Puede que muchos recordéis qué eran los “westerns”, que en el colegio llamábamos “películas de indios y vaqueros”, usando una de las perífrasis para evitar anglicismos más largas que los tiempos han conocido. En tal caso, os sonará familiar el cruel castigo que los indios imponían al indio traidor, acusado de servir que perro guía para la caballería federal, o de espantar a los caballos en una pérfida incursión nocturna. Enterraban al pobre indio de pie en el suelo, de forma que solo asomase su cabeza por encima de la superficie, y allí le dejaban a su suerte, completamente inmovilizado.
Pública ignominia
El rito público de enterramiento difícilmente pudo ser más humillante. Como ya os apuntamos en la Gacetilla, todo empezó la noche electoral del 22 de Mayo, con la aparición, imprevista y desesperada, de Zapatero, para insistir en que no habría adelanto electoral, sino primarias, y poco menos que amenazando con la excomunión a todo el que defendiese lo contrario desde dentro de su partido.
A pesar de la amenaza, ya al amanecer del 23 de Mayo, Guillermo Fernández Vara, presidente de Extremadura y único líder del PSOE en posición de comandar el gobierno de su comunidad autónoma tras las elecciones, declaraba públicamente sus dudas sobre la conveniencia de las primarias. Y para que nadie se arriesgara a equivocarse en la interpretación sobre qué estaba pasando, el 24 de Mayo Patxi López pedía, de nuevo públicamente, adelantar el Congreso del partido, con el fin implícito de relevar a Zapatero de la Secretaría General.
La impotencia de Zapatero fue llamativa por lo evidente que resultó. El 25 de Mayo el todavía presidente declaró haber hablado con Patxi López y haber cerrado el asunto, mantendiendo las primarias. No bien hubo terminado de decir esto, y el 26 de Mayo la ejecutiva en pleno del PSE emitía una nota reiterando (por unanimidad) la petición de congreso. Pero todavía fue peor, porque ese mismo día, Carme Chacón, la heredera que Zapatero había estado preparándose, debió haber tenido una conversacioncita muy seria con alguien, porque dejó tirado a su mentor, arrojó la toallá y anunció que no se presentaría.
En otras palabras, al pobre Zapatero no solo no se le callaron los rebeldes, sino que incluso le desafiaron públicamente y, cuando la cosa se puso fea, le fallaron hasta los más fieles. Y todo en público. Qué humillación, es que se le abren a uno las carnes.
El 27 de Mayo amaneció con un artículo lapidario de Felipe González (el líder en la sombra de la resistencia) en El País (el enemigo mediático interno favorito de Zapatero), que declara lo siguiente: Zapatero ha cometido “errores” ligados a la “derrota”, y por lo tanto el PSOE tiene que “decidir quien (…) se hace cargo del liderazgo”. Hala, ahí queda eso. Es que se puede decir más alto, pero no más claro. Pues alea jacta est, y ahí quedó Zapatero, enterrado hasta el cuello en mitad del desierto.
Y a todo esto ¿dónde estaba Alfredo Pérez Rubalcaba, el gran beneficiado de todo el fregado? Óptima pregunta. Pues relajado, y callado, que es como están quienes tienen la seguridad de tener todo el control en la palma de la mano. Pérez Rubalcaba no dijo ni “esta boca es mía” en toda la semana. El 28 de Mayo llegó la reunión de la Ejecutiva Federal, fue nombrado único candidato por unanimidad, y entonces habló: “Estoy a vuestra disposición”, dijo. Qué tío. Vito Corleone no habría podido ser más lacónico.
Bien, pues hasta aquí la historia. Ya tenemos al Gran Jefe Jetapálida en su agujero, a su despechada “squaw” Carme “Osita Camouflage” Chacón desterrada en lo alto de un peñasco, y al temido Alfredo “Coyote Veloz” Pérez Rubalcaba al frente de la partida rebelde, cabalgando a preparar una emboscada en el desfiladero para la caballeria federal del General Mariano “Grizzly” Rajoy. Se prepara la gran batalla para la conquista del Moncloa River Valley.
Maniobra terminada
Ya, pero ¿y qué hay de lo nuestro? Ellos están todos encantados con su película, pero ¿salimos de la crisis puñetera o no?
Pues mucho nos tememos que va a ser que no. A continuación nos explicamos y, como es nuestra costumbre, empezamos haciendo un poco de historia para ponernos en contexto.
En Abril de 2009, cuando Manuel Chaves fue nombrado vicepresidente del gobierno, nosotros vimos una maniobra del sector felipista de cara a un previsible golpe de mano si (o cuando) la crisis del partido se agravara en el futuro: “Chaves se incorpora a una nueva vicepresidencia. De esta forma, si Zapatero llegase a dimitir antes de las próximas elecciones, el PSOE podría contar con un peso pesado (nada menos que el Presidente del partido), con buenas relaciones con el sector felipista (a cuyo núcleo, a pesar de ser andaluz, no pertenece) para heredar las riendas del Gobierno de forma provisional”.
Adicionalmente, y como dijimos entonces “los felipistas colocan en Economía a Elena Salgado”.
Más tarde, ya en Octubre del año siguiente, De La Vega fue eliminada, Pérez Rubalcaba fue nombrado vicepresidente y ya toda la prensa le dio como nuevo hombre fuerte del gobierno. Nosotros estamos de acuerdo en que ese fue el resultado.
Ahora, como habéis visto en la película de indios que encabeza este artículo, Pérez Rubalcaba no solo se ha quedado el gobierno, sino que ha aceptado la rendición incondicional de Trinidad Jiménez, ha pactado con José Blanco, ha destruido la opción Chacón y ha acabado con la últma resistencia de Zapatero (notad que no hemos nombrado a Leire Pajín: es que no hace falta, de todas formas nadie se explica qué hace en el gobierno). Y crucialmente, se ha quedado también con el control del partido. Como explica el habitualmente bien informado El País, las listas electorales del PSOE “deberán ser (…) visadas por Rubalcaba”. En otras palabras, que en el PSOE no se mueve un alfiler sin que lo apruebe el nuevo hombre fuerte.
Bien, pues entonces ya hemos visto que, en nuestra opinión se trata de la culminación de una maniobra anterior, que la victoria de Pérez Rubalcaba es total, y que ya no hay duda sobre quien es en nuevo jefe. ¿Y qué va a hacer, ahora que tiene todo el poder?
Economía preelectoral
Pues malas noticias: más de lo mismo. No nos podemos engañar. Para empezar, incluso en su nuevo papel como cabeza parlante, Zapatero sigue vivo y presente. Parafraseando al gran Gila, matar, no mata, pero puede insultar, que desmoraliza mucho. Nadie quiere provocar a nadie innecesariamente. Por lo tanto no cabe esperar que un gobierno Rubalcaba vaya a desdecir los errores políticos de su antecesor, sino que más bien debe preverse que tendrá una tendencia natural a seguir parcheándolos.
Pero es que además, Rubalcaba ya ha dicho que cuenta con el grueso de los ministros actuales. Pues menos cambios aun. Y finalmente, resulta que ya no hay tiempo, porque son necesarios entre 18 y 24 meses para llevar a cabo el ajuste restante.
Eso sí que es una pena porque, bajo la costra de parálisis gubernamental, la economía real hierve, y se está reestructurando frenéticamente. Los resultados son impresionantes. Nadie está quieto, y las empresas se reorientan rápidamente hacia los mercados exteriores, que carecen de nuestros problemas. Tras crecer trimestralmente a tasas de cerca del 15% anual, los cobros por por exportaciones en los 12 meses hasta Abril de 2011 han sido, con toda probabilidad, los mayores de la historia. Y eso compitiendo con productores extranjeros que se benefician de un Euro estacionario en tasas históricamente altas.
Como sabéis, el ajuste que empezó en Junio de 2008 fue ahogado por el gobierno en un mar de subvenciones hasta que se interrumpió en Septiembre de 2009, cuando todavía quedaba la mitad por hacer. Luego se reactivó durante un breve período, pero la proximidad de las elecciones autonómicas y municipales lo paralizó de nuevo en Diciembre de 2010, y ahí se quedó. El INE informa que durante el primer trimestre de 2011 volvió a aumentar el gasto público y el número de funcionarios contratados.
Puesto que la parte del ajuste que falta por hacer llevará entre 18 y 24 meses, y que las elecciones generales no pueden retrasarse hasta más allá de Marzo de 2012, es imposible que el ajuste haya concluído a tiempo para que el gobierno pueda sacarle réditos electorales. Por lo tanto, Rubalcaba tiene muy poco incentivo para someter al país a los sacrificios que exigiría..
…pues nosotros pensamos justamente lo mismo que vosotros: que no hará nada nuevo.
Crisis hasta 2013
No habrá pues nuevo ajuste, más allá de lo que la Eurozona y los mercados obliguen, hasta después de las elecciones generales. Suponiendo que las elecciones se celebrarsen en Marzo de 2012 y que, de nuevo, a partir de entonces quedarán entre 18 y 24 meses de ajuste, eso llevaría el final de esta interminable crisis hasta el final de 2013. Oooh…
Como saben nuestros lectores más veteranos (estupendas personas y grandes seres humanos todos ellos), esta Gacetilla viene sosteniendo desde 2007 que esta sería una legislatura corta y, aun hoy, creemos que se anticiparán las elecciones hasta el otoño de 2011. La razón es que nada va a mejorar electoralmente para el PSOE desde ese punto hasta Marzo de 2012 y, por el contrario, el partido corre graves riesgos si tiene que defender los durísimos recortes que será necesario introducir en los Presupuestos Generales del Estado de 2012. Francamente, ahora que el indio Jetapálida está neutralizado, no vemos por qué el PSOE se infligiría el masoquista castigo de aguantar 6 meses más. Y eso por no hablar del coste para la población general de que la crisis se alargue otros 6 meses, que tal vez se acuerden de nosotros alguna vez.
A pesar de ello, confesamos nuestro desconcierto. Tras el golpe de mano de la semana pasada, Zapatero dijo que “Coyote Veloz” ganaría en “10 meses”, es decir, en Marzo de 2012, y hasta ahora nadie le ha desmentido. Nosotros no nos explicamos por qué ese deseo de castigarse. ¿Nos falta algún dato? ¿Es que están esperando un milagro electoral de último minuto (miedo nos da pensarlo)? ¿Se han vuelto simplemente locos de remate?
Pues no sabemos. Volvemos la mirada a nuestro indio Gran Jefe Jetapálida, enterrado hasta el cuello en la arena del desierto, notamos que está silbando despreocupadamente y no podemos evitar preguntarnos si es que hay algo que él sabe y nosotros ignoramos, o simplemente es que le ha dado ya demasiado sol en la cabeza.
Nos encogemos de hombros, nos alejamos cabalgando lentamente hacia el horizonte, entra una banda sonora con música de armónica y cierra un fundido en negro. Ya os iremos contando.
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