martes, 7 de abril de 2015

Noticias - Ex-jerifaltes en apuros

Chavales, hoy sí que viene fuerte la prensa.  Mirad qué trae.

El ex-juez Baltasar Garzón trabajaba para el BPA

¡Como no!

El famoso ex-juez Garzón, echado de la carrera judicial tras descubrirse que hacía grabar ilegalmente las conversaciones de los acusados con sus propios abogados, ha vuelto a verse envuelto en otro escándalo más.

Al parecer, en esta ocasión ha sido descubierto trabajando para el banco andorrano BPA, que tuvo que ser intervenido hace unas semanas, cuando se destapó que la entidad estaba metida en un feo asunto de lavado de dinero.

Según publica el diario ABC hoy, Garzón habría pillado un estupendo contrato del BPA, para ayudar al millonario magnate chavista Diego Salazar (se ve que algunos sí que se hacen ricos en la Venezuela chavista, mientras otros aprenden a convivir con sus cartillas de racionamiento).

Recordemos otros despropósitos de la infame carrera de este ex-juez:

1 - Tras rechazar una denuncia contra Santiago Carrillo, invocando la ley de amnistía de 1977, intentó más tarde encausar a varios franquistas, pasándose en este caso esa misma ley por el forro de sus caprichos (el Supremo confirmó más tarde que esta acción de Garzón era manifiestamente contraria a derecho pero, inexplicablemente para el común de los mortales, no la consideró prevaricación).

2 - Tras haber sido elegido diputado por el PSOE, volvió a su cargo de juez.  Más tarde, aprovechó una cacería (de las caras) para reunirse a cenar (opíparamente, es de suponer) con el ministro socialista de Justicia, la fiscal y el comisario policía a cargo de una investigación contra el PP que él mismo estaba llevando, en uso de las altas prerrogativas de su cargo.  Garzón niega que el sujeto de la reunión fuera pasar información privilegiada respecto a esa investigación al ministro socialista presente.  Creemos que el ex-juez sostiene que le parecería bien volver a reunirse con mandatarios socialistas e investigadores públicos, mientras usa su cargo para inspeccionar a la oposición, todos los días de su vida.  El paradigma de la imparcialidad, vamos.

3 - Mientras llevaba una investigación contra el Presidente del Banco Santander Emilio Botín, le escribió para manejar (con todo éxito) el patrocinio por el banco de un curso en una universidad de EE.UU., del cual se daba la gozosa circunstancia que él mismo era un extraordinariamente bien remunerado profesor (por cierto que Garzón no había revelado al Consejo General del Poder Judicial que fuera a cobrar ese dinero, sino que había declarado que se iba a EE.UU. un tiempo por "estudios").

Y ahora, ahí tenéis al famoso cazador, cenador y super-profesor, expulsado como juez pero todavía agarrando pasta de un banco (presuntamente) blanqueador, para ayudar a un millonario bolivariano.

Hay que ver lo enjundiosa que resulta la carrera del ex-diputado socialista.

Juan Fernando López-Aguilar, imputado por malos tratos

¡Juas, juas, juas, juas!  Perdón, que esto es serio.

El ex-ministro de Justicia del gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, Juan Fernando López-Aguilar, se hizo famoso cuando propugnó (y eventualmente hizo aprobar) una ley que, esencialmente, trata de distinta forma un crimen dependiendo de quien sea su autor.

La división de la población entre aquellos que son tratados más severamente por esa ley y los que son tratados con menor dureza, es una novedad jurídica que a muchos causó escándalo, por parecer manifiestamente injusta.

Se trataba de la ley de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, que coloca a las mujeres en una posición jurídica privilegiada respecto a los hombres.  Los peores pronósticos de los críticos con la ley se hicieron realidad una vez aprobada ésta, cuando efectivamente se produjo una avalancha de denuncias de mujeres contra hombres por supuesta violencia, de las cuales solo una minúscula proporción fueron subsiguientemente comprobadas como realmente fundadas (los otros acusados resultaron ser inocentes).

Para decirlo claramente, la enorme proporción de denuncias "no confirmadas" (no vamos a decir falsas, ya sabéis) no tiene parangón en otras figuras penales, sino que es muy específica de esta ley.  Se da la coincidencia que el juego que la ley construye, hace que en la práctica una denuncia espuria pueda resultar muy provechosa para la mujer en caso de divorcio, cuando este no se produce de mutuo acuerdo.

¿Qué podríamos decir?  ¿Podría pues interpretarse que muchas mujeres están usando los evidentemente groseros errores de la ley de López-Aguilar para colocarse en posición de fuerza durante la negociación de sus respectivos divorcios?  Y en tal caso  ¿era esa efectivamente la intención del ministro, o es que hizo la ley palmariamente mal?

Aaah... ¡misterio!  El caso es que cientos de hombres involucrados en casos de divorcio acompañado de denuncia falsa, están que trinan con el ahora ex-ministro.

Qué ley tan buena, Juan Fernando.

Bien, pues siendo esta la situación, resulta que el bueno de López-Aguilar también se ha metido a divorciarse y...  ¡sorpresa!  Su mujer le ha puesto una denuncia por malos tratos.  ¿Somos nosotros los únicos que ven cierta justicia poética en este por lo demás lamentable episodio?

De modo que ahí tenemos al ex-ministro torpe, víctima de su propia ley.  Igual que todos los demás afectados, López-Aguilar dice que la denuncia interpuesta por su mujer es falsa, y tal y cual.

El PSOE, en un acto de sinceridad política que le identifica, ha esperado a que el asunto estuviera en las portadas de toda la prensa para conseguir que López-Aguilar pida la "baja temporal como militante".

Y nuestro inefable Juan Fernando, haciendo gala de la relación con la poltrona que le caracteriza, ha decidido amarrarse a su escaño de eurodiputado y aferrarse al correspondiente privilegio jurídico como aforado mientras la correspondiente investigación judicial avanza.

Cuando López-Aguilar hizo su famosa ley contra la Violencia de Género, y expuso a tantos hombres a sufrir denuncias falsas, seguro que siempre tuvo claro que, llegado el caso, él estaría plenamente dispuesto a compartir las penurias y dificultades del caso, como un damnificado por denuncia falsa más.

Sin embargo, llegada la hora de la verdad, se conoce que no le ha sido posible ponerse en la misma situación que soportaría cualquier votante socialista en su triste circunstancia.  Por el contrario, llegado el caso, se ha visto impelido por su conciencia y honor a servirse de los privilegios que le otorgó su inclusión por el partido en la lista electoral para el Parlamento Europeo.

Tened en cuenta que, como es bien sabido, el proposito del fuero que se otorga a los eurodiputados responde a la necesidad de colocarles en situación de privilegio en caso de que se divorcien, y sus ex-señoras les denuncien por malos tratos.  Por lo tanto, no queremos que nadie piense que López-Aguilar está haciendo un uso torticero e indebido del aforamiento, puesto a su disposición esencialmente por el partido.

Qué ejemplo de honestidad moral en un político.

Por otra parte, suponemos que si la denuncia por malos tratos resulta cierta, la expulsión de la Eurocámara del entonces tal vez todavía miembro del PSOE López-Aguilar acabará siendo objeto de un debate en el Parlamento Europeo.  Si queréis (aunque es posible que no queráis, porque todo parece bastante lamentable, como suele suceder en estos casos), podéis leer detalles sobre las posiciones de las partes en este artículo de El Mundo.

Qué maravilloso espectáculo para los votantes del PSOE.

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