jueves, 18 de junio de 2015

Grecia - Víctima inesperada de Podemos

Como podéis comprobar observando el resultado de la quiniela electoral que publicó la Gacetilla, el vuelco político producido durante las elecciones autonóimicas y municipales del pasado mes de Mayo fue todavía mayor de lo que preveíamos nosotros.  Eso ha traído consecuencias inesperadas.

Tengo un gran plan...

Esta publicación considera que el PSOE está muy unido a sus amigos internacionales.  Recordad que el partido esencialmente se fundó en Suresnes, un suburbio de París, en 1973.  Aunque lo hizo usando unas siglas históricas, lo cierto es que prácticamente se trataba de un partido nuevo, construido con apoyo extranjero, principalmente francés (¿quien sino pagó los viajes y consiguió los locales?).

Esos apoyos internacionales del partido no entienden fácilmente que su PSOE se convierta ahora en poco más que la muleta del movimiento bolivariano de España, Podemos, cuyas raíces (y amigos) internacionales son muy distintos (vienen de Venezuela y Cuba).

Sin embargo, tras 4 años privado de casi cualquier acceso al poder municipal, autonómico y estatal, el PSOE está muy cansado orgánicamente.  Ya no consigue presentar candidaturas en muchos municipios de Cataluña (cuando en 2010 ganaba allí las elecciones autonómicas), no consigue bloquear las investigaciones por corrupción y pierde militantes cada mes.  En esa situación, el partido no se ve con capacidad de someterse a 4 años más de travesía del desierto.  Necesita alcanzar algo de poder, pero ya.

Enfrentado a tal tesitura, Pedro Sánchez optó por plantear a sus amigos internacionales una estrategia de pacto con Podemos, en la cual le PSOE comenzará alentando tácticamente a su socio radical (particularmente dándole apoyo desde los medios afines), mientras este se beneficia de la crisis para erosionar al PP, pero con intención de arrinconarlo más tarde en la extrema izquierda, en calidad de poco más que el sucesor de la cuasi difunta IU.  Al fin y al cabo, aun sin gobiernos ni militantes el PSOE sigue disponiendo de la maquinaria mediática más formidable de cualquier partido político en España, tanto en televisión como en prensa.

En la Gacetilla creemos que esa fue la jugada que Sánchez vendió a sus amigos en el extranjero, particularmente durante el viaje de promoción a Estados Unidos que hizo en Enero de 2015.

...si me sale bien

Sin embargo, ese astuto cálculo político precisa de un elemento clave para dar resultado:  que el PSOE consiga mantenerse como primera fuerza política de la izquierda.  De lo contrario, se transformaría en una simple organización bisagra sin mayores aspiraciones, como le sucedió al antiguo Partito Socialista Italiano de Bettino Craxi, más tarde extinto.  El fantasma de Craxi, que murió huído en Túnez tras varias condenas por corrupción, es tan temido en el entorno socialista que incluso lo cita la Fundación Alternativas (próxima al partido, como se dice eufemísticamente) en El País.  Vamos, que no le falta más a los socialistas que amenazar con él a los niños que no quieren tomarse la sopa.

En esta situación, la erosión del PP parecía asegurada.  Sin embargo, llegaron las elecciones municipales y... ¡horror!  El giro a la izquierda resultó hacerse casi íntegramente a beneficio de Podemos.  Qué faena, tía Paca.

Tras los comcios autonómicos, el PSOE solo puede prescindir de Podemos en Andalucía, y todavía ha tenido suerte que los bolivarianos no le han robado la cartera en Aragón y la Comunidad Valenciana, donde los socialistas han estado a milímetros de verse superados por un rival que parecía novato e infinitamente inferior.

Pero es que en las municipales, el desastre (en este sentido) ha sido total.  No solo no se ha recuperado el voto al PSOE (que ha sido todavía peor que el que obtuvo en las ya desastrosas elecciones municipales de 2011), sino que Podemos se ha quedado con las alcaldías-bandera de las 3 principales ciudades del país.

La impotencia del PSOE ante la pujanza de Podemos ha sido abrumadora.  En el caso de Madrid, tras mucha especulación sobre una posible espantá, (exitosamente bautizada como "tamayazo" por la izquierda) el candidato del PSOE Antonio Carmona se vió abocado a humillarse y votar a favor de Podemos, incluso después que Pablo Igleasias, líder de los bolivarianos, le llamase "subnormal" en público, sin haberse luego nunca desdicho de ello (pinchad aquí para ver el simpático video de Iglesias insultando a su socio, veréis qué arte y qué regodeo tiene).

Por si fuera poco

Pero más allá de la lógica política, el resultado más importante de las elecciones municipales ha sido que Podemos ha tomado el control de ayuntamientos que manejan más de 8.000 MEUR de presupuestos anuales.  Cualquier conseguidor ducho en estas lides puede imaginarse que, a nada que Podemos empiece a repartir contratos, esos 8.000 MEUR le van a permitir hacerse con amigos y recursos muy superiores a los que ha tenido a su alcance hasta la fecha.

Por Podemos tuviera poca ventaja, encima Izquierda Unida ha entrado en fase termnial.  En las elecciones autonómicas, solo ha conseguido representación en 4 de las 13 comunidades en liza, e incluso en otra (Madrid) ha terminado echando a la calle a toda su organización (lo nunca visto).  De modo que Podemos prácticamente se ha quedado solo a la izquierda del PSOE.

En estas condiciones  ¿quien está ahora dispuesto a apostar que Podemos no superará al PSOE en las próximas elecciones legislativas?

Y si ese fuera el caso  ¿donde queda pues la gran jugada táctica preconizada por Pedro Sánchez?

Ahora entendéis mejor por qué motivo Sánchez no parecía particularmente eufórico tras la jornada electoral, a pesar que el resultado había favorecido a la izquierda incluso más de lo ya previsto.  En un contexto así, es más que probable que muchos de aquellos amigos internacionales del partido que le habían dado el beneficio de la duda en Enero de 2015, le hayan retirado ya su confianza.

Tanto es el temor a que las generales se salden con una catástrofe socialista, que los rivales de Sánchez han decidido no presentarse a las primarias.  Ha sido inevitable la impresión que han preferido dejar que el actual Secretario General se lleve el batacazo, optando por mantenerse a la espera de hacerse con el control del partido el año próximo.

Ecos en tierras lejanas

Hasta aquí la historia nacional, más o menos conocida.  Pero el objeto de este artículo no es el PSOE, sino esos amigos internacionales tan activos que tiene.  Porque estos deben estar bastante preocupados con el éxito de Podemos, un partido que podría gobernar España el año próximo y disparar la radicalidad política hasta coquetear con la violencia:  votan a favor de la independencia de Cataluña, votan a favor de Bildu en los ayuntamientos,  bromean sobre la muerte de sus oponentes políticos, y ahora ya incluso defienden abiertamente al presunto terrorista portador de explosivos "Alfon".

Pero no solo eso, sino que además pueden cargarse el Euro.  Aunque ahora España va cumpliendo los objetivos de déficit público, el de este año todavía será superior al 4% del PIB, y eso con el PP en el poder.  Ni que decir tiene qué dirección espera todo el mundo (españoles y extranjeros por igual) que tome ese déficit en cuanto Podemos se haga con el control del Gobierno.

Eso por no hablar de la re-creación de una banca pública, presumiblemente manejada por "expertos" banqueros bolivarianos, y declaradamente puesta más al servicio de grandiosos objetivos políticos, que de la infinitamente más aburrida tarea de cobrar los créditos concedidos para evitar la quiebra.

Conviene a este respecto recordar que las grandes ideas sociales son dignas de la preclara intelectualidad de izquierdas, mientras que la aburridísima contabilidad y el trabajo en general son más propios de la gris miopía de mentalidades conservadoras y pequeño-burguesas, que no tendrán cabida en el nuevo régimen bolivariano.

Cerrar la caja de Pandora

Pablo Iglesias, durante meses beneficiario de "leasing" gratuíto de los medios del PSOE (esas incontables tardes de gloria en "Al rojo vivo" de Cuatro y "El Intermedio" de La Sexta), gracias a la funesta decisión táctica de Pedro Sánchez, parece ahora haberse vuelto imparable.  Siendo esta la situación  ¿como deben reaccionar los amigos del PSOE en Francia y Alemania?

Y aquí es donde entra en escena Syriza, el partido hermano de Podemos en Grecia, cuya lunática posición política, e increíble incompetencia técnica, han llevado a meterse en un público duelo con sus socios de la Eurozona, dándole además el máximo perfil público posible.  Fijaos que no hay día que Alexis Tsipras, primer ministro griego y líder de Syriza, no consiga salir en toda la prensa internacional insultando a sus acreedores (lo penúltimo fue llamar "criminal" al Fondo Monetario Internacional).

Un fenómeno haciendo amigos

La posición de Tsipras es tan abiertamente radical, que parece haber cerrado todos los resquicios posibles para un arreglo en el cual nadie desee permitir que él ni remotamente pueda proclamarse vencedor.

Se ha cargado cualquier buena fe que los acreedores de su país pudieran tener, por la vía de hacer todas las trapicherías posibles en una negociación política:  ha grabado conversaciones confidenciales para luego publicar las partes que le interesaban, ha buscado el descrédito personal de sus interlocutores, ha intentado enfrentar a unos con otros mediante engaños... y todo a la vista de la prensa internacional en pleno.

Así pues, la negociación con Grecia ha llegado a un punto donde todo el mundo teme que Tsipras y Syriza puedan argumentar que han ganado la contienda, hallando así justificación pública para su forma de proceder, y poco menos que garantizando que su ejemplo cunda.

Desde Grecia nunca vienen solas

Lo malo para Syriza es que si ellos ganan, Podemos en España cobrará alas.  Toda Europa lo sabe.  La victoria de Syriza daría un argumento impagable a los bolivarianos ante la elecciones generales a celebrar este otoño, tal vez lo suficiente como para que queden incluso por delante del PSOE, y entonces...  a la porra con el plan de Pedro Sánchez.

Porque quedar 1 solo escaño por delante del PSOE en otoño es todo lo que Podemos necesita.  A nadie se esconde que una legislatura en la cual gobernase Podemos con el PSOE como socio minoritario, llevaría a los bolivarianos a radicalizarse, buscando continuamente comprometer a su socio menor hasta comerle el terreno y desalojarlo.  La legislatura terminaría previsiblemente con elecciones anticipadas, debacle electoral para el PSOE y consolidacion de Podemos como dueño y señor de la izquierda.

Lo peor de todo, es que Podemos gobernaría disparando el déficit público, crearía una banca pública incompetente y abocada a la ruina, y al cabo de 3 años la Eurozona se encontraría de nuevo donde estaba en 2010.  Solo que entonces el moroso no sería ya Grecia, cuyo PIB es el 2% del total de la Eurozona, sino España, el cuarto país por tamanño econoómico, de los 18 países que la componen.  Una verdadera pesadilla.

Volvamos pues a la actual mesa de negociación de Grecia.

¿Quien creéis que va a apostar por dar un triunfo a Syriza este mes?

Nosotros no os lo aconsejamos.

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