Ya conocéis nuestra tesis de que se favorece el crimen mediante el otorgamiento de la mayor impunidad posible al criminal que resulte detenido (de los que escapan ni hablamos, claro). Hoy la apoyamos con otro ejemplo.
Ayer publicó toda la prensa que el dueño de un bar en Guadalix de la Sierra (Madrid) fue asesinado por un cliente, que le descerrajó un tiro en plena cara. Como os habréis figurado, el presunto autor del disparo (cuyas iniciales son D.C.R., porque parece que la ley es muy estricta en la protección del presunto delincuente), tenía antecedentes penales por lesiones y robo.
A pesar de ello, y una vez más, nuestros jueces, guiados por el partitocrático Consejo General del Poder Judicial, han decidido que era mejor tener a este señor merodeando por el bar de la víctima que en la cárcel. El presunto resultado de esta simbiosis entre el presunto delincuente y la "justicia" está en la prensa: un muerto. Este sí que no es presunto.
En este día, sin embargo, también tenemos un ejemplo en sentido contrario. Por fin. Pero no echéis las campanas al vuelo inmediatamente. Esperad a ver.
Pedro Luis Gallego, violó y mató a 2 mujeres cuando tenía 33 años. En aplicación de la laxitud judicial habitual, este individuo iba a ser puesto en libertad este mes, tras haber cumplido únicamente 16 años por ambos crímenes, así como por otras 16 violaciones confirmadas más. Así, como suena. En total, podríamos decir que este señor habría cumplido unos 5 años por cada asesinato, y 4 meses por cada violación. Es decir, ridículo, como siempre.
Pero principalmente, todos sabemos el bien documentado riesgo que existe en dejar a un asesino reincidente y violador múltiple suelto por la calle. ¿Queréis que os lo manden a vivir a vuestro mismo portal, para saber lo que van a sentir sus vecinos?
Sin embargo, Pedro Luis Gallego es noticia hoy porque es el primer preso a quien se aplica la Doctrina Parot, que permite dejarle encerrado otros 14 años más. Así, cumplirá digamos unos 9 años por cada asesinato, y unos 8 meses por cada violación. Todavía barato, pero algo menos escandaloso.
Lo mejor es que saldrá de la carcel cuando ya tenga 61 años. Esperamos que para entonces el riesgo de reincidencia (en ambos crímenes) esté algo amortiguado.
Con todo lo que nos alegramos porque en este caso se haya reducido la vergonzante protección al delincuente que prodiga nuestra "justicia" (bajo la impagable égida del Consejo General del Poder Judicial, repetimos), no podemos menos que llamar la atención sobre dos asuntos.
1 - Violaciones.
El único delito que en España se persigue debidamente es la violación. En este caso, se da la circunstancia que, además, Pedro Luis Gallego era, además, asesino. No podemos sino preguntarnos qué habría pasado si "únicamente" fuera un asesino y no un violador también.
2 - Doble rasero.
España, Agosto de 2008: Ignacio De Juana Chaos, autor de 25 asesinatos, sale de la carcel tras haber cumplido únicamente 18 años de cárcel.
España, Septiembre de 2008: Pedro Luis Gallego, autor de 2 asesinatos (y 18 violaciones), no es liberado tras haber cumplido 16 años de carcel, sino que permanecerá encarcelado 14 años más.
Entre la intrincada telaraña de argumentaciones jurídicas con la que se prodiga nuestra justicia ¿es acaso esta Gacetilla la única que percibe un claro hedor de agua sucia?
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