jueves, 7 de febrero de 2013

Caso Bárcenas - Los papeles eran falsos

Un viejo chiste cuenta la desgracia de un cazador nervioso, quien habiendo atisbado un oso entre la maleza, disparó contra el animal, dejó caer su escopeta y se zambulló entre las matas con la intención de cobrar su pieza.  Sorprendido al no encontrar el cadáver, notó entonces el cazador la palmada de una garra sobre su hombro y, al darse la vuelta, descubrió al oso puesto en jarras tras de él.  “¿Con que cazando osos, eh?”, le espetó el animal.  “¡Pues toma!”, añadió, y sodomizó al pobre cazador.  Este, en su desgracia, se vió forzado a acudir a primeros auxilios para una sutura pero, lejos de arredrarse, tomó de nuevo una escopeta y volvió a apostarse esperando matar al animal.  Lo vió de nuevo entre el sotobosque, disparó otra vez, volvió a tirar su escopeta por la emoción, se metió entre la hojarasca a buscar el cadáver y...  de nuevo sintió la palmada sobre su hombro.  “¿Con que cazando osos otra vez, eh?”, dijo el oso, y sodomizó de nuevo al cazador.  Este, más iracundo que nunca, tomó otra escopeta, volvió a apostarse a la espera, vislumbró nuevamente al oso, disparó otra vez, arrójó su escopeta al suelo, se zambulló otra vez entre las matas y...  de nuevo no halló cadáver.  Atenazado por una horrible corazonada, el cazador se volteó entonces y descubrió de nuevo al oso tras de si.  Esta vez, preguntó el animal, ya perplejo:  “Tú, en realidad... ¿no has venido a cazar osos, verdad?”.
 
A la vista del triste devenir de los acontecimientos de los últimos días en relación con el caso Bárcenas, no hemos podido menos que recordar el chiste del oso.  Para aquellos de vosotros que no viváis en España (o casi en el planeta, porque muchos medios internacionales se han hecho eco de este escándalo), el caso Bárcenas gira alrededor de acusaciones de corrupción vertidas contra la cúpula del Partido Popular, que han alcanzado incluso al Presidente del partido (y del Gobierno de España), Mariano Rajoy.  Se les acusa de tomar dinero proveniente de entregas ilegales y repartírselo, gracias a un montaje manejado por quien fue tesorero del PP hasta 2009, Luis Bárcenas.
 
Caso Gürtel
 
Luis Bárcenas dejó el PP tras verse envuelto en un caso anterior, conocido como caso Gürtel.  Se trataba de una larga serie de irregularidades corruptas de pequeña entidad económica individual, aparentemente organizadas por el entorno del principal acusado, un hombre de negocios llamado Francisco Correa.
 
El caso Gürtel parecía más un caso de corrupción de ciertos individuos a título personal, que la posible indicación de que el PP se financiara fundamentalmente de forma ilegal.  Esa impresión deriva que el partido no tendió a proteger a los involucrados, y que las cantidades afectadas eran relativamente modestas.  No era pues comparable en ese sentido con Filesa, Mercasevilla, los EREs de Andalucía, el caso Campeón, el caso Pokémon, el caso Palau o el caso Pretoria.  Todos esos casos manejaban múltiplos del dinero de Gürtel, y los partidos afectados habían defendido a los presuntos responsables.
 
A pesar de ello, había 2 elementos sueltos en Gürtel que sí eran dignos de nuestra atención.  El primero es que el principal involucrado en el caso, Francisco Correa, resultó tener 12 MEUR en una cuenta bancaria suiza.  Esa cantidad sí es dinero serio.  El segundo es la protección que el PP dispensó a uno de los involucrados en concreto, el ex-alcalde de Pozuelo de Alarcón Jesús Sepúlveda.  Aunque, como otros involucrados, el partido se aseguró de que Sepúlveda dejase su cargo, inexplicablemente lo empleó a continuación como asalariado, es decir, le brindó protección.
 
La primera de las 2 cuestiones pareció explicarse más tarde, al destaparse que Correa había estado relacionado con una megarrecalificación en Arganda del Rey.  Dicha recalificación, que podría haberse valorado en 140 MEUR, verosímilmente podría relacionarse con una comisión de 12 MEUR para Correa.  La protección a Jesús Sepúlveda, sin embargo, parece más turbia.  La única explicación aparente, que se esté beneficiando del ascendiente de su ex-esposa Ana Mato (actualmente ministra), que sorprendería menos en un caso relacionado con el trío PSOE-CiU-ERC, es inaceptable.
 
Pasta pillada
 
Bien, pues estando en esto, resulta que a Bárcenas le encuentran otros 12 MEUR en Suiza y, de forma no mejor argumentada, nuestra febril imaginación nos lleva rápidamente de vuelta a Arganda.  Desde el punto de vista político, pues, no muy interesante.  Sin embargo, el asunto tiene un lado penal muy serio porque Bárcenas, que había salido desempleado pero razonablemente bien parado de Gürtel, parecía a punto de perder el control de su dinero suizo.  No está nada claro que disponga de otra suma siquiera parecida, y además puede acabar en la trena (ahora sí).
 
Justo en ese momento, va El País y decide salir a cazar osos.  Agarra y publica una supuesta contabilidad B, que habría llevado el ex-tesorero del PP, y acusa a Aznar de haberla ideado y 6 ó 7 altos cargos de haber cobrado.  Es decir, dispara contra la mata y se mete entre la hojarasca para cobrar su pieza.
 
Solo que...  ¡sorpresa!  Una vez levantada toda la correspondiente macro-polvareda, va Bárcenas, da una entrevista en Canal 13, y niega que la contabilidad sea suya.  Es decir, en términos periodísticos, El País se da cuenta en ese momento que se encuentra justo de espaldas a un oso muy enfadado.  Es entonces cuando El País se da cuenta que, en realidad, no dispone de ningún papel realmente, sino únicamente de unas fotocopias de más que dudoso valor jurídico.  Oh, oh.  De nuevo en términos periodísticos, El País se da cuenta que tampoco tiene la escopeta mataosos.
 
El pasado viernes, pues, el ex- Presidente José María Aznar interpuso una querella criminal por difamación contra el periódico izquierdista.  No es que sepamos mucho de esto, pero la cosa tiene una pinta gris marengo tirando a negro para el diario.  Además, y según se publica hoy, varios de los restantes acusados por El País han contratado a un famoso bufete (Prego) para llevar a cabo acciones parecidas.  No parece pues que nadie pueda salvar ya a El País de unos cuantos puntos de sutura esta vez.
 
Pero entonces  ¿como se explica tanto escándalo?
 
Historia verosímil
 
La razón reside en la impresionante verosimilitud de las famosas fotocopias.  Aunque se tratase de una prueba de (más que) dudoso valor jurídico, los papeles parecían ciertos.  No es que eso vaya a librar a El País de la metafórica sodomización que le espera, pero sí explica en parte como puede haber cometido su aparentemente grosero error (de periodista bisoño, es que ha sido impresionante).
 
En la Gacetilla seguimos sin creer que el PP se financie por debajo de la mesa, la verdad.  Sin embargo, el trato dispensado a Sepúlveda, así como la inexplicable paciencia que el partido tuvo con Bárcenas (que únicamente abandonó su cargo como senador en 2010) sugieren que, en realidad, el PP preferiría evitar tener que acabar a guantazos con su ex-tesorero.
 
Los fotocopio-papeles de El País hablan de una corruptela de orden menor, que consistiría en que algunos dirigentes habrían estado cobrando sobresueldos fiscalmente opacos.  Así pues, se trataría de una trampa fiscal fea (particularmente en estos tiempos de aumentos de impuestos para todos), pero relativamente modesta.  Los papeles sugerían que Mariano Rajoy, el implicado más importante, habría venido cobrando unos 25.000 EUR anuales en negro-  Nadie en sus cabales (o casi) compraría la idea que Rajoy, que podría estar embolsándose una fortuna como Registrador de la Propiedad, vaya a corromperse por 25.000 EUR anuales.
 
Además, se trata de una cifra relativamente menor.  Hablamos de unos 5 MEUR al cabo de 10 años.  No parece lógico que ningún empresario espere realmente tener en nómina a la cúpula del PP (alguno de cuyos miembros, como Rodrígo Rato, son muy pudientes) por 500.000 EUR anuales.  Finalmente, los donantes no parecen grandes empresas agradecidas tras la asignación de contratos, sino personas individuales (aunque ricas).  Uno de ellos sería José Mayor Oreja, mientras que uno de los beneficiarios sería su hermano Jaime Mayor Oreja.  Pensar que José pagaba a Bárcenas para tener comprado a su hermano Jaime suena algo exótico.  La mayor de las donaciones individuales fue una sola de 400.000 EUR, la mayoría de ellas no llegan a 100.000 EUR.
 
Pero justamente la modesta escala del supuesto delito es lo que da más credibilidad a los fotocopio-papeles de El País.  Que Bárcenas tuviese montado un tingladillo de poca monta, que hubiese aprovechado sus contactos para embolsarse una cantidad mayor en Arganda a título personal, y que estuviese tratando de chantajear al PP para recabar el apoyo del partido, parece extrañamente verosímil.  No sería pues imposible que El País hubiera dado crédito a una historia que, a la postre, ha resultado tener pies de barro.
 
Preparad los puntos de sutura
 
Y pies de barro tenía, vaya que sí.  No solo Bárcenas negó la paternidad de la documentación ante la tele y luego en instancia judicial (lanzando un temblor frío por la espalda de El País), sino que un experto grafológico ha lanzado famosamente la cuestión de que todos los papeles parecen haber sido escritos de corrido, en lugar de haberlo sido a lo largo de varios años.  Y lo que es peor, ha resultado que el personaje de quien la prensa especula que pasó los fotocopio-papeles a El País, Jorge Trías, podría estar resentido contra el PP, después de que se haya sabido que el partido se negó a pagarle 50.000 EUR por defender a Bárcenas.  Para colmo del descrédito, resulta que Trías ha declarado en sede judicial que reconoce que las fotocopias corresponden a papeles que él vio, afirmación cuya venta parece fácil solo ante público muy bien predispuesto, puesto que Trías habría visto los originales varios años atrás.
 
Así pues, estimado populacho, estas son las sumarias conclusiones de la Gacetilla.  En primer lugar, los fotocopio-papeles parecen más falsos que un duro de madera.  En segundo lugar, y a pesar de lo anterior, parecen tan creíbles que incluso ciertos miembros del PP, libres de toda sospecha (como nuestra admirada Esperanza Aguirre), se han visto impelidos a reclamar reacción de su partido.  Por ese motivo, no hay que descartar que hayan sido cocinados por el propio Bárcenas.  En tercer lugar, dicha credibilidad despierta nuestras suspicacias sobre si no habrá habido realmente algún enjuague menor (tal vez fiscal) en el PP.  Y finalmente, que desde luego que no será dicho potencial enjuague menor el que nos haga lanzarnos ciegamente en apoyo de PSOE, CiU o ERC.  El historial de esos 3 partidos hermanos es tal, que hacerlos beneficiarios de este asunto nos parecería el equivalente político de sacar el neumático de la cuneta por la vía de lanzar nuestro coche contra un camión que viniera en dirección contraria.
 
Otra cosa, sin embargo, son partidos como Ciutadans o UPyD, de trayectoria mucho menos polémica en este sentido.  De hecho, la predicción gacetillera (que ya sabéis es inevitable tenerla) es que serán esas formaciones las principales ganadoras de una crisis de credibilidad por la corrupción.
 
¿Y entonces, El País?  Pues no estamos muy seguros, pero hay testimonios que lo sitúan de vuelta en el bosque, escopeta a la cara, y listo para volver a disparar contra la mata...  pero por favor  ¡que espere al menos que le cierren los puntos!

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