martes, 7 de octubre de 2014

Ebola - Deontólogos y acojonados

Si no fuera tan serio, el caso del Ébola nos recordaría a la comedia "El día de la marmota", un cuasi clásico interpretado por Bill Murray, en el cual un personaje tiene que revivir un día una y otra vez.

Cuando vemos el tratamiento que los medios del Grupo Prisa hacen del caso del contagio de Ébola, tenemos la sensación de haberlo vivido antes.  No podemos evitar recordar lo que sucedió tras el 11 de Marzo de 2004, cuando 10 bombas mataron a 192 personas en trenes de cercanías en Madrid.

Para aquellos de vosotros que por juventud o falta de memoria no sepáis a qué nos referimos, os transcribimos un documento colgado en internet en Marzo de 2004 y atribuido a un redactor de la Cadena SER (que pertenece a Prisa).

"Algunos redactores estamos hartos de nuestros “Urdacis” particulares, Ferreras y Anido, obsesionados por derribar al gobierno”.

1.- El jueves, 11M, cuando el número oficial de muertos por el atentado aun no llegaba a 45, el director de informativos de la SER, Daniel Anido, insto a dos redactores a que “privilegiaran” la tesis de que la autoría del atentado era confusa.

Uno de ellos le replico que parecía evidente que era ETA, porque el propio lendakari había salido a las nueve y media ante los medios a cargarle los muertos a la banda, Anido responde en los siguientes términos: “Si es ETA, el PP arrasa. Si es Al Qaeda, podemos ganar las elecciones. De modo que la autoría, desde ahora es confusa”.

2.- Todas las exclusivas que ha difundido la SER, han llegado desde arriba y con instrucciones precisas en cada momento de cómo y cuantas veces repetirlas, o, en palabras de Carlos Llamas “machacar con el tema hasta que machaquemos al PP”.

El brillante equipo de investigación era solo uno, Antonio García Ferreras, permanentemente comunicado con dos personas: el exsecretario de Estado de Seguridad, Rafael Vera y el dirigente del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba.

3.- La historia del terrorista suicida nunca tuvo el menor fundamento. Muchos redactores de la SER conocíamos su procedencia y su intención: decantar definitivamente la balanza de la autoría hacia Al Qaeda y sembrar la duda sobre la información oficial que procedía del Gobierno.

Un redactor de la SER se quejo a Daniel Anido de que se divulgara una información cuya fuente nadie conocía y que carecía del mínimo contraste. La respuesta fue tajante “Hay que apretar porque se nos acaba el tiempo, así que los deontólogos y los acojonados ya os podéis ir a casa”.

4.- Informaciones sin confirmación, llamadas desde el Instituto Anatómico Forense y desde la dirección del CNI para desmentirlas, recibiendo la respuesta por parte de Ferreras “no intentes montar un numerito contra la SER, porque entonces te vamos a machacar en antena”.

5.- En la mañana del sabado, Daniel Anido comenta que, por la tarde “le van a pitar los oídos al cabrón de Aznar”, añade “se va a montar una buenas en Génova”. Cuando comienzan las concentraciones ente las sedes del PP, Anido da consigna de que se hable siempre de “concentraciones espontáneas”y que se vaya reforzando la cobertura del acto a medida que avance la tarde, para justificar que se levante Carrusel Deportivo y se realice un especial informativo integrado por los tertulianos mas beligerantes de Hora 25 para que estuvieran en Gran Vía 32 a las nueve y media. “Toda la artillería, hay que sacar a la calle a media España para ponerle la soga a la estatua de Aznar y derribarla” Mientras, Anido veía las imágenes de CNN+ desde Génova, con los antidisturbios desplegados y comentaba “si tenemos la suerte de que éstos intenten disolver la manifestación cargando, ¡ganamos la guerra!
”.


Como sabéis, la jugada salió de fábula para los Anido y García Ferreras, ya que de hecho José Luis Rodríguez Zapatero ganó las elecciones, inmediatamente negoció con ETA y gobernó tan exitosamente como todos recordamos.

Bueno, pues ayer mismo, a los pocos minutos de confirmarse el primer contagio, ya publicaba El País (diario propiedad del Grupo Prisa) que los trajes de protección utilizados por el personal del Hospital Carlos III "no cumplían la normativa".  Se referían a que no mantienen el máximo grado de aislamiento (llamado Nivel 4), cuando lo cierto es que en España no hay ninguna instalación que cumpla las condiciones de seguridad biológica de Nivel 4, y que aparentemente los trajes de Nivel 2 utilizados cumplen la normativa de la OMS al respecto (porque se trata de un virus menos contagioso que otros).

Más allá de discusiones técnicas, ahí estaba El País dando rápidamente caña, en cuestión de minutos.  Y esta mañana (no han pasado ni 24 horas), ya tenía ese periódico a una de sus columnistas de cabecera diciendo en la Cadena SER que la culpa es del Ministerio de Sanidad (porque Esperanza Aguirre, el Cardenal Rouco y los Reyes Católicos no estaban a tiro), y exigiendo "inmediata depuración de responsabilidades".

Y ahora por fin ya tenemos lo que faltaba:  las manifestaciones instantáneas.  El País nos traslada las correspondientes movilizaciones del personal para sostener que la culpa es del Gobierno (como no).

¿No os va sonando de algo?  ¿Y entonces qué falta para que el día de la marmota sea completo?

Pues todavía no tenemos el punto esencial, el "momento Rubalcaba".  Se trata de ese instante solemne en el cual, una vez agitadas las aguas y echado a la calle el personal, el inevitable jerifalte de la oposición (Alfredo Pérez Rubalcaba en su día) saca los pies del tiesto y pontifica:  "Los españoles se merecen un Gobierno que no les mienta".  ¿Os acordáis?

Entre tanto, y al cabo de 10 años, parece que "deontólogos y acojonados" siguen todavía en su casa.

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