jueves, 11 de junio de 2009

Crimen - Condenada la víctima

Hoy hemos sabido que el padre de una de las tres niñas asesinadas en Alcasser (Valencia) en 1992 ha sido condenado a pagar 284.580 EUR. Así, como suena.

Miriam García era una de las tres amigas de 14 años que fueron raptadas el 13 de Noviembre de 1992, para ser torturadas, violadas y finalmente asesinadas.

Fernando García es el padre de Miriam. Ese día él tenía un gripazo considerable y fiebre alta, de modo que se negó a llevar a su hija y a sus amigas a la discoteca, pero permitió a Miriam ir con sus amigas. Esa fue, con toda probabilidad, la peor decisión de su vida.

Los cadáveres de las niñas no aparecieron inmediatamente, sino que Fernando se pasó 75 días de angustia azuzando a la Guardia Civil para que dedicase medios a investigar la desaparición, y no diese el asunto por irresoluble. Para ello, tuvo que acudir a los medios de comunicación, y organizar una "alarma social" por todo lo alto.

Sus esfuerzos se vieron recompensados por el éxito, al menos por el éxito forense, ya que desgraciadamente Miriam y sus amigas aparecieron muertas, como sabemos, en un paraje conocido como La Romana.

Se da la circunstancia que cuando aparecieron las niñas, el entonces Ministro de Interior, José Luis Corcuera, estaba en Valencia, siguiendo este asunto personalmente. Se entrevistó, entre otras personas, con el Fiscal Jefe del Tribunal Superior de Valencia y con los forenses.

El Fiscal Jefe, Enrique Beltrán, ejercitó la potestad que tiene para ello, y se hizo cargo personalmente del caso. Los forenses hicieron su trabajo y se dictó una versión oficial: los delincuentes habituales Miguel Ricart y Antonio Anglés recogieron a las niñas cuando estas hacían autostop, las trasladaron a La Romana, y allí las torturaron, violaron, asesinaron y enterraron.

Hasta aquí todo normal, dentro de la tragedia.

Sin embargo, algunos detalles no teminaban de encajar, y en ello estaban cuando algo sucedió. De pronto, el abogado de Fernando García firmó un consentimiento para el cierre del sumario, sin la aprobación de su cliente. Craso error.

Como consecuencia de ello, Fernando García cambió de abogado y, desde ese momento, tuvo acceso al sumario y, en particular, a los detalles sobre las atrocidades sádicas que los asesinos habían hecho sufrir a Miriam y a sus amigas antes de matarlas.

A partir de aquí, se hizo más apremiante encontrar respuesta a algunos cabos sueltos.

1 - Herramientas de tortura.

Parece que algunas de las torturas pudieron exigir herramientas. Las niñas aparecieron sin algunos dientes. Algún informe forense registraba huesos serrados. En la cabaña de La Romana no había herramientas. Por cierto, que tampoco había rastros de sangre. Se supone que los crímenes se cometieron allí porque apareció un pendiente. ¿Y si lo hubiese plantado alguien allí, durante los 75 días que duró la búsqueda de las niñas?

2 - Otras personas.

En una de sus múltiples declaraciones, Miguel Ricart había dicho que Antonio Anglés y él habían entregado las niñas a otras personas, que él no conocía, pero Anglés sí.

3 - Desaparición de Anglés.

Oportunamente, Anglés había desaparecido. Se especuló con que hubiera muerto en el mar en Irlanda, pero más tarde el análisis del ADN mitocondrial de su supuesto cadáver desmintió esta teoría.

De modo que durante la celebración del juicio, Fernando García siguió agitando a los medios en busca de la verdad. En particular, participó en un programa de la televisión regional de Valencia, durante el cual tuvo comentarios muy duros para con el fiscal Enrique Beltrán, para los forenses y algunas otras personas.

Finalmente, la investigación ha quedado cerrada. Hoy hemos sabido que el fiscal Enrique Beltrán ha conseguido que se impongan 620.000 EUR de indemnizaciones y 23.000 EUR adicionales de multas por injurias a los ofendidos.

Por comparación, la petición de indemnización que el propio Beltrán pidió a favor de las familias de las niñas (recuerdo que éstas fueron secuestradas, torturadas, violadas y asesinadas) habían sido 300.000 EUR. Es lo que se llama "justicia a la Beltrán".

El propio Fernando García tendrá que pagar indemnizaciones por 270.000 EUR, y una multa por 15.000 EUR adicionales. Es de suponer que este coste le impedirá seguir demandando que se averigüe la verdad.

Así funciona la justicia en España.

Por último, una curiosidad. La primera publicación en la versión de internet de El País sobre este asunto decía "Fernando García, el padre de Miriam...". Minutos después, había sido corregida por "Fernando García, padre de una de las tres víctimas..."

O sea que ya no es Miriam. ¿Comprendéis?

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