternativa (Bildu) con un perfil nacionalista tan marcado o más que el del propio PNV.

La tercera es que los candidatos sí importan.  El electorado es consciente de que lo que se dirime fundamentalmente en las elecciones es qué personas van a tomar las decisiones de gobierno en los próximos cuatro años, que durante ese mandato tendrán que afrontar situaciones que hoy todavía son forzosamente imprevisibles y que, en tales circunstancias, serán la personalidad e instintos de cada candidato los que marquen la diferencia.  En consecuencia, la elección de candidato por cada partido político ha tenido un peso decisivo.

Así, en Galicia, ha sido palmario el revés del PSOE, que ha pasado de un 31% en las anteriores autonómicas (o un 28% del voto en las elecciones generales de hace 11 meses), a un 20% ahora.  En la Gacetilla atribuimos gran parte de este descalabro directamente a la elección de canddato socialista, Pachi Vázquez.  Vázquez, que ya había asistido impertérrito al aventamiento por la prensa de una ilegalidad urbanística que cometida (presuntamente, ya sabéis) en un chalet de su propiedad, resultó después incapaz de tomar una postura pública diáfana y clara contra un miembro de su partido, el alcalde de Orense Francisco Rodríguez fue nada menos que detenido por la Policía Nacional en relación a un caso de (supuesta, y tal) corrupción.

En esa ocasión, en lugar de subirse rápidamente al estrado y exigir la dimisión de Rodríguez, Vázquez no tuvo mejor idea que ponerse a contemporizar, echar la culpa al enemigo y sumergirse en maniobras palaciegas de partido, y eso que el asunto se conoció en plena campaña electoral.  Tras apreciar como Vázquez permitía a Rodríguez utilizar el Ayuntamiento y los medios del partido para defender lo vistosamente indefensible, y aunque tras varios (larguísimos) días Rodríguez acabó por dimiitir, es natural que los electores no pudieran por menos de preguntarse qué tiene que suceder para que Vázquez tome medidas contundentes.

La escuálida prestación electoral de Vázquez no pudo quedar más en entredicho al compararla con la de Xosé Beiras, cuyo partido AGE, recién fundado, consiguió no solo obtener representación parlamentaria, sino también colocarse como tercer partido de Galicia y, por lo tanto, en posición de desbancar al propio PSOE como principal partido de la oposición gallega, a la próxima ocasión.  De modo que los candidatos sí son importantes.

Más allá de esas observaciones de aplicación general, están aquellas que afectan a cada partido.  En particular, destacamos las siguientes.

PP

A pesar de su convulsa historia local, el partido se presentó en Galicia unido y de forma bien estructurada, obteniendo un resultado espectacular.  Por el contrario, en el País Vasco las purgas partidarias privaron al PP de alguno de sus elementos con más tirón, tales como Jaime Mayor Oreja y María San Gil.  A pesar de que el partido pueda pues consolarse con Galicia, le será difícil impedir que se observe como la palmaria desmotivación de parte de su electorado vasco ha producido unos resultados peores que los de Bildu incluso en Alava, es decir, lo nunca visto.

PSOE

El paso de José Luis Rodríguez Zapatero, que ha dejado una herencia de tierra quemada allá donde ha tocado, ha sido más evidente en su propio partido, el PSOE, que en ningún otro lugar.  La catástrofe en Galicia, donde ha parecido que solamente la inercia de muchos votantes ha salvado al partido de quedar como una fuerza residual, no debe esconder el desastre causado en el País Vasco, donde ha alcanzado idéntico resultado (20% del voto), y solo puede consolarse porque al PP ha ido todavía peor.

Pero la culpa del PSOE en el caso del País Vasco es todavía más evidente, porque ha sido el partido mismo quien ha dinamitado innecesariamente los muy convenientes acuerdos de gobierno que tenía con el PP, en función de los cuales este último no tenía ni una sola cartera de gobierno, viéndose pues a continuación abocado a adelantar la convocatoria de elecciones hasta Octubre de 2012, que iba a ser (y ha sido) el peor mes de la crisis.

Aunque cabe pensar que la convocatoria en ese mes fuera una apuesta a que los mercados habrían forzado ahora el rescate o expulsión de España del Euro, con el consiguiente perjjuicio para el PP, también es posible pensar que Bildu sigue teniendo suficiente ascendiente en el PSOE como para haber conseguido que la convocatoria de elecciones se hiciese justo en el momento más propicio para inflar el voto de protesta y antisistema, que favorece a los proetarras.  ¿Como es posible que Bildu siempre consiga que el PSOE juegue a su favor?

De una forma u otra, el sorprendente harakiri político del PSOE en el País Vasco puede ser la gota que colme el vaso de la oposición interna a su Secretario General, Alfredo Pérez Rubalcaba.  Tras las elecciones andaluzas de Marzo de 2012, ya os dijimos que el partido era una auténtica jaula de grillos, y a esta hora los oponentes de Rubalcaba en Cataluña, Madrid y Andalucía pueden estár trabajando ya para cobrarse su cabeza.

En la Gacetilla pensamos que acabar con Rubalcaba sería un grave error para el partido, por 2 razones.  En primer lugar porque, desde un punto de vista puramente partidista, Rubalcaba es un buen candidato.  Es creíble, inteligente, y un excelente orador, cualidades todas ellas de mucho más peso que sus principales defectos, esto es, su avanzada edad y su turbio papel con ETA.  Pero en segundo lugar por un motivo mucho más práctico, y es que todas las alternativas plausibles, salvo una, parecen mucho peores que Rubalcaba.

La primera de ellas, Carme Chacón, es la encarnación en si misma de todo lo que ha hundido al PSOE.  No solo es una criatura de Zapatero, sino que además cuenta con cualidades intelectuales discutibles, está rodeada un entorno personal de dudosa calidad política (que incluye una suntuosa villa de veraneo en Santo Domingo, valorada en más de 1 MUSD), y representa al más puro espíritu del PSC, partido que hace gala de su absoluta falta de sintonía con el PSOE.

En los últimos años, el PSC se ha convertido en la pesadilla electoral del PSOE en toda España, a medida que sus compañeros de partido se veían obligados a explicar al perplejo electorado qué razones izquierdistas podía haber para la forzaba la erradicación de la enseñanza en castellano de la escuela pública en Cataluña, la suscripción de los manifiestos independentistas por los ayuntamientos del PSOE en Cataluña, o la asignación forzosa a Cataluña de partidas de inversión estatal proporcionales a la riqueza de ese territorio (en obvio detrimento de las regiones más pobres).

La segunda alternativa a Afredo Pérez Rubalcaba es Tomás Gómez, en Madrid.  Sin embargo, la habilidad que Gómez ha tenido para sobrevivir al enrarecido ambiente del PSOE de Madrid se convierte en una losa de cara a sus aspiraciones posteriores, puesto que Gómez ha tenido que pactar con las múltiples familias del PSOE madrileño.  Eso le hace ahora rehén de la dudosa historia ética de cada una de ellas.  Por ejemplo, acaba de nombrar senadora por Madrid a Maru Menéndez, cuyo marido (o pareja, para ser exactos) aparentemente fue grabado por la Policía mientras confesaba telefónicamente haberse quedado con los locales comerciales de los edificios de cooperativas de vivienda sindicales.  Pues allá va Gómez y, ni corto ni perezoso, manda a Maru a disfrutar de inmunidad parlamentaria al Senado.

Por si esto fuera poco, Gómez dejó a Parla en la ruina tras, su paso como alcalde, tanto que la ciudad no paga siquiera los salarios puntualmente.  Además, ahora ha hecho lo propio con el PSOE de Madrid, tras construir una sede enorme y suntuosa en plena Gran Vía madrileña, cuyo coste sin embargo el partido no puede permitirse (parece que ya deben varios meses de alquiler, pero Gómez niega que esté haciendo un ERE entre su plantilla).

El tercer candidato alternativo a Rubalcaba en el PSOE es Eduardo Madina, de 36 años.  Sin embargo, Madina, que lleva varios años como “tapado” del partido (incluso lo sacaron en sus órganos oficiosos, tales como El País y el Financial Times, y lo enviaron al Foro de Davos de 2012 como “joven líder mundial”), no ha llegado a progresar realmente, lo cual deja transpirar que tal vez pueda despertar algunas dudas sobre sus cualidades para el mando.

Tened en cuenta que Madina se licenció en Historia (que no es Ingeniería Aeronáutica precisamente), y que no ha trabajado nunca en el sector privado.  En 2002 fue víctima de un atentado de ETA (que le costó la amputación de una pierna desde la rodilla, lo cual indiscutiblemente es un gran activo político), gracias al cual se hizo acreedor a una indemnización de 3 MEUR otorgada en tiempos de Zapatero.  Entre esa indemnización (que fue la más alta dada nunca a una víctima del terrorismo, incluyendo las que correspondieron a varios cientos de asesinados por la banda), y una plaza de profesor adjunto en la Universidad Carlos III (centro dirigido por el socialista Gregorio Peces Barba, que se dedicaba a otorgar esas plazas de adjunto a medio PSOE, incluyendo a Tomás Gómez), lo cierto es que Madina nunca ha pasado por la necesidad de someterse a la estresante disciplina bajo fuego real del sector privado.

Esa descripción de candidato joven, sin experiencia laboral potente y sin responsabilidades de gobierno anteriores, hace al perfil de Madina sospechosamente parecido al del cuasi innombrable José Luis Rodríguez Zapatero.  Ya os imaginais pues qué dudas que en el PSOE despierta el peligro de volver a poner a otro completo incompetente al frente de los destinos del partido (eso por no hablar de los sudores fríos que puede provocar al resto del país si llega a La Moncloa).

Volviendo pues a Rubalcaba, no parece pues que sustituirlo sea una gran idea.  No obstante, el PSOE ya nos ha sorprendido anteriormente disparándose en un pie, de modo que no descartamos que llegue a ser esa su elección.

En tal caso, nuestro pronóstico es que la decadencia del partido indiscutiblemente se acelerará, puesto que el nuevo candidato (quien sea que elijan) no tendrá más posibilidad que tejer su cesto con los mismos mimbres que están limitando actualmente al propio Rubalcaba.  La proliferación de casos como los de de Vázquez, Rodríguez, Menéndez y otros cuantos, abren la cuestión sobre si el PSOE lleva realmente demasiado tiempo adoleciendo, en palabras del crítico Joaquín Leguina, de un “problema de recursos humanos”.  Se discute si la selección de cuadros del partido puede contener un exceso de hijos repetidores de militantes históricos, y un defecto de abogados del Estado, ingenieros y profesionales de valía probada.

Por lo tanto, buena suerte al nuevo líder, si es que llega a haberlo, pero no le arrendamos la ganancia.

IU

Sí, al contrario que la prensa estuteciente, en la Gacetilla nos paramos a hablar de Izquierda Unida, ese mítico partido que se debate entre propuestas lunáticas (podéis pinchar aquí para recordar con qué programa llegaron al gobierno de la Junta de Andalucía este mismo año) y el estricto seguidismo a cualquier iniciativa del PSOE, como defiende el cada vez menos discreto Gaspar Llamazares.

Llamazares ya otorgó en su día su apoyo al PNV, un partido nacionalista católico y de derecha con el cual no tenía afinidad política alguna, de forma inexplicable para los peor informados como nosotros, (aunque se rumoreó entonces que 500 MESP de aquellos tiempos tuvieron la culpa).  Gracias a aquella jugada, IU sacó ayer exactamente cero escaños en el País Vasco.  Al menos pues ya no hay dudas sobre la posibilidad de que se vaya a producir pago espurio alguno en esta ocasión, lo cual contribuirá a la tranquilidad de los ya hartos electores.

En Galicia, IU se ha alíado con el nuevo partido Xosé Beiras.  Como os podréis imaginar, esa alianza se compone de dos partes, una que da las órdenes y otra que no existe, y conociendo a Beiras, ya os podréis imaginar qué parte es cada cual.  El caso es que en Galicia, la representación parlamentaria de IU es también inexistente, porque el nuevo partido (que tampoco se llama Xosé Beiras S.A. como podía haberse pronosticado) desde luego no se llama IU.

El mensaje de estas elecciones es pues que IU está cerca ya de su desaparición política, porque sus problemas no se limitan a las dos comunidades que han tenido elecciones ayer.  Así pues en Extremadura, IU ha ido abiertamente contra las directrices de su formación a nivel central, y ha apoyado un Gobierno autonómico del PP (y eso a pesar de la gestión personal en sentido contrario de su Coordinador nacional, Cayo Lara).  En Madrid, IU ha perdido su oportunidad de sustituir a un PSOE en caída libre como primer partido de la oposición, siendo ya superada por UPyD en las elecciones generales de Noviembre de 2011.  En la Comunidad Valenciana, según publicó El País hace unos días, otra fuerza naciente, Compromís. ha desbancado igualmente a IU como alternativa de izquierda al PSOE.  En Cataluña, IU también ha perdido sus siglas en favor de ICV, una formación sin vínculo jerárquico con el partido a nivel central.  En Castilla – La Mancha IU tampoco tiene representación parlamentaria.  Y así siguiendo.  En fin, para qué os vamos a aburrir más.

Pero eso no es todo, porque a nivel central, el partido está también arruinado.  A pesar de la generosidad que ha sabido extraer de la banca (que le ha hecho una hipoteca sobre el usufructo de su sede central, una figura financiera que ni sabíamos pudiera existir), IU es incapaz de pagar sus deudas.

Así las cosas, incluso Gaspar Llamazares, expulsado otrora del poder como autor de la estrategia que llevó a su partido al pozo en el que se encuentra actualmente, está volviendo por sus fueros con una iniciativa llamada Izquierda Abierta que, o mucho nos equivocamos, o tiene toda la pinta de ser una maniobra para incorporar definitivamente al PSOE los restos del naufragio comunista.

De hecho, la única parte de IU que funciona, el sindicato Comisiones Obreras, ya está prácticamente manejado por la socialista UGT, una organización mucho menor y técnicamente menos solvente, pero que cuenta con la llave de las estancias de poder del PSOE.  Como demostración de quien manda, ambos sindicatos han convocado al alimón una huelga general para el mes de Noviembre, a pesar de que es la segunda en pocas semanas, y de lo muy obvio que resulta que la ya fatigada ciudadanía no la comprende ni, en gran medida, la apoya.  Resulta evidente pues que los sindicatos han aceptado desgastarse ulteriormente, a mayor gloria de las perspectivas electorales del PSOE.

Aunque resulte obvio por qué UGT haría una cosa similar, no lo es tanto por qué motivo CC.OO. debería acompañarla, salvo que se acepte la tesis que la frontera entre ambos se va dilyendo rápidamente.

Bildu

Exito total.  Bildu no solo ha conseguido que el PSOE convoque elecciones autonómicas en el mes más conveniente para los intereses de los proetarras, sino que además ha sido capaz de obtener que los medios de comunicación del entorno socialista apoyen la narrativa abertzale a pies juntillas.

Así pues, leemos en El País que el “cese” de ETA es definitivo, por mucho que al cabo de un año la banda no haya entregado las armas, devuelto el dinero ni se haya disuelto (porque de colaborar con la justicia en aclarar los crímenes pendientes de esclarecimiento ya ni hablamos claro).  A pesar de ello, el periódico socialista sigue sosteniendo que esta vez es diferente y que el “cese” (palabra de nuevo cuño, que no es “fin”, pero tampoco es la gastada “tregua”) esta vez es diferente, por razones que el común de los mortales aparentemente somos demasiado estúpidos para poder apreciar.  Por qué motivo la banda no se habría disuelto, salvo que para sostener la amenaza implícita de una potencial reaundación los asesinatos, es algo que los lectores de El País no parecemos ser quienes para preguntar.  Ya, claro.

Además de seguir dando por buena la palabra de ETA, los medios socialistas sostienen también la narrativa política de Bildu.  Así pues, que Bildu no “condene” la violencia (o sea, qie no diga que le parece mal), sino que solo la “rechace” (es decir, que simplemente diga que ellos no la apoyan) resulta más que suficiente a estos medios para dar por buena a Bildu como opción política legal, en paridad de condiciones con los que sí condenan los asesinatos.

Eso deja a la posición anteriormente sostenida por los constitucionalistas (incluido el propio PSOE), en el sentido de que ETA debería disolverse y que Bildu (o como se llame) debería condenar la violencia,  queda desmentida y, sensu contrario, queda pues implícitamente admitido que las posiciones históricas de ETA y Bildu habían sido las correctas.  ¿No es eso?

Por supuesto, el PSOE se hundió electoralmente en el País Vasco, mientras que (naturalmente) Bildu subió como la espuma tras todo el respaldo descrito a su narrativa electoral.  Ahora bien, la culpa es del PP, por no haber soltado a Arnaldo Otegi, tal como prestamente se ha apresurado a declarar El País (no es broma, vedlo aquí si no podeis dar crédito).  No les ha faltado más que culpar a Franco, a Bush y a los pérfidos neocons americanos, y ya estaríamos de vuelta en 2007.  Mantenella y no enmendalla, y así les está yendo.

Pero volviendo a Bildu, la jugada no puede haberle sido mejor.  No solo ha vuelto a las instituciones, sino que es el segundo partido del País Vasco, está en disposición de formar un gobierno independentista con el PNV, sigue sin condenar los asesinatos, ETA no se ha disuelto ni mucho menos, y encima su narrativa política ha triunfado y ahora pueden reclamar que siempre habían tenido razón.  Vamos, que no les falta más que levantar un monumento al hacha y la serpiente en la explanada del Guggenheim.

AGE

Como bromeábamos anteriormente, poco menos que podría llamarse Beiras S.A., porque este partido es casi exclusivamente mérito del temperamental líder nacionalista gallego.

Nada que decir, pues.  Partió de cero, y en poquísimo tiempo se ha situado como tercera fuerza gallega, con creíbles expectativas de ascender hasta la segunda posición.  Otro éxito completo pues.

Hala, pues aquí lo tenéis, nuestras opiniones para vuestro comentario.  Ya veis que, como de costumbre, podréis decir que no estáis de acuerdo, pero no que no nos mojamos.  Que paséis buena legislatura los que nos sigais desde Galicia o el País Vasco.

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