En su incesante ambición por poner la verdad al servicio del populacho, la mítica Gacetilla Panfletaria abre su flamante sección deportiva. Allá vamos.
Supongo que debimos haber escrito este artículo hace tiempo, porque ahora, a toro pasado, la crítica se hace demasiado cómoda.
Lo cierto es que al ex presidente del Real Madrid le gusta más figurar que a un tonto un boli, de ahí que sea absolutamente incapaz de contenerse en cuanto ve que alguien le hace caso.
Ya cuando estaba en la presidencia, hizo gala de su incontinencia verbal en varias ocasiones, dando información confidencial al público. Y el problema, que todavía no ha entendido el ínclito personaje, es que el puesto conlleva unas dosis de discreción totalmente fuera de su alcance. Lo contrario perjudica grave e innecesariamente al club.
¿Y por qué lo hacía? Afirmamos sin paliativos: porque “hay que figurar”.
Porque hay otros presidentes que hacen uso inteligente de la información, sea para provecho del club o particular de ellos, pero nuestro artista invitado no supo qué hacer con los datos que sólo él y unos pocos debían saber para sacar, siquiera, provecho particular.
A lo que íbamos ¿Cuál es el “regalo” final de este monstruo del liderazgo?
El fichaje más caro de la historia del fútbol.
Nuestro personaje del día lleva meses diciendo que “Ronaldo está hecho”
El problema es que la ley que rige los fichajes de futbolistas en este país prohíbe taxativamente que un club firme acuerdos con jugadores de otros clubes antes de seis meses de la finalización de sus contratos.
Es decir, cuando al jugador le faltan seis meses o menos de contrato puede negociar con otros clubes, pero no antes.
Y, siendo así las cosas ¿Cómo podía saber el lenguaraz dirigente que Ronaldo venía este verano? Sencillo: había firmado él mismo un compromiso con el jugador, con fecha de caducidad y penalización.
Pero ¿No quedamos en que esto era ilegal? Pues va a ser que sí, por lo que este contrato privado debe ser siempre confidencial, porque, de lo contrario, puedes meter a tu club en una situación de ilegalidad flagrante.
Pues, con esto y con todo, don sabelotodo se dedicó a propagar a los cuatro vientos que el fichaje “era suyo”.
¿Pero no comprendes, alma de Dios, que tal afirmación significa que has cometido fraude? No sólo que la has cometido tú, sino que la ha cometido el Real Madrid!
No acaba aquí la serie de tropelías del amo de la discreción, sino que se firma el precontrato con una penalización por incumplimiento de ¡30 millones de Euros!
Es decir: si el Real Madrid ficha a Ronaldo, paga 96 kilos y, si no lo hace, paga 30 kilos. Vaya regalito ¿eh?
Claro, uno se pregunta por qué se firma el precontrato con dicha indemnización. Es decir, si una de las partes (el Real Madrid) se compromete a ficharle o paga 30 kilos de penalización, la otra parte (Ronaldo) ¿a qué se compromete?
Lógicamente, la otra parte se compromete a aceptar el fichaje, con las condiciones que se hayan firmado.
Y uno piensa “Bueno, si el Real Madrid está pillado por los 30 kilos, por lo menos las condiciones serán interesantes para el club”
Pues aquí está lo bueno: Ronaldo se compromete a ir al Real Madrid cobrando ¡la ficha más alta del mundo del fútbol! (13 kilos por temporada, el doble que Raúl, por ejemplo)
Eso es lo que nosotrs llamamos capacidad de negociación.
Imagínense la cara de Ronaldo y sus agentes: te ponen delante un contrato que te compromete a ir al Real Madrid con el mejor salario del mundo o, sino, te pagan 30 kilos. Vamos, que todavía deben estar con la risa tonta.
Y nuestro queridísimo espabilado, en vez de mantenerse en silencio, va pregonando a los cuatro vientos que, en nombre del Real Madrid, ha firmado un contrato en contra de la ley y con unas condiciones entre patéticas y bochornosas. Como diría Su Majestad: “¿Por qué no te callas?”
¿Y será éste el primer y último artículo sobre el peor presidente de la historia del Real Madrid?
Pues mucho nos tememos que nasti de plasti, porque Don Florentino Pérez ha encargado una auditoría de cuentas del club y van a salir toneladas de porquería.
Pero bueno, ya iremos dando detalles de los sucesivos fueras de juego del que tan pésimamente ha gestionado la primera marca española en el mundo.
Seguiréis siendo informados (¡qué remedio...!)
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