sábado, 27 de febrero de 2010

Crisis - Una buena noticia

Como saben nuestros lectores, la crisis española es consecuencia del salvaje festival de aumento del déficit exterior de España a partir de 2004, que pasó de los 27.000 MEUR en 2003 a 105.000 MEUR en 2007. El déficit era de tal magnitud que España amasó la segunda mayor deuda externa neta del mundo en términos absolutos, tras la de EE.UU..

Estando así las cosas, en Agosto de 2007 se detonó la crisis de las subprimes, y los mercados dejaron de prestar a los bancos españoles, que era la vía por la cual había estado endeudándose el país.

Sin embargo, el gobierno, que afrontaba unas elecciones generales en Marzo de 2008, se esforzó en ocultar la crisis, con tanto éxito que, más allá de los primeros hundimientos inmobiliarios (Colonial y Martinsa Fadesa), su misma existencia se puso en duda.

A pesar de ello, a partir de Junio de 2008 se empezó a destruir empleo y por lo tanto, al comenzar el mes siguiente, incluso el propio presidente José Luis Rodríguez Zapatero pronunció por fin su famosa frase "crisis, como quiere usted que diga".

Desde entonces el gobierno se embarcó en un prodigioso aumento del gasto público, lanzando básicamente cualquier iniciativa de gasto a su alcance (subvenciones a la compra de vehículos, aumento de la financiación autonómica, planes extraordinarios de inversión municipal, extensión subsidio del paro, etc.), con el fin de intentar dulcificar el cataclismo.

El aumento del gasto público fue en España mucho mayor que protagonizado por otros países de la Eurozona menos desesperados, como indicaba el gráfico de nuestro artículo de Nochevieja. El resultado del desenfrenado gasto fue, por un lado, el aumento del déficit público (ojo, no el déficit exterior) hasta el 11,4% del PIB. Hoy, el Estado gasta más o menos el doble de lo que recauda, lo cual es obviamente insostenible.

Si las crisis tienen alguna ventaja, es que obligan a ajustar los desequilibrios económicos. Ese fue también el caso de España, país que llevaba varios años viviendo muy por encima de sus posibilidades. Gracias a la crisis, el déficit exterior cayó abruptamente hasta Agosto de 2009, a medida que el país se paralizaba y crecían las colas en las oficinas del Inem.

Pero sucede que el aumento de gasto consiguió también detener la parte necesaria del ajuste. Como dijimos en nuestro artículo de Noviembre, el brutal gasto permitió forzar un cierre en falso de la crisis, dejando el ajuste todavía a medio hacer. En lugar de seguir bajando, a partir de Septiembre de 2009 el déficit exterior se estabilizó e incluso volvió a subir. Tuvimos la sensación que el gobierno había dejado la otra mitad del ajuste como regalo envenenado para quien viniera detrás de él.

Eso hasta ayer. Porque ayer publicó el Banco de España el dato de déficit corriente (es decir, déficit exterior) correspondiente al mes de Diciembre de 2009, y ha resultado ser muy bueno. Parece que el crecimiento económico de nuestros principales socios en la Eurozona, que hace tiempo que salieron de sus respectivas crisis, propicia que las ventas de exportaciones españolas hayan sido en Diciembre bastante mejores de lo que esperábamos.

Pero hay más. Resulta, además, que el Banco de España ha revisado las cifras de déficit corriente de los meses anteriores, de tal forma que ahora son menos malas.

La consecuencia de ambas noticias es doble. Por un lado, resulta que nuestra última estimación de déficit corriente para 2009 está groseramente equivocada, puesto que el déficit ha ascendido a 53.000 MEUR, en lugar de los 70.000 MEUR que esperábamos. Pues pedimos humildes disculpas por el error, y seguimos adelante con la visibilidad que ahora tenemos.

La segunda consecuencia, sin embargo, es más importante. Porque si el ajuste efectivamente se ha reanudado, entonces el tiempo que transcurra hasta que se incorpore un nuevo gobierno ya no se perderá, sino que el ajuste proseguirá su curso (y tenemos ajuste pendiente para unos 2 años más).

Además, en Febrero de 2010 se ha producido la primera crisis de deuda. Los mercados han estado a punto de cerrarse para Grecia, lo cual la habría convertido en una nueva Argentina (o Islandia). Y a nadie se escapa que, tras Grecia, la siguiente víctima habría sido España (posiblemente junto con Portugal).

Afortunadamente, la crisis ha sido salvada in extremis por Francia y Alemania, pero al precio de obligar a Grecia a abordar el fin de fiesta que lleva tiempo posponiendo. Y el gobierno español, que ha visto las barbas de su vecino mesar, no ha tenido ya más remedio que ponerse manos a la obra con su propio plan de austeridad, para el cual está ahora buscando el apoyo de la oposición.

En comercio exterior no puede uno fiarse de las cifras mensuales, que pueden ser muy erráticas. Por lo tanto, tendremos que esperar todavía un par de meses más para confirmar que la mejoría de Diciembre tiene efectivamente continuidad en Enero y Febrero. Además, es difícil creer que el gobierno, que este mismo mes ha lanzado un nuevo plan de gasto municipal extraordinario y ha prorrogado la extensión de los subsidios del paro, sea realmente capaz de hacer recorte alguno.

Sin embargo, y a pesar de las dudas, lo cierto es que el dato publicado esta semana apunta en la dirección correcta, y podría resultar que eso nos ahorre un par de años más de sufrimiento económico. Pues albricias, muchachos, que tampoco tenemos tantas buenas noticias como para desperdiciar las pocas que recibimos.

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