¡Damos la bienvenida al estimado populacho al año 2009, esa tierra de misterio y terror!
Desde la Redacción de la Gacetilla esperamos que todos os encontréis bien al recibo de la presente.
En la línea de activismo filantrópico para las masas subalfabetizadas, hoy repasamos punto por punto nuestras principales previsiones macroeconómicas para el año entrante.
Como de costumbre, podréis no estar de acuerdo, pero no podréis decir que no nos mojamos. Vamos allá.
Para empezar, aquí tenéis nuestro último cuadro de previsiones macro.
Como veréis, la esencia de nuestra previsión anterior se mantiene: una crisis muy larga, que durará hasta 2013, durante la cual se producirá la destrucción de unos 3.000.000 de empleos.
El empleo tocó un pico de 19.500.000 en 2007, estimamos que ha se ha producido una destrucción de 900.000 puestos ya en 2008, y pronosticamos que todavía se destruirán unos 2.100.000 empleos entre 2009 y 2012.
La principal variación respecto a nuestra anterior previsión se debe a que ahora tenemos un dato nuevo muy importante: es probable que la inyección de fondos en la banca española pase de los 150.000 MEUR anunciados (sobre los cuales basamos nuestra anterior predicción) hasta 250.000 manejados por prensa y políticos ahora.
La diferencia es muy importante. Nuestra posición era que 150.000 MEUR sólo permitirían a la banca capear los próximos 18 meses. Sin embargo, estimamos que con 250.000 MEUR, la banca puede sobrevivir a la crisis completa, porque para cuando se hayan consumido, el trago más amargo de la crisis habrá pasado ya.
Por lo tanto, mientras que en nuestra predicción de Noviembre de 2008 preveíamos un año 2010 muy negro (puesto que al agotarse los recursos de la banca se produciría un cerrojazo total del crédito que ahondaría la recesión), ahora estimamos que no habrá tal cerrojazo en 2010.
El resultado de estos 100.000 MEUR adicionales es que la crisis se hace menos profunda, pero más larga. Mientras que antes estimábamos que ya se crearía empleo al final de 2012, ahora creemos que habrá que esperar hasta 2013.
1 - Bancos.
Ningún banco quebrará.
Como sabéis, nuestra hipótesis desde Mayo de 2007 es que veríamos quiebras bancarias en España durante el período de 16 meses que va desde Septiembre de 2008 hasta Diciembre de 2009.
Sin embargo, el 12Oct08 los gobiernos de la Eurozona (con Gran Bretaña como vedette invitada) acordaron realizar una masiva inyección de dinero en los bancos de sus países. Esta medida no tenía precedente histórico. En el caso de España, se publicó un importe de 150.000 MEUR. Desde ese momento, nuestra previsión de quiebras bancarias en España quedó invalidada.
Y es que 150.000 MEUR es un pastón. Para que tengáis una referencia, los recursos propios de todos los bancos (y cajas) de España juntos están en el orden de los 200.000 MEUR.
Bueno, pues no solo eso, sino que durante Diciembre de 2008 se ha publicado que esos 150.000 MEUR podrían ampliarse en 100.000 más (hasta un total de 250.000).
Por lo tanto, podéis estar tranquilos con vuestros depósitos, que con ese pastizal a su disposición, va a ser muy difícil que llegue a quebrar ningún banco.
2 - Inmobiliaria.
La crisis inmobiliaria será todavía más larga que la económica, y durará hasta 2015.
A continuación os contamos las matemáticas que soportan nuestra predicción.
Según la tasadora Tinsa, que hace bien estas cosas, al cierre de 2008 había unas 930.000 viviendas nuevas sin vender en España. Nosotros estimamos que, además, hay unas 400.000 viviendas en distintas fases de construcción, que todavía no están vendidas. Es decir, en total las inmmobiliarias disponen hoy de cerca de 1.330.000 viviendas para vender.
Nosotros estimamos que la tasa sostenible de construcción de vivienda es de unas 300.000 al año. Si suponemos que la mitad de ellas se venden durante la construcción, y el resto durante los 6 meses siguientes al fin de obra, entonces resulta que que el stock normal de viviendas por vender que las inmobiliarias deberían tener es de unas 262.500.
Eso significa que el stock de viviendas disponibles debe disminuir en cerca de 1.057.500 viviendas. Y mientras que las inmobiliarias tengan ese exceso de stock, se producirá una presión a la baja de los precios, no hay duda.
¿Cuando empezará a liquidarse ese exceso de stock?
Pues para empezar, os apuntamos que el stock de viviendas sin vender no sólo no disminuyó, sino que aumentó durante el tercer trimestre de 2008, según la estadística que publicó el 18 de Diciembre el Ministerio de la Vivienda.
Según esa estadística, durante ese trimestre se vendieron 73.000 viviendas nuevas, mientras que se comenzó la construcción de otras 75.000. Es decir, al final del trimestre las inmobiliarias tenían 2.000 viviendas más por vender que al principio del trimestre.
Nosotros estimamos que ya en el cuarto trimestre se empezarán menos viviendas de las que se vendan, de forma que ya ese trimestre comenzará la reducción del stock acumulado.
¿Y cuanto tiempo durará la liquidación?
Para empezar, suponemos que mientras dure la crisis, nunca habrá un año en el cual se construyan menos de 150.000 viviendas nuevas (en lugar de las 300.000 que se construirían en un año normal, y en lugar de las 800.000 que se construyeron en 2006, cuando estábamos en pleno boom).
Y si 150.000 viviendas será el mínimo, suponemos que la construcción de viviendas media durante la crisis será de unas 200.000 anuales.
Por otro lado, suponemos que durante la crisis se venderán, en promedio 73.000 viviendas nuevas cada trimestre, es decir, unas 292.000 anuales. Por lo tanto, el stock se reducirá en unas 92.000 viviendas al año hasta 2013.
Eso quiere decir que, con toda probabilidad, las inmobiliarias abrirán 2014 todavía con un exceso de stock de unas 600.000 viviendas.
Puede que el exceso de stock sea de 450.000 viviendas si se reactiva antes la demanda de segunda vivienda en la costa a partir de 2011. Es posible que eso suceda porque en casi toda la Eurozona la recuperación llegará a partir de 2010, es decir, 3 años antes que en España. Aun así, hay que en cuenta que los extranjeros han estado comprando viviendas en españa a un ritmo de unas 100.000 al año durante el boom, de modo que no es fácil que superen tampoco esa cifra en los próximos años.
Bueno, pues ese exceso de stock de 450.000 viviendas que habrá a comienzos de 2014, todavía tendrá que ser liquidado antes de que podamos dar por zanjada la crisis inmobiliaria, lo cual llevará probablemente unos 2 ó 3 años, incluso en situación de relativa bonanza económica. Resulta por lo tanto que la crisis inmobiliaria se prolongará hasta 2015 ó 2016.
Por lo tanto, aquellos de vosotros que estéis pensando en comprar un piso, la recomendación gacetillera es que no tengáis ninguna prisa, que os alquiléis algo que os guste, y que vayáis ahorrando para empezar a buscar dentro de 4 ó 5 años. Cuanto más tiempo pase, mejor para vosotros.
3 - Política.
El Gobierno Zapatero está aguantando la crisis con un estoicismo digno de mejor causa.
Hoy publica El Mundo el resultado de una encuesta que atribuye al PSOE prácticamente el mismo porcentaje de misma intención de voto que el correspondiente a las elecciones legislativas de Marzo de 2008.
Teniendo en cuenta que el PSOE basó su estrategia electoral en negar la inminencia de la crisis, y que desde entonces se han destruido unos 800.000 puestos de trabajo, la resistencia electoral del partido es considerable.
Pero no nos engañemos, nada es eterno. Si estamos en lo cierto, la destrucción de empleo no ha hecho más que empezar.
El primer mes con destrucción de empleo fue Junio de 2008. A medida que se sucedan los años de continuas caídas del empleo, es difícil suponer que la resistencia electoral socialista podrá aguantar.
¿Qué debe hacer el Gobierno?
Pues, en pocas palabras, básicamente lo contrario de lo que hace, en prácticamente todos los aspectos de su gestión económica.
Debería renunciar a subir el sueldo a los funcionarios, particularmente si lo hace por encima de la inflación, como sucederá en 2009; debería evitar ampliar el gasto en política sociales (tales como ampliar el paro a los autónomos) cuando ya no hay dinero; debería evitar gastos suntuarios, tales como la cúpula de Barceló; debería exigir austeridad a las Comunidades Autónomas, en lugar de ampliarles sus recursos; debería por el contrario aumentar la financiación municipal, que con el colapso inmobiliario va a secarse; debería hacer previsiones económicas realistas, sobre las cuales pudieran confiar los actores económicos; debería evitar maquillar las estadísticas macroeconómicas (en particular las del paro y, más recientemente las de afiliación a la Seguridad Social).
También debería proteger las grandes empresas españolas, para que no sean vendidas al extranjero como Endesa; debería apoyar a aquellas que hacen negocios internacionales, para evitar expropiaciones como las que ha sufrido Repsol en Ecuador, Bolivia y Argentina; debería reducir el dispendio en horas sindicales liberadas; debería reducir dramáticamente en número de funcionarios (ya son 2.500.000).
Y por último, debería prestar atención a la educación más allá de Educación para la Ciudadanía; a la política de defensa como estímulo a la investigación tecnológica; a las políticas de formación para trabajadores más allá de su valor como fuente de ingresos para los sindicatos; y retomar la senda de las grandes obras hidráulicas.
Sin embargo, es muy improbable que el Gobierno reaccione. Las personas que marcan su pauta de actuación tienen una formación económica nula o muy escasa, e incluso aquellas a quienes se presume una calidad algo mayor, están absorbidas por la prioridad política del Gobierno y en la práctica tampoco aportan nada a la gestión económica.
Esa ha sido la razón que ha provocado que durante la gestión del actual Gobierno, el déficit exterior se multiplique por 4, la deuda exterior por 3, se haya pasado de crear 450.000 empleos anuales a destruir 670.000, y cunda la sensación general que, una vez agotada la herencia recibida, en economía básicamente se improvisa.
Si estamos en lo cierto, entonces lo probable es que el Gobierno siga trabajando sobre la base de medidas de muy corto plazo, destinadas solo a optimizar su discurso ante un electorado que tradicionalmente premia demasiado escasamente la correcta gestión económica. Por lo tanto, prevemos que la situación económica siga deteriorándose por la senda que describimos más arriba.
El resultado del deterioro será que, al final de 2010, el Gobierno no conseguirá aprobar los presupuestos del Estado de 2011, y que esto desatará una cadena de acontecimientos (incluyendo un creciente malestar interno en el PSOE) que llevarán a la convocatoria de elecciones anticipadas en 2011.
¿Cual debería ser el papel de la oposición en este contexto?
Sin entrar en el debate sobre las personas, la oposición debe considerar que ganará inexorablemente las próximas elecciones, de una forma u otra. Por lo tanto, debe preparar su victoria, con el fin de que pueda sacarle partido cuando llegue, y devolver al país al crecimiento saneado.
Para empezar, la oposición debe vender caro su apoyo al Gobierno. Hasta ahora, la oposición no ha sido capaz de conseguir nada cuando ha apoyado al Gobierno: ni financiación para las Comunidades y Ayuntamientos que controla, ni financiación para obras públicas, ni apoyo para sus reformas económicas.
Ahora, sin embargo, se aproxima una larga época durante la cual el Gobierno necesitará crecientemente el respaldo de la oposición. La primera ocasión ya está a la vuelta de la esquina, puesto que el Gobierno necesita respaldo para aumentar el fondeo bancario de 150.000 a 250.000 MEUR. La decisión se tomará a mediados de 2009, y el PSOE ya ha empezado a tratarla con el PP.
Os tendremos informados.
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