Hoy es el último día laborable antes de que los griegos decidan (en la práctica) si se van del Euro (votando al partido Syriza, que no quiere amarrarse el cinturón lo necesario). Según lo que resulte en esa elección, podría amanecer un Lun18Jun12 tremendo, con los depositantes griegos corriendo a retirar fondos de sus bancos, antes que los simpáticos amigos de Syriza condenen a su país a un corralito.
Ante tal peligro, el Mario Draghi, Presidente del BCE, ha decidido aprovechar que tenía que dar un discurso esta mañana, para decir lo siguiente:
“The Eurosystem will continue to supply liquidity to solvent banks where needed (...).
In times of increased financial instability, “adequate liquidity” indicates a volume of central bank money that also counteracts a temporary inability of banks to refinance in the market (...).
Inflation expectations remain well anchored and there is no inflation risk in any euro area country. Financial market-based inflation expectations over a ten-year horizon are consistent with our definition of medium-term price stability. And should risks to price stability emerge, the Eurosystem has sufficient tools at its disposal to absorb excess liquidity (...).
But at some point, when supranational institutions and processes continually gain influence, the need for greater political legitimacy becomes more and more pressing.
In some cases therefore, the first issue to consider with any possible further transfer of competencies would be the transfer of legitimacy through political accountability (...).”
Pasta per tutti
En otras palabras, que nadie se preocupe, que los bancos solventes tendrán liquidez para pagar a todo el que se lo pida, incluso si eso exige que el BCE les aporte liquidez de forma extraordinaria. Eso no es incompatible con el mandato legal que tiene el BCE para mantener precios estables, porque no hay inflación, y porque el BCE sigue disponiendo de otros instrumentos para atajarla si la hubiera en el futuro. Pues ya está.
Elecciones al Eurogobierno
Dicho lo cual, Draghi pasa a sacar ligeramente los pies del tiesto, y se descuelga diciendo que, en cualqiuer caso, la Eurozona debe ir considerando irse dando más “legitimidad política” que (para entendernos) quiere decir que vaya pensando la Eurozona en constituir un gobierno europeo votado por los ciudadanos, en lugar de elegido entre los gobiernos nacionales como es el caso de la actual Comisión Europea.
Aunque no explica por qué motivo se mete el BCE en estos berenjenales políticos, ya os cuenta la Gacetilla que es por motivos técnicos. Draghi piensa que lo que realmente hace falta es un fondo de garantía de depósitos en toda la Eurozona, que quien debería tener la autoridad sobre como manej arlo no debería ser el BCE, sino el gobierno de la Eurozona, y que para tomar las políticamente difíciles decisiones que dicho manej o va a implicar, el gobierno de la Eurozona debería venir elegido democráticamente.
Demócrata por motivos técnicos
Para entenderlo, pensad en España. Aquí, el Estado ha nacionalizado recientemente (para rescatarlos) Caja Castilla - La Mancha, el Banco de Valencia, Catalunya Caixa y Nova Galicia Banco, y se dispone a hacer lo propio con Bankia. Esto supone ayudar a bancos quebrados que están en Castilla – La Mancha, la Comunidad Valenciana, Cataluña, Galicia y Madrid, gastándose dinero recaudado en todo el Estado, luego los ciudadanos de las otras 12 comunidades autónomas y los de las 2 ciudades autónomas podrían protestar, reclamando que no se usase su dinero para rescatar los bancos de los demás.
La razón por la cual la mayoría de los andaluces, canarios, asturianos, ceutíes y navarros no protestan (o no demasiado) es porque, en realidad, la decisión la ha tomado un gobierno (primero del PSOE y luego del PP) por el cual muchos de ellos mismos habían votado.
Bien, pues justamente eso es lo que el BCE cree que se necesita a nivel europeo. Si se constituye un fondo de garantía bancaria paneuropeo, puede que mañana haya que rescatar (por decir un nombre cualquiera) al banco italiano Unicredit, que se metió a dar dinero en los Balcanes, o al sueco Nordea, que se empeñó en los países bálticos. ¿Qué dirían entonces los ciudadanos españoles? ¿Por qué tiene que usarse dinero español para rescatar un banco extranjero a quien fue mal?
Sin embargo, si el que tomase la medida fuera, por ej emplo, Maria no Rajoy como Presidente de la Eurozona (suponiendo que se hubiese presentado y hubiese sacado el mismo 44% de los votos que obtuvo en España el año pasado), entonces la mayoría de los españoles considerarían que, puesto que la decisión la toma un político en quien confían (o no, pero al menos uno que tendrá que responder ante ellos dentro de 4 años), entonces la decisión sería aceptable.
Palabras mayores
Que no se os escape que cambiar la forma de elección del gobierno de la Eurozona es una decisión de muchísimo calado político (¿Qué pasaría si se enfrentase el Europresidente así elegido con un Presidente nacional? ¿Quien de ambos tendría mayor legitimidad?), además de que exigiría cambios legales en los tratados con sus correspondientes ratificaciones por todos los países afectados (otra vez referendums sobre la Constitución Europea, vamos).
A pesar de ello, un personaje tan importante como el Presidente del Banco Central Europeo acaba de decir abiertamente que es necesario ponerse a ello, y lo ha argumentado por motivos puramente técnicos.
La cosa va en serio muchachos. Preparaos para el próximo adviento de la República Europea Unida.
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